El Ayuntamiento de Málaga ha aprobado, de manera definitiva y con una votación de seis a favor, cuatro en contra y una abstención en la comisión de Urbanismo, la modificación del Plan Especial del Sistema General Puerto de Málaga en la Plataforma del Morro. La aprobación condiciona la concesión de licencia urbanística para un complejo hotelero en las áreas B y E del Sector 2, con 45.000 metros cuadrados y 35+3 plantas, al acuerdo del Consejo de Ministros.
El documento de aprobación establece requisitos, como la autorización del Consejo de Ministros para la instalación en el dominio público portuario. Durante el debate, la portavoz del grupo Con Málaga, Toni Morillas, expresa su descontento: “Estamos en un día triste para la ciudad”, advirtiendo sobre el impacto patrimonial y visual del proyecto.
Morillas asegura que Con Málaga “va a ponerle todos los palos en la rueda, va a torpedear todos los trámites que quedan pendientes” y anuncia la presentación de un recurso de reposición. Critica el enfoque del equipo de gobierno, afirmando que están “empecinados” en favorecer a un fondo de inversión qatarí durante ocho años, “bordeando la legalidad”.
En contraste, el portavoz de la fuerza de extrema derecha Vox, Antonio Alcázar, justifica la abstención de su grupo y señala que están a favor de la torre del puerto, pero no en la ubicación propuesta. El concejal del PSOE, Mariano Ruiz Araujo, critica la “aberración” del proyecto y la falta de consenso ciudadano.
División política
La concejala de Urbanismo, Carmen Casero, celebra que la modificación del plan especial haya generado acuerdo entre la sociedad malagueña y los grupos políticos. Casero insta a la oposición a explicar su cambio de opinión y destaca que la última palabra la tendrá el Consejo de Ministros.
En respuesta, la portavoz de Con Málaga insta al PP a no abusar de su mayoría absoluta y realizar una consulta ciudadana. Casero insiste en la legalidad del proceso y en que la decisión final recae en el Consejo de Ministros. Daniel Pérez, portavoz municipal del PSOE, califica el proyecto como “una aberración” y destaca la necesidad de preservar la identidad de Málaga.
En resumen, la aprobación de la modificación del Plan Especial del Puerto de Málaga genera división entre los grupos políticos, con la oposición manifestando preocupaciones sobre el impacto del proyecto y el PP defendiendo su legalidad y beneficios para la ciudad. La decisión final queda en manos del Consejo de Ministros.