El alcalde de Málaga se opone a retirar los honores al exministro franquista Utrera Molina
Lo que en un principio parecía que sería una decisión que el Ayuntamiento de Málaga adoptaría sin mayor discusión (la retirada de los honores de la ciudad a un exministro franquista) se ha convertido, por obra de unas declaraciones del alcalde, en piedra de toque para medir el grado de desapego de Francisco de la Torre hacia la memoria de José Utrera Molina.
La historia, resumida, es la siguiente: el lunes 15 de enero la Comisión de Memoria del Ayuntamiento acordó por unanimidad proponer al Pleno la retirada de las distinciones (Hijo Predilecto y Medalla de la Ciudad) a José Utrera Molina, exministro franquista y conocido falangista fallecido el año pasado. Al día siguiente, su hijo publicó una encendida carta en su blog personal, denunciando a los “miserables –y cobardes-” concejales que pretendían retirar los honores a su padre y al conocer la carta, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pidió a la oposición “renegociar” el acuerdo al que había llegado la Comisión de la Memoria, y que debía ser elevado a Pleno para que este lo aprobara como moción institucional.
El asunto parece ahora lejos de estar cerrado. La carta de Luis Felipe Utrera-Molina Gómez es una diatriba contra la decisión de los concejales. El hijo del exministro franquista se sintió dolido especialmente con la unanimidad de la propuesta. “Me pregunto si en el Pleno en el que se debata la propuesta se producirá una unanimidad clamorosa o habrá lugar para algún gesto de dignidad personal”, escribió, recordando que De la Torre estuvo presente en el acto de imposición de la Medalla a su padre, en 1975, y también en el entierro en 2017, cuando se acompañó el traslado del féretro con cánticos del Cara al Sol.
Utrera-Molina Gómez, abogado de profesión, dice en su carta que hay algunos concejales que “están más obligados por su biografía que otros” y que se reserva “el legítimo derecho a enviarles a algunos de los miembros de esa corporación una pluma de gallina para mostrarles de esa forma mi desprecio”. “Podrán los miserables –y los cobardes- retirarle los honores y oropeles del ayer. Pero no podrán empañar su recuerdo con la mugrienta grasa de su resentimiento”, escribió el hijo del exministro.
“Esa medalla no se la concedió Málaga por motivos ideológicos sino por una exigencia de gratitud”, según el hijo, que enumera algunas de las obras por las que debería guardársele tal gratitud, como “la ampliación del Carlos de Haya” y “la creación de ocho ambulatorios y agencias de la Seguridad Social y siete Hogares y una Residencia de Pensionistas”. Para Utrera-Molina Gómez, la retirada de honores sería un “agravio” “movido por el odio, en unos, o por la cobardía en otros”.
Distinción “por sus valores”
La carta tuvo inmediata respuesta del alcalde, que el miércoles llamó a la oposición a renegociar la decisión de retirar los honores. Las distinciones a Utrera Molina se deben a “sus valores, sus cualidades humanas y por su afecto a Málaga y su sensibilidad social”, dijo De la Torre a Sur. Fuentes del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Málaga explican a eldiario.es/Andalucía que “parte de las razones” expuestas por el hijo de Utrera Molina “deben ser consideradas” y que el alcalde nunca dio instrucciones para orientar el voto de los representantes del Partido Popular en la Comisión.
El alcalde se refirió también a la opinión que el secretario del Ayuntamiento manifestó en un Pleno de junio de 2016, que avalaría la tesis de que la distinción se extinguió con el fallecimiento de Utrera Molina. Sin embargo, el secretario no se refería exactamente al mismo supuesto, sino a cómo debía ejecutarse un acuerdo previo sobre la retirada de honores a Francisco Franco. Así consta en el acta del Pleno del 30 de junio de 2016, que puede consultarse en la web municipal. El acuerdo sobre el dictador había sido adoptado en noviembre de 2007 pero no se había ejecutado, de modo que en 2016 el Pleno aprobó instar al equipo de Gobierno a iniciar los trámites de ejecución. Es entonces cuando el secretario opinó que estaba “cumplido” con la mera adopción del Pleno en 2007, y que siendo un honor personal e intransferible no hacía falta comunicarlo a nadie porque la persona a la que se retiraban los honores, Francisco Franco, estaba evidentemente muerta.
En el caso de Utrera Molina no ha existido ningún acuerdo previo de retirada. No se trata de ejecutar, sino de adoptar un acuerdo similar al que se llegó en 2007 para el dictador. Fuentes del equipo de Gobierno interpretan que el artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica (el mismo al amparo del cual se retiraron las distinciones a Franco) establece la retirada de símbolos que exalten la sublevación, la Guerra Civil y la represión de la dictadura franquista, pero no los reconocimientos. “La legislación en vigor, tanto la norma nacional como la autonómica, no recogen una revisión ad personam de los reconocimientos”, entienden en el equipo de Gobierno. “De hecho, el espíritu de la normativa no es revisar la memoria colectiva sino reparar a las víctimas”, aseguran, antes de añadir que “la comisión tendrá que seguir trabajando y determinar cómo se concreta la aplicación de la Ley en Málaga”.
El inicio de este proceso tiene su origen en una demanda interpuesta ante la jurisdicción contencioso-administrativa por una asociación memorialista. El Ayuntamiento admite que contestó a esa demanda oponiéndose, aunque no ha explicado a este medio los argumentos por los que se opuso. El abogado ya avanzó a este medio que retirará la demanda si el Ayuntamiento acuerda retirar los honores a José Utrera Molina.