Al principio, Gered Mankowitz y Terry O'Neill eran sólo unos muchachos que conocieron a otros muchachos. Todos empezaban en lo suyo, Mankowitz y O'Neill en la fotografía; los cuatro chicos de Liverpool y los cinco de Londres, en la música; como The Beatles, los primeros, como The Rolling Stones, los segundos. De aquel tiempo quedaron las páginas más brillantes de la música popular, una rivalidad que no fue tal y un buen puñado de fotografías que inmortalizaron el momento, y que desde el viernes y hasta el 18 de junio se muestran en La Térmica de Málaga.
La exposición The Beatles vs. The Rolling Stones se titula así como un guiño deliberado a una rivalidad que sólo existió en la prensa. Esa es la tesis de la comisaria, Cristina Carrillo de Albornoz, que presentó la muestra junto a los fotógrafos que tomaron la mayoría de las fotos que se exponen, unas 70, hechas casi todas entre 1962 y 1967.
Mankowitz y O'Neill son hoy dos señores de 71 y 79 años, respectivamente, con su propia leyenda a cuestas. El “rostro de las leyendas” es como la Fundación Telefónica llamaba a la exposición que dedicó a O'Neill, retratista de Faye Dunaway (con la que estuvo casado), David Bowie, Harrison Ford, Brigitte Bardot, Frank Sinatra, Ava Gardner… Y todo aquel personaje popular del cine o la música en el que se puede pensar como “leyenda”. Mankowitz orientó su carrera a la fotografía musical, y ahí están sus fotos de Jimmy Hendrix, The Rolling Stones, The Beatles o Marianne Faithfull.
“No sé cómo tenía ese trabajo [como fotógrafo de un periódico] siendo tan joven. Tenía 20 años. Fui a Abbey Road e hice las fotos durante las sesiones del Please, please me [1963, segundo disco de estudio de The Beatles], y ahí empezó mi carrera”, concede O'Neill, que antes había sido auxiliar de vuelo y al que sus padres querían ver como cura.
O'Neill le llevó las fotos al director de The Daily Sketch, y este, horrorizado por la estética de aquellos chicos, las guardó en un cajón durante tres meses. Salieron de ese cajón para convertirse en la primera portada la historia dedicada a un grupo de pop en Reino Unido. The Daily Sketch, un tabloide que entonces competía con The Daily Mirror, agotó la tirada y Please, please me se convirtió en número 1 primero en Reino Unido y después en todo el mundo. “Mientras estuve con ellos me hice mejor fotógrafo, y ellos un gran grupo. Creo que contribuí a su imagen y si no hubieran sido tan populares yo no hubiera podido seguir trabajando en lo que me gustaba”.
Como O'Neill, también Mankowitz era un pipiolo cuando empezó a trabajar con los Stones, un par de años mayores que él. En esas imágenes queda clara una cosa: nominalmente Brian Jones era el líder de la banda, pero es Mick Jagger quien atrapa la cámara y la lleva donde quiere. Hay dos o tres fotos en la exposición que dejan bien claro el animal escénico (y perdón por el tópico) que es Jagger. “Era un actor natural [natural performer]. Lo disfrutaba”, dice el fotógrafo.
I wanna be your man: desmontando la rivalidad
I wanna be your manLas fotos muestran a nueve chicos casi recién salidos del instituto, casi siempre espontáneos y otras ya dominados por las reglas de la promoción. “El manager seleccionaba las fotografías en función de si encajaban con el grupo”, explica Mankowitz, que preparaba el material publicitario de los Stones, hasta llegar a la icónica portada del Between the buttoms (1967), “un antes y un después para la imagen del grupo”. “El hecho de que los Rolling fueran cinco hacía las fotos más dinámicas. Siempre rechazaron ponerse uniformes. Eran muy fotogénicos. Era muy fácil trabajar con ellos, a excepción de Brian Jones, que si tenía el día podía ser muy puñetero”, comenta hoy Mankowitz. En cambio, hay pocas fotos de cada uno de los four fab. “Siempre estaban juntos. Los Rolling tienen muchas más de cada uno y se convirtieron en grandes personajes por sí mismos”, explica O'Neill.
La exposición trata de desmontar el mito de la rivalidad de las bandas, a algunos de cuyos miembros se ve juntos en un local de ensayo. O'Neill cree que el enfrentamiento se lo inventó la prensa para alimentar cierta mitología popular y no comparte la idea de que se tratase de una estrategia comercial de sus compañías, que dirigían los grupos a públicos distintos y coordinaban los lanzamientos.
Cuando se conocieron, en abril de 1963, The Beatles estaban ya en la cima, mientras que los Stones no terminaban de arrancar. Después de actuar en un programa de televisión, los cuatro Beatles se acercaron a ver a los Stones en el pub Richmond. A esta primera muestra de apoyo público le siguió una ayuda definitiva: cederles un tema de Lennon y McCartney, I wanna be your man, que se convirtió en el primer gran éxito de la banda de Londres.I wanna be your man,
La exposición se completa con fotos de Baron Wolman, la proyección de fragmentos de dos documentales, LP'S originales de la época y fondos de una colección privada, que incluye una carta de Brian Jones en la que explica su decisión de ceder el liderato de The Rolling Stones a Mick Jagger. “En aquel momento los fotógrafos éramos casi tan importantes como las bandas, porque dependía de nosotros que salieran en la prensa. Éramos un poco como los chefs de hoy”, comenta Terry O'Neill, el fotógrafo que capturó una época.