Antes de un Pleno matutino diseñado para colocarlo entre la espada y la pared, el alcalde de Málaga Francisco de la Torre (PP) ya había intentado zafarse de la emboscada: casi al alba, a una hora intempestiva para estas cosas, el ayuntamiento informó del cese del gerente de la empresa municipal de aparcamientos (Smassa), en el foco de la justicia por la presunta falsificación de firmas en la empresa y el presunto acoso a una funcionaria, que aseguró que la presionaron para cometer ilegalidades en una obra millonaria.
Para la oposición, que intuye “mordidas” en el sobrecoste de esas obras, fue una bomba de humo propia de un “cínico”; para el equipo de gobierno, un cese natural, que intentó justificar únicamente por la próxima reestructuración de la empresa municipal. La explicación hacía aguas porque justo este lunes el PP presentaba otra moción ensalzando los veinte años de la empresa municipal, incluidos los últimos cinco, dirigidos por el cesado Manuel Díaz. “¿Por qué lo cesa? ¿Por lo bien que lo ha hecho?”, le preguntaron.
El veterano De la Torre, que se dirige hacia el cuarto de siglo como regidor, afronta con este asunto uno de sus grandes escollos recientes. Lleva años instalado en una confortable popularidad, suficiente para propulsarle a la mayoría absoluta a poco que el ciclo político acompañe. Los problemas estructurales (falta de vivienda asequible, suciedad) apenas le arañan, y los escándalos, si los hay, pasan desapercibidos o se archivan en los tribunales.
Así que el asunto Smassa, con sospechas de acoso, prevaricación y hasta falsificación de documentos, es un cóctel potencialmente indigesto. La concejala de movilidad ya admitió “irregularidades” debidas a la “costumbre” (hoy dijo que se arrepiente de haberlo dicho), y el caso lo investigan dos juzgados de instrucción y la propia Policía. De momento, el alcalde lo afronta doblando la apuesta: “Smassa es la mejor empresa municipal de aparcamientos de España”, ha dicho este lunes durante un Pleno extraordinario convocado a petición del PSOE.
El PP lo ha contraprogramado con otra moción laudatoria de la empresa municipal, para la que se ha hecho acompañar de casi una decena de vecinos agradecidos por que en su barrio haya al fin aparcamiento municipal.
Pero entre medias, los socialistas han revelado un nuevo detalle: las declaraciones ante la jueza dejan claro que los dos peritos contratados por Smassa para defender la corrección de las obras alteraron a posteriori sus informes. Según los socialistas, justo después de reunirse con el gerente cesado.
Anuncio de cese dos horas antes del Pleno
El cese de Díaz, del que se informó mediante un comunicado remitido a la prensa a las 8:30, se anticipó en apenas un par de horas al Pleno extraordinario convocado por el PSOE, que en los últimos meses ha hecho de las presuntas irregularidades en Smassa su principal bandera política. El alcalde De la Torre había alargado hasta el máximo la convocatoria del Pleno, y finalmente lo hizo coincidir con el cese.
Sin embargo, De la Torre y su equipo negaron que la coincidencia temporal tenga alguna relación. “La salida se produce al decidir el Gobierno municipal que la sociedad de aparcamientos se integre en la Empresa Municipal de Transportes”, informó oficialmente el consistorio. El alcalde, que tomó la palabra en varias ocasiones para contestar al portavoz del PSOE, Daniel Pérez, se agarró a esa explicación para construir un discurso exculpatorio.
Según De la Torre, Smassa “ha trabajado muy bien” bajo la gerencia de Díaz, con el último gran servicio de las obras de un gran aparcamiento municipal en El Palo, en la zona este de la ciudad. El aparcamiento, situado bajo un colegio, estaba presupuestado inicialmente en 8,7 millones de euros y ha acabado costando al menos 11,8, una cifra que el PSOE eleva asegurando que dispone de documentación que sitúa el sobrecoste en el 38% en la primera fase y el 42% en la segunda.
De la Torre rebaja los sobrecostes al 26%, los defendió como normales en el contexto de la guerra de Ucrania, y señaló al PSOE por trasladar una “imagen negativa” de la empresa pública. También le advirtió de que las insinuaciones sobre “mordidas” y “corrupción” pueden valerle una denuncia por parte de las empresas adjudicatarias. “Ustedes se pasan de frenada”.
Dos juzgados de instrucción investigan ahora la denuncia de acoso de la técnico municipal y la aparente falsificación de firmas en el documento municipal que abrió la puerta a la contratación de las obras del aparcamiento. “Sobre dos denuncias han querido construir un discurso”, lanzó De la Torre al PSOE. “Son denuncias legítimas, pero la comisión externa [en realidad, comisionada por la propia Smassa] dice que no hay acoso y los informes de los técnicos dejan claro el buen trabajo técnico”.
23 modificaciones en los informes periciales sobre la obra
Ocurre que el PSOE, que está personado en los sumarios abiertos para investigar ambos asuntos, ha abierto hoy otra línea de agua en el discurso de De la Torre, precisamente apuntando a esos informes: para justificar que el precio de las obras era correcto, Smassa presentó ante el juzgado sendos documentos periciales de un arquitecto y un ingeniero. Cuando llegó la hora de ratificarlos, su abogado pretendió sustituirlos con otros dos nuevos, asegurando que la única modificación era la firma y que lo entregado inicialmente era un borrador.
No era cierto que solo faltara la firma. Los “nuevos” informes periciales contenían hasta 23 cambios, algunos de ellos sustanciales para eximir a la empresa pública de las irregularidades que se investigan. Mientras que el inicial decía que la modificación atribuida al incremento de precio de los materiales era del 4,2% y que superaba “evidentemente” el 3% marcado como límite legal, el segundo rebajaba el sobrecoste al 2,99%. Mientras que el primero decía que la modificación “no se origina debido a circunstancias sobrevenidas imprevisibles y tampoco se trata de una modificación no sustancial”, el segundo concluía todo lo contrario.
Cuando el pasado 13 de mayo la jueza les cuestionó por estas alteraciones, el ingeniero y el arquitecto respondieron con dudas. Y la jueza, con tono cortante, llegó a decirle a su abogado: “Ustedes han presentado un informe que no coincide”.
El capítulo añade otra pincelada al serial. En el expediente hay al menos un documento firmado mediante el copia/pega del pantallazo de una firma digital, no reconocida por su propietaria (una alta funcionaria municipal), quien lo denunció ante la Policía. Este documento, que sirvió luego para argumentar el sobrecoste, está elaborado el 15 de noviembre de 2023, pero las firmas digitales son de 2 de febrero de 2022.
El autor, como este medio pudo comprobar en los metadatos, es Alejandro Donaire, antiguo jefe de obras, quien dimitió hace apenas un mes. Fue la primera víctima política del caso. La segunda, el gerente Manuel Díaz, ha sido cesada hoy. Personaje controvertido, ya fue apartado por De la Torre en 2011 por su vinculación al caso Piscinas, luego archivado. El PSOE ha deslizado que el alcalde lo recuperó y lo ha protegido hasta ahora porque “le debe algo”.
“Cortina de humo”
La oposición advierte de que no se dará por satisfecha con el cese de Díaz. Cuenta con obtener munición política de la investigación judicial, mientras el PP pide, al contrario, que se pare la gresca mientras los juzgados investigan. Lo hace, incluso, presentando (y aprobando) una moción propia que ensalza los “logros” de la empresa pública y critica la labor de la oposición, a la que acusa de iniciar una “campaña de fango” que perjudica la imagen municipal.
Al contrario de lo que es habitual, fue el equipo de gobierno el que llevó a vecinos y comerciantes a valorar la importancia del aparcamiento para el barrio. “Bonita performance y bonito circo”, clamó Toni Morillas, de Con Andalucía, quien acusó el “simplismo galopante”: “Estoy segura de que quienes han venido no saben que no hablamos de la necesidad de que haya aparcamientos públicos e instalaciones deportivas, sino de un caso de presunta corrupción”. El PSOE lo calificó de “cortina de humo”. La maniobra fue afeada incluso por Vox, habitual aliado del PP.
De la Torre incluso acusó a la oposición de “no querer que Málaga avance”. Todos detectaron el ánimo de desviar la atención con la moción popular: 14 páginas con los “logros” de Smassa en los últimos 20 años, presentada justo cuando se investigan sus presuntas irregularidades, se convoca un Pleno para dilucidar políticamente el asunto y el mismo día que cesa su gerente.