Francisco de la Torre, reelegido alcalde de Málaga

Francisco de la Torre es, nuevamente, el alcalde de Málaga. Ha sido elegido con los votos de los 14 concejales del PP, que ganó las elecciones, y los dos de Ciudadanos, con el que había llegado a un acuerdo suscrito a las diez y media de la noche del día anterior. Por el camino de la nueva investidura ha quedado Juan Cassá, hasta anoche portavoz de Ciudadanos en el ayuntamiento, y apartado sorpresivamente de la rúbrica. El acuerdo entre PP y Ciudadanos incluye más de un centenar de medidas para los próximos años. El partido naranja se integrará en el Gobierno municipal con la concejalía del área de Cultura y Deportes, además de asumir la responsabilidad del Distrito 11.

Durante los últimos días la incertidumbre por la ausencia de un anuncio de acuerdo entre PP y Ciudadanos había sido creciente, aunque había algo de impostura porque nunca hubo una posibilidad real de acuerdo alternativo. Si hubo emoción fue porque con la investidura de De la Torre el hasta ahora portavoz de Ciudadanos quedaba en una posición incómoda: ninguneado por la dirección autonómica y por el propio De la Torre en las negociaciones, y retratado por su promesa, finalmente incumplida, de no investir a quien llevara investigados en sus listas.

La defenestración de Juan Cassá desató las conjeturas, porque un voto al margen del criterio del partido podía decantar el gobierno municipal. No hubo sorpresas y De la Torre revalida la alcaldía, en la que está instalado desde que sustituyó a mitad de mandato a Celia Villalobos, en el año 2000. Siempre ha ganado las elecciones, aunque las últimas dos citas lo hizo sin mayoría absoluta. Si termina este mandato lo hará con 80 años.

El acuerdo de gobierno en Málaga tardó en llegar más de lo que el propio De la Torre quiso dar a entender cuando conoció el resultado electoral. En los primeros días tras su victoria, el regidor insistía en que no debería haber problema para ponerse de acuerdo con quien ya le había sostenido en peores circunstancias, cuando tenía 13 concejales en lugar de 14. Sin embargo los hubo, y la negociación se demoró hasta la noche del último día. Un clásico con De la Torre.

Puede que hubiese algo de puesta en escena en la demora, porque las direcciones nacional y autonómica del partido naranja ya habían dejado claro que el PP era el socio preferente. Hubiese tenido difícil explicar que sus dos concejales dejasen de apoyar a quien han sostenido durante cuatro años.

Pero además de las negociaciones sobre el reparto de competencias y los programas, había un escollo en la palabra dada. Juan Cassá, número 1 de Ciudadanos y hasta ayer portavoz en el ayuntamiento, había repetido en incontables en ocasiones que “evidentemente” no investiría un gobierno con investigados en sus listas. “Yo mismo firmo eso para mí porque son los principios éticos de Ciudadanos”, había dicho Cassá. Pues ahí está Francisco Pomares, número 7 del PP y concejal de Urbanismo, investigado en el caso Villas del Arenal.

La papeleta vino a solucionarla Juan Marín, acogiendo la tesis del PP: es decir, que Pomares no está investigado formalmente y que si lo está, no es por “corrupción política”. Hasta hace poco, a Pomares y a la también concejala Teresa Porras se les investigaba por posibles delitos de prevaricación, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos. Hoy solo se mantiene la investigación a Pomares por presunta prevaricación administrativa.

Soterramiento del eje litoral y candidatura a una exposición internacional

A las 10 y media de la noche, De la Torre y Noelia Losada firmaron el acuerdo. El tira y afloja acabó con De la Torre como alcalde, Pomares como concejal, Ciudadanos integrando un gobierno de coalición con el PP y Cassá relegado al ostracismo.

El acuerdo de gobierno incluye como actuación estrella el soterramiento del eje litoral desde el Paseo Marítimo a la Avenida Manuel Agustín Heredia, incluida en el programa del PP. También la propuesta de alojar una exposición internacional en torno a la innovación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en 2026. Otras son viejas conocidas: la semipeatonalización de zonas céntricas, el derribo del Astoria-Victoria, el Auditorio (que se retoma tras abandonarse en 2007), la actuación en los Baños del Carmen o el puerto deportivo en San Andrés.

También da prioridad a la prolongación del Metro al Parque Tecnológico y vuelve a dejar en el aire su extensión hasta el Hospital Civil, motivo de enfrentamiento entre De la Torre y la Junta de Andalucía socialista: “Nuestra postura será la de que, en caso de que se considere necesaria y viable su construcción, todo trazado sea subterráneo y nunca en superficie”.

Discursos contrapuestos: el triunfalismo frente a la situación de los barrios

De la Torre resumió esta y otras propuestas en un discurso triunfal: “Málaga ha sabido ganarse en estos 16 años un puesto modélico entre las ciudades españolas y europeas. Todo lo conseguido, que es mucho, nos debe servir de estímulo”. Ademas, el regidor sacó pecho de su apoyo popular “transversal”.

Por su parte, Noelia Losada apeló a una “responsabilidad que va más allá de las siglas”. Ciudadanos asume la concejalía de Cultura y Deportes, de singular importancia en Málaga por la apuesta por los museos. También el distrito de Teatinos, joven y dinámico, donde el partido ha obtenido buenos resultados. La concejala será Losada, mientras que Cassá podría asumir responsabilidades en la Diputación.

Daniel Pérez, candidato del PSOE, destacó las desigualdades en la ciudad, y afeó a Ciudadanos su apoyo al PP: “Dice ser el cambio y la regeneración de este país y en el camino sólo se ha dejado promesas ufanas y un concejal”. En una línea parecida, Eduardo Zorrilla, candidato de Adelante Andalucía, puso el acento en los barrios. “Málaga ha crecido y mejorado en muchos aspectos, es cierto, pero lo ha hecho de forma desigual. Las políticas de este gobierno no han beneficiado a la ciudadanía por igual. Los barrios han sufrido la dejación y el abandono”.

“Si hemos conseguido cosas que hace años sólo soñábamos, seremos capaces de realizar lo que soñamos ahora”, dijo De la Torre para cerrar la sesión constitutiva. Son las dos caras de Málaga: la lustrosa y ambiciosa que prometió su alcalde, y la de los barrios abandonados que describió la oposición.

Torremolinos: la exconcejala de Vox decanta un gobierno del PSOE

Si Málaga fue la cara para el PP, Torremolinos fue la cruz. Allí revalida mandato el socialista José Ortiz. Margarita del Cid (PP), que ganó las elecciones con nueve concejales, ha pagado con la alcaldía su enfrentamiento con Pedro Fernández Montes, antiguo líder de su partido y exalcalde. El concejal de Por mi Pueblo, el nuevo partido de Fernández Montes, dio su voto a Ortiz. También Lucía Cuín, la concejala que salió de Vox, apoyó al socialista.

En cambio, el PP suma a la capital los municipios de Marbella, Fuengirola y Estepona serán gobernadas por los populares. En Mijas, un recurso de Vox sobre a quién corresponde el acta de concejal obtenida por su partido retrasará hasta el 5 de julio una investidura en el aire por la enemistad que se profesan Ángel Nozal (PP) y Juan Carlos Maldonado (Ciudadanos).

El PSOE gobernará Cártama, Benalmádena, gracias al apoyo de IU, o Vélez-Málaga, con el soporte del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar, que empató a concejales (siete) con los socialistas y amagó con exigir un turno de dos años en la alcaldía.