Estepona inaugura un tobogán gigante pero dentro del Ayuntamiento: “la chorraera” se hace realidad

Hace ahora cuatro años, unos vídeos grabados en Estepona (74.493 habitantes) se asomaron a las televisiones de España. Señoras y niños se deslizaban a toda velocidad por un larguísimo y empinado tobogán hasta dar con sus huesos en la arena. “¡Uy, las bragas, mi madre!”, se escuchaba decir a una mujer, alarmada por el trance de su parienta. El tobogán, que unía calles a diferente altura salvando un importante desnivel, fue clausurado un día después de su inauguración por los daños que sufrieron algunos vecinos.

Sin embargo, algunos responsables municipales, con el alcalde José María García Urbano (PP) a la cabeza, no se han rendido en este tiempo. Han madurado la idea, de modo que este viernes Estepona inaugura un nuevo Ayuntamiento cuyas plantas cuarta y quinta estarán unidas por lo que en Málaga se conoce como chorraera.

Estas dos plantas están destinadas a su ocupación por trabajadores municipales. Cada una cuenta una docena de despachos individuales, una zona de trabajo común, sala de reuniones y aseos. La previsión es que sean ocupadas por 200 trabajadores municipales, según el proyecto que ha podido consultar este medio. Ellos son los usuarios potenciales del nuevo tobogán.

La estructura, de la que desde hace días circulan fotos y vídeos de móvil en móvil, sigue siendo metálica, pero esta vez es cerrada. Discurre haciendo un looping hasta finalizar en una moqueta verde. Curiosamente, aunque aparece en los planos como una especie de nudo, no está descrita en la memoria del proyecto básico de ejecución del nuevo edificio, suscrito por la arquitecta municipal de Estepona.

“La ciudad y los vecinos tienen necesidades más importantes que cubrir con dinero público”, protesta Emma Molina, portavoz municipal del PSOE, que denuncia que, al aparecer en los medios por este tipo de noticias, el alcalde “está convirtiendo a Estepona en algo de cachondeo”. “Quiere convertir la ciudad en un parque temático, y se está perdiendo la esencia de la ciudad, que debería ser conocida por su patrimonio histórico y natural”, añade.

Un nuevo edificio “sostenible” de 13,5 millones de euros

La nueva sede municipal servirá para aglutinar en un solo edificio dependencias hasta ahora dispersas en diferentes espacios, incluyendo unos locales municipales que el Ayuntamiento ha vendido a precio de saldo (una cuarta parte de su valor real) a una empresa que mantiene vínculos societarios con el alcalde y con el marido de la concejala de Obras, según el Registro Mercantil, tal y como ha desvelado este medio.

El edificio tiene 13.068 metros cuadrados distribuidos en siete plantas, más baja, entreplanta y sótano destinado a aparcamientos, y está en la Glorieta José Tomás, en una ubicación muy céntrica. La obra fue adjudicada en marzo de 2020 a Aguas, Caminos y Puentes, S.L. por 13.482.414,57 euros, IVA incluido.

El Ayuntamiento hace especial hincapié en que se trata de un edificio energéticamente sostenible que apuesta por “fuentes renovables y soluciones bioclimáticas”. Desde fuera, lo más vistoso es la celosía exterior, blanca y luminosa, que cubre la mayor parte de la fachada acristalada, y que servirá como protección ante la radiación solar, ahorrando consumo energético, según el Consistorio. En su cubierta se han instalado paneles fotovoltaicos, con los que se espera cubrir la totalidad de la demanda eléctrica.

Inauguración a las puertas de unas nuevas elecciones

La inauguración de un nuevo tobogán trae a colación el recuerdo de aquel otro instalado en mayo de 2019. El alcalde lo definió entonces como “el tobogán más grande del mundo”: 35 metros de un tubo que recordaba, por su forma e inclinación, a los que se usan para arrojar escombros de obra. Solo que aquí, la chorraera escupía personas a velocidad de bobsleigh. El Ayuntamiento acusó a algunos usuarios de ponerse en riesgo tirándose mal.  

Para salvar la diferencia de altura entre las calles Sofía y Eslovaquia, el tobogán tenía una inclinación de 31 a 34 grados, 60 centímetros de anchura y formaba “curvas adaptadas al terreno con peraltes de 18 centímetros”. Una especie de scalextric, sometido a las normas de seguridad en parques infantiles, a pesar de que estaba abierto a su uso por personas de todas las edades.

Aquel tobogán se inauguró a las puertas de unas elecciones municipales, igual que ahora ocurre con el edificio y con la torre sociocultural, la más cara de la historia del municipio, que se inaugura el 30 de marzo con un sobrecoste reciente de 1,8 millones de euros. Tan cerca estaban los comicios cuando estrenó el tobogán original, que la Junta Electoral prohibió a García Urbano llamar inauguración a lo que era una inauguración. La obra no pasó por el Pleno y costó 28.662,20 euros.

Está previsto que a la inauguración del nuevo Ayuntamiento de Estepona acuda el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. Se desconoce todavía si hará uso de la chorraera.