El consejero de Agricultura, Pesca y Medioambiente, Luis Planas, ha formalizado este miércoles su candidatura en la Comisión de Garantías Electorales del PSOE, un día en el que también ha tenido que superar la negativa de su agrupación en Córdoba a que usara esta sede para su presentación. “No empezamos bien”, ha comentado en relación a este contratiempo, al tiempo que pedía “juego limpio”. Se da la circunstancia de que el secretario general de Córdoba, Juan Antonio Durán, ya se había decantado públicamente por la consejera Susana Díaz como candidata.
De todas maneras, horas después de este conflicto, ha confirmado que tenía “la garantía telefónica” de que iba a poder usar la agrupación para presentarse. “Se había aludido a un problema con la neutralidad que quería mantener la agrupación, solo ha sido eso, pero ya está solucionado”, ha recalcado, y ha declinado entrar más al fondo de la cuestión de por qué le habían negado el escenario.
En la misma línea, ha insistido en que no es ni un “candidato de paja” puesto por José Antonio Griñán para dar apariencia de legitimidad al proceso, ni un ‘tapado’ de la vieja guardia aliada con Alfredo Pérez Rubalcaba: “Me presento por convicción y nadie me lo ha propuesto”. De manera cortés ha rechazado el calificativo de “marca blanca de Susana Díaz”, que también le ha tocado estos días. “Una marca blanca es en principio un producto de menor valor añadido, yo no llamaría así a mis compañeros: Susana Díaz es una excelente compañera de gobierno y José Antonio Rodríguez es un excelente militante con mucho tirón en las redes sociales”, manifestaba con la diplomacia aprendida de sus años de embajador en Marruecos y ante la Unión Europea en Bruselas.
Tampoco ha querido decir quién le ha dado su primer aval: “Me lo guardo, porque esta campaña es corta pero intensa y hay que mantener la emoción, no lo voy a contar todo el primer día”. Finalmente, preguntado sobre el caso ERE y las críticas que muchos socialistas han hecho sobre la coincidencia entre la agenda del partido y la emisión de autos contra cargos de la Junta de Andalucía por parte de la jueza Mercedes Alaya, ha vuelto a hacer gala de prudencia: “Entiendo que la autoridad judicial sigue su propio ritmo de actuaciones”.
Luis Planas es el tercero en esta carrera hacia las primarias del 29 de julio, las primeras que celebra en su historia el PSOE de Andalucía. Con él compite Susana Díaz, que también ha presentado ya los avales necesarios, y pretende hacerlo el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, inmerso en la tarea de conseguir los 6.860 necesarios.
Ajeno a las guerras de partido
Tras la legislatura del pacto entre IU y el PP, el partido dejó prácticamente sólo a Manuel Chaves, que se enfrentó a las elecciones del 3 de marzo de 2006 apoyado en su mano derecha, su jefe de prensa, José Nevado, y su mano izquierda, su consejero de la Presidencia, Luis Planas.
Tras ganar unos comicios que el propio PSOE daba por perdidos, que Planas se quedara fuera del nuevo Gobierno fue la gran sorpresa. Él mismo explicó que se debía a su “escasa capacidad de intriga”.
Tanto él como Nevado, abandonaron no sólo la primera línea de la política andaluza, sino la propia región. Nevado camino de Madrid y Planas de Bruselas. Describió su paso por el Gobierno andaluz, al frente de Agricultura primero y Presidencia después, como “una etapa muy dura, no exenta de algunas crispaciones fuertes e incomprensiones”.
No se refería a la alianza parlamentaria entre el PP e IU que acabó abocando a Chaves a anticipar las elecciones, si no a sus propios compañeros de partido, que abandonaro el barco al primer síntoma de zozobra pero que se apresuraron a volver en cuanto pasó la tormenta.