Si usted es un músico y no se siente particularmente inspirado para los textos de sus canciones, o simplemente quiere apostar sobre seguro, debe saber que existe un letrista inagotable. Su nombre es Federico García Lorca, y este martes, cuando se cumplen 84 años después de su asesinato, sigue vivo no solo en sus libros, sino también en las canciones que ha inspirado: casi 6.000 en 62 países de todo el mundo.
El recuento de este monumental repertorio lo ha hecho Fernando González Lucini, máxima autoridad en canción de autor en España, a través de un proyecto que a día de hoy permanece abierto. La idea original se la inspiró a González Lucini el poeta Juan de Loxa, fundador y director del Museo Casa Natal de Federico García Lorca. “Ambos sabíamos que Lorca había sido, sin duda, uno de los poetas más musicalizados y cantados de la Literatura Universal”, recuerda, “pero aquella propuesta siempre se quedaba en deseos y buenas intenciones”.
“En uno de aquellos encuentros Juan me regaló el libro Federico García Lorca y la música. Catálogo y discografía anotada del investigador y profesor universitario norteamericano Roger D. Tinnell”, prosigue González Lucini. “El libro de Roger D. Tinnell era en efecto básico, importante y de referencia, pero tras analizarlo juntos constatamos que dada la fecha en que se había publicado por última vez –segunda edición, 1998–, era una obra significativamente incompleta. Pensemos, por ejemplo, que de 1998 a la actualidad se han publicado más de 1.000 discos que contienen poemas musicalizados o cantados de Federico. Por otra parte, el libro presenta enormes carencias en lo referente a la canción de autor, ámbito importantísimo que, en gran medida, el profesor Roger desconocía y en el que se adentra solo de forma superficial”.
Así, González Lucini, que acababa de publicar un libro sobre la poesía musicada de Miguel Hernández, no pudo sustraerse mucho tiempo más al encanto del poeta de Fuentevaqueros. Desde entonces han pasado dos años de intensa dedicación, y el resultado provisional da una idea de la enorme influencia de Lorca en todos los géneros de la música contemporánea, desde la clásica al flamenco, el pop, el rock y hasta el rap. Ahora tocaba preguntarse qué podía hacerse con toda esa ingente información.
Una web soñada
“La verdad es que pensé que iba a interesar mucho en este país, que me lo iban a quitar de las manos, como quien dice. No sé, quizá el Instituto Cervantes, la Fundación García Lorca… Esta última sí puso su atención en el proyecto, parecía que íbamos a crear una web donde pudiera consultarse todo este material, y cuando estábamos a punto de cerrar el contrato, me pidieron el derecho de reproducción de las 6.000 canciones. ¡Si yo tuviera todos esos derechos no pediría ayuda, sería multimillonario!”, explica González Lucini, quien ha decidido seguir buscando ayuda para montar la soñada web lorquiana por su cuenta.
En la mente de todos están algunos de los más célebres poemas de Lorca que se han convertido en clásicos inmarchitables. Por ejemplo, según González Lucini, el éxito del Verde que te quiero verde interpretado por Manzanita dio pie a otras 200 versiones de los mismos versos a cargo de los intérpretes más diversos. Entre otros grandes de lo jondo que se han visto atraídos por Lorca, figuran desde el Camarón de La leyenda del tiempo a Pata Negra o La Barbería del Sur, pasando por el maestro Enrique Morente, que entre otras incursiones en el universo lorquiano le dedicó en 1998 su disco Lorca. En los últimos tiempos, han cantado por Lorca entre otros Mayte Martín y Miguel Poveda, que le dedicó un disco con el elocuente título Enlorquecido.
Por su parte, cuando Leonard Cohen se anima a abordar el Pequeño vals vienés. “Se empieza a musicalizar prácticamente todo el Poeta en Nueva York, que es un libro bastante difícil de adaptar”, explica González Lucini. Precisamente esta obra dio lugar a un disco de 1986 que aglutinó a gente tan diversa como el propio Cohen, Lluis Llach, Angelo Branduardi, Víctor Manuel, David Broza, Paco y Pepe de Lucía, Chico Buarque, George Moustaki y Mikis Theodorakis, Donovan o Patxi Andión, cada uno cantando en su propio idioma.
Curiosidades de coleccionista
“He descubierto también a los grandísimos compositores clásicos americanos, alemanes, holandeses, que han musicalizado a Federico tanto como los cantautores, desde un enfoque sinfónico o coral”, añade el estudioso, quien ha ido detectando asimismo curiosidades de coleccionista: por ejemplo, el disco editado en 1987 en Israel Federico García Lorca 50 años, en el que comparten créditos el español Paco Ibáñez, los israelíes The Dudaim y el rumano-israelí Baldi Olier, con versiones bilingües español y hebreo.
O la no menos exótica versión de Josefina Iturrarán (ÐÑеÑина ÐÑÑÑÑаÑан) una de aquella niñas de Rusia que en 1960 publicó un disco, recitando en ruso y cantando en castellano, basado en las Canciones populares de Federico García Lorca. O aquel grupo de Rosario (Argentina), Atilio y los Alimonados, que en fechas más recientes –2013– se atrevió con Lorca a ritmo hip hop, cumbia y blues, entre otros estilos.
Dentro de nuestras fronteras la variedad no es menor. Ahí están, entre muchísimas otras, la maravillosa versión de La tarara que Antonio Vega grabó en su disco Escapadas (2004), junto a miradas tan atrevidas como la de grupo de rock aragonés Ixo Rai!, que han musicalizado y cantado Romance de la Guardia Civil española en sus 20 grandes éxitos, sin olvidar la adaptación de los Poemas gallegos realizada por Amancio Prada y otros artistas.
Y cómo no, también se recuerdan las versiones de grandes voces como las de Joan Manuel Serrat, José Antonio Labordeta, Jorge Drexler, Javier Ruibal, María del Mar Bonet, Carlos Cano, Martirio, Pablo Milanés, Pablo Guerrero, Mercedes Sosa, Vicente Feliú, Pedro Guerra, Silvia Pérez Cruz… Tantos que casi cabría preguntar, por acabar antes, quién no ha intentado llevarse a su garganta a Federico.
“Lorca es una marca. Cada día encuentro cosas que no conocía”, concluye González Lucini. “Solo en los últimos tiempos, hemos podido oír a cantautores jóvenes como Fernando Lobo con su Nana tonta, o Juan Luis Pineda con los Sonetos del amor oscuro. Quizá yo destacaría como una de las últimas novedades la versión del Romance de la luna, luna que acaba de grabar Balta Cano en su disco En la cuesta de la ola con Rozalén y Duende Josele. ¡Es una versión magnífica! ”. Porque, como dice Lucini, “Lorca no muere, resucita en cada uno de sus poemas musicalizados y cantados”.