En Berlín, capital gay de Europa, los premios Teddy están a punto de cumplir 30 años galardonando el cine LGTBI de la Berlinale. Conquistado el norte de Europa, es el turno del sur. En el Festival de Cine Europeo de Sevilla, el galardón de cine gay lleva nombre de artista, Premio Ocaña, y en su tercera edición son nueve las películas que se lo disputan.
La ración de este lunes en la Sección Oficial ha sido doble: Solo el Fin del Mundo de Xavier Dolan y Staying Vertical de Alain Guiraudie. Dolan, el genio mimado de Cannes, venía de triunfar en el certamen francés con el Gran Premio del Jurado. No era para menos: entre el golpe en el estómago y la lágrima, Solo el Fin del Mundo lanza al espectador a dos de los temas más sensibles, por fundamentales, del ser humano: la sexualidad y la familia.
Quien no se vea identificado con el protagonista por su drástica salida del armario 12 años atrás abandonando a su madre y hermanos, lo hará por esos conflictos latentes y violentos que en toda familia discurren cual arroyos subterráneos. Al espectador no le queda más remedio que dejarse llevar por este autor millennial que mezcla sin prejuicios la música clásica con el numa numa yei, el teatro con el videoclip, el silencio con el ruido, la cruda realidad con el realismo mágico.
Con estos mimbres y más de una referencia existencialista como el calor o la muerte, Dolan muestra cómo un joven escritor con una enfermedad terminal tiene que enfrentarse a su familia. Dirección canadiense para una producción francesa con algunos de los actores más en liza del cine galo: Léa Seydoux, Nathalie Baye, Gaspard Ulliel, Vincent Cassel y Marion Cotillard.
Alain Guiraudie ha sido, por su parte, el responsable del segundo plato. Con su habitual pornografía emocional y erótica, el francés se ha adentrado en el ámbito de la homosexualidad en el mundo rural. Dominada por hombres promiscuos de todas las edades, Staying Vertical hace una alegoría al represivo mundo de la sexualidad gay en el campo.
El ganador del Giraldillo de Oro en 2013 por El Desconocido del Lago no le ahorra al espectador una sexualidad cruda en los sentimientos y explícita en lo visual, que, sin embargo, no termina de golpear al espectador con la contundencia de Dolan.
Premio Ocaña LGBTI
Nueve en total son las películas que compiten por el Premio Ocaña, organizado por la Asociación Cultura con Orgullo, en colaboración con AAMMA, Asecan y Asociación Adriano Antinoo. Para su tercera edición cuenta con una estatuilla de cerámica que representa a José Pérez Ocaña, artista gay sevillano, que murió trágicamente en 1983 al incendiarse su disfraz de carnaval.
Javier Paisano, presidente de Cultura con Orgullo, señala que “queremos visualizar y potenciar más películas en las que la sexualidad se manifieste de una manera totalmente libre, donde lo binario hombre-mujer se difumine a favor de una sexualidad real”.
Le Cancre (Paul Vecchiali), United States of Love (Tomasz Wasilewski) y Heartsone (Guðmundur Arnar Guðmundsson) completan el repóker de cine gay en sección oficial. Mientras que la primera (fuera de competición) se adentra también en las relaciones familiares con el propio director y Catherine Deneuve de protagonistas, la segunda es una película bicolor, elíptica y coral, avalada por un Oso de Plata en Berlín. La islandesa Heartsone, por su parte, aprovecha los agrestes paisajes islandeses para hacer un canto al despertar sexual de dos adolescentes.
I, Olga Hepnarova (Petr Kazda, Tomas Weinreb) también aprovecha el impacto del blanco y negro para contar la historia de una joven asesina en serie checa y lesbiana, que terminó en la horca. The Student (Kirill Serebrennikov), premiada en Cannes, The Ballad of Genesis & Lady Jaye (Marie Losier) y Los Objetos Amorosos (Adrián Silvestre David) completan las películas que optan al Premio Ocaña, que el año pasado ganó Peter Greenaway con su muy explícita Eisenstein en Guanajato. El trofeo, cedido por el ayuntamiento de Cantillana (Sevilla) de donde era oriundo Ocaña, se entregará este sábado junto al resto del palmarés.