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25 años del Ballet Flamenco de Andalucía: ¿un aniversario sin pena ni gloria?

El pasado 23 de mayo, el Ballet Flamenco de Andalucía recibía en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital hispalense (Fibes) el Giraldillo Especial del Jurado de la XX Bienal de Sevilla en reconocimiento a sus 25 años de trayectoria. El encargado de recogerlo fue el viceconsejero de Cultura y Patrimonio de la Junta, Alejandro Romero, quien pronunció unas breves palabras de agradecimiento escoltado por Úrsula López, coordinadora artística del Ballet.

No obstante, el que iba a ser el gran año del BFA parece estar quedando en agua de borrajas en medio de las indecisiones propias del cambio de Gobierno autonómico, justo cuando la nueva presidencia de la Junta de Andalucía se había comprometido a colocar al flamenco entre sus prioridades en materia cultural. Una determinación de la que, por el momento, no hay noticias en la compañía pública de danza.

De hecho, todas las iniciativas que estaban sobre la mesa hasta el vuelco electoral andaluz han quedado paralizadas o languidecen en algún cajón. Se había proyectado, entre otras cosas, el montaje de una exposición itinerante que evocara los hitos del Ballet, la celebración de una gala conmemorativa en la que pudieran participar algunos de los directores que han pasado por el BFA, acompañada de mesas redondas con algunos de los protagonistas de esta historia, la edición de un vídeo promocional y una publicación que recorriera la trayectoria de la compañía. Todo ha quedado en el aire mientras el Instituto Andaluz del Flamenco, principal organismo gestor de la política autonómica hacia el arte jondo, sigue a día de hoy sin director y sin coordinador.

Cabe recordar que el pasado mes de diciembre Rafael Estévez y Valeriano Paños, director y bailarín principal respectivamente del Ballet, anunciaron su marcha de la compañía por impagos de los derechos de autor de la obra Flamencolorquiano por parte de la Junta de Andalucía. Con carácter de urgencia, salió a concurso una plaza de repetidor para el BFA, gracias a la cual fue contratada la citada Úrsula López. Con ella al frente, el Ballet Flamenco de Andalucía montó un nuevo espectáculo, Naturalmente flamenco, con coreografías de López y Rubén Olmo, que se estrenó en el marco del XXIII Festival de Jerez y tuvo el recorrido previsto de los compromisos adquiridos previamente por la Junta.

Se trataba de una solución de urgencia mientras se convocaba el concurso para ocupar la dirección del Ballet, pero se ha convertido en el único timón provisional para el proyecto. De hecho, el contrato de Úrsula López vence en el próximo mes de septiembre, y no hay dirección a la vista ni funciones contratadas. Recientemente, la Junta de Andalucía anunció que el BFA estaría presente en el ciclo estival de Flamenco y Patrimonio en los teatros romanos de Baelo Claudia e Itálica, pero no en Málaga. También estaba en al aire que actuara en el Festival de la Guitarra de Córdoba, en el Teatro Central de Sevilla y en el Teatro Cervantes de Málaga, pero todo ha quedado en expectativa: actualmente, la web del BFA anuncia siete actuaciones hasta el 27 de julio: después de eso, la incógnita.

Eso significa que una nueva producción, aunque se pusiera en marcha, tendría que esperar al menos hasta octubre o noviembre para su estreno. Y eso significa que ya iría tarde, muy tarde, para ser comercializada, por muchas que sean las prisas de ahora en adelante. Eldiario.es Andalucía ha tratado sin éxito de solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía alguna información sobre qué pretende hacer con el Ballet en lo que queda de ejercicio.

Una trayectoria notable

El Ballet Flamenco de Andalucía nació como Compañía Andaluza de Danza en 1994. En estos 25 años de vida ha contado con la dirección de Mario Maya, María Pagés, José Antonio Rodríguez, Cristina Hoyos –desde 2004, año en que pasó a ser denominado Ballet Flamenco de Andalucía- y, ya como directores artísticos, Rubén Olmo, Rafaela Carrasco y Rafael Estévez.

En este tiempo, el Ballet se ha convertido en el mejor medio para abrir nuevos mercados para el flamenco, ha pasado por escenarios de todo el mundo y formado parte de las agendas culturales de países como Estados Unidos, Argentina, Cuba, Francia, Italia, Hungría, Suiza, México; de citas internacionales como la Exposición Aichi en Japón y ha participado en grandes festivales como los de Nueva York o Londres.

La historia del Ballet está jalonada de diferentes reconocimientos, no sólo de público y crítica, sino también de especialistas en artes escénicas. De este modo, ha recibido el Premio Nacional de Coreografía por el montaje dirigido por María Pagés El perro andaluz y varias coreografías de Cristina Hoyos en su etapa como directora han sido nominadas a los premios Max de Teatro. Entre ellas, destaca Yerma, que recibió el Premio Max como Mejor Intérprete Femenina de Danza a Cristina Hoyos; o Romancero gitano, que se convirtió en el espectáculo más visto en 2006.

Asimismo, Imágenes. 20 años del Ballet Flamenco de Andalucía fue galardonado con el Giraldillo al Mejor Espectáculo en la XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla. Y el cuerpo de baile del Ballet recibió igualmente un Giraldillo especial del público por Tierra-Lorca. Cancionero popular. Con el nuevo Giraldillo Especial del Jurado, el BFA culminaba una trayectoria que, a la vista de los hechos, puede convertirse en un cumpleaños sin pena ni gloria.