Ecologistas y asociaciones vecinales pararon este lunes la tala de árboles en la parcela donde está previsto levantar la futura Academia del Málaga Club de Fútbol. Las máquinas se presentaron a primera hora y encontraron con un activista haciendo guardia. Talaron varios eucaliptos, pero tuvieron que parar por orden de la Policía Local. “Hay permiso pero no en formato”, dijo el jefe policial. Los terrenos para la futura ciudad deportiva están en Arraijanal, una de las últimas zonas costeras sin urbanizar en la provincia. Los ecologistas advierten de que han interpuesto una denuncia ante Seprona por una tala sin autorizar hace una semana, mientras que el jefe de obra insistía este lunes en que cuentan con todos los permisos necesarios.
A las 12 del mediodía las máquinas habían parado y Rafael Doblas, el activista que ha trepado a los árboles para dificultar la tala, repone fuerzas. Lleva en este lugar una semana y hoy le han despertado advirtiéndole: “Vamos a talar todo esto. Yo cumplo órdenes”. Él les ha comentado que hay una denuncia a la que Seprona debe dar curso, interpuesta la semana pasada, y ha avisado a una decena de activistas, que han ido llegando al lugar. Entre otras, cargos electos como Isabel Jiménez, concejala de Málaga Ahora y Carmen Molina, militante de Equo y diputada de Podemos en el Parlamento de Andalucía, además de activistas de Ecologistas en Acción y miembros de asociaciones vecinales.
Arraijanal es una franja de terreno pegada a la playa donde está previsto construir un gran parque y de la ciudad deportiva del Málaga CF. Para hacer realidad este proyecto, la ciudad cedió gratuitamente durante 75 años más de 108.000 metros cuadrados, adquiridos a pequeños propietarios, a la Fundación del Málaga, presidida, igual que el club, por el jeque Al-Thani. Para hacerlo, el Ayuntamiento tuvo que sortear otro escollo: como la fundación no podía ser de utilidad pública, se modificó la norma que especificaba qué es una fundación de utilidad públicase modificó la norma que especificaba qué es una fundación de utilidad pública. Los portavoces de PP y Ciudadanos admitieron entonces que esta modificación legislativa se hacía para poder traspasar los terrenos a la Fundación que preside el jeque.
Superado ese obstáculo, y obtenida la autorización de la Junta de Andalucía, el ayuntamiento concedió al club la licencia de obras en junio de 2017. El proyecto contempla en una primera fase la instalación de cuatro terrenos de juego, aparcamientos para 300 coches, un edificio principal, grada, vestuarios y una nave.
Uno de los últimos tramos de la Costa del Sol sin urbanizar
Uno de los últimos tramos de la Costa del Sol sin urbanizarLa importancia medioambiental del lugar está en la singularidad de que es el último tramo de costa sin urbanizar en Málaga ciudad, y uno de los últimos en todo el litoral malagueño, a pocos metros de la desembocadura del río Guadalhorce, un entorno con un hábitat protegido de especies migratorias. A esto se suma el hecho de que se ha cedido, gratis, a unas personas privadas, por más que gestionen el club de fútbol más representativo de la ciudad.
La Agenda 21, el documento estratégico de la ciudad, recoge en varias ocasiones la necesidad de proteger Arraijanal. Además, el PGOU recoge que es un “Sistema General de Interés Territorial” sometido a especial protección, y documenta que debajo hay una villa y una necrópolis romana. Por eso, los ecologistas proponen que se recupere la idea original de construir la Academia del Málaga en los terrenos que el PGOU reserva para ello, en Puerto de la Torre. “Lo que pasa es que al jeque esto no le gusta”, lamenta Elisa Martínez, una arquitecta que hace años planteó una intervención respetuosa con el entorno de Arraijanal.
Martínez cree que debería cancelarse al menos la construcción de 3.000 metros cuadrados de oficinas, que necesitan cimentación. Sin embargo, Raúl Santos, jefe de obra de Bilba (la empresa encargada de las obras por ahora en marcha) explicó a este medio que contaban con todos los permisos exigibles, y que lo que pide la norma es que haya un arqueólogo cuando se actúe sobre una zona arqueológica, lo que, según él, no era el caso este lunes. Carmen Molina, bióloga de formación, cree que la urbanización del lugar supondrá una barrera al aporte de sedimentos y quedará expuesta a los temporales: “El aparcamiento y las oficinas es la punta de lanza para encementarlo todo. Estamos otra vez en lo mismo que en la burbuja”.
Un proyecto anunciado en 2011
Un proyecto anunciado en 2011Fue el propio Al Thani quien, al llegar al club en 2011, anunció que levantaría una academia para el fútbol base malagueño. En 2011, cuando el jeque parecía tener dinero para todo, el club pagó por que Unesco luciera en su camiseta, y la directora general del organismo, Irina Bokova, se presentó en Arraijanal para plantar un olivo.
Desde entonces, este ha sido otro de los proyectos frustrados del jeque, que acumula al fiasco de la ampliación del puerto de la Bajadilla (Marbella) una situación deportiva e institucional muy delicada. El Málaga es el último clasificado, está prácticamente condenado a Segunda División y el público exige cada vez con más fuerza que el propietario y sus hijos (consejeros con sueldo millonario en el club) se marchen. El problema es que ni siquiera pueden, porque un juzgado bloquea la venta de acciones del club en tanto que se aclare su propiedad. Una empresa reclama casi la mitad de las acciones, supuestamente vendidas por un apoderado del jeque.
Ahora, un proyecto de Al Thani parece avanzar, por primera vez en muchos años. El 15 de febrero se colocó simbólicamente la primera piedra y este lunes fueron las máquinas a talar, aunque se encontraron con la resistencia de los ecologistas. Una vez parada la tala, la constructora empezó a vallar el lugar.