La invasión de Ucrania pone en cuestión la continuidad de la franquicia del Museo Ruso en Málaga
A la política museística emprendida en los últimos años por el ayuntamiento de Málaga le ha salido una arista que pocos previeron: la guerra emprendida por Rusia al invadir Ucrania. La ciudad paga cada año unos 400.000 euros por las exposiciones que organiza la Colección del Museo Ruso en su sede malagueña. Se trata de un dinero que viaja de las arcas municipales a la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo, que es de naturaleza estatal.
Ahora, la continuidad o no de esta colaboración, al menos en sus próximas exposiciones, ha desatado una tormenta política a cuenta de la visión contrapuesta que tienen el alcalde, Francisco de la Torre (PP), y Noelia Losada, concejala de Cultura (Ciudadanos). El primero está a favor de mantener la colaboración, al menos por ahora. La segunda ha sido tajante en los últimos días: la próxima exposición debería quedar en suspenso para evitar transferir dinero público de las arcas de la ciudad al Museo Estatal Ruso.
A la polémica se ha sumado este miércoles la oposición. El PSOE ha pedido al alcalde “deponer las transferencias” de la ciudad al museo y devolver la Medalla Pushkin, que le fue entregada en 2018 por Vladímir Putin. Ya el jueves por la mañana, Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y presidente del PP andaluz, ha pedido a De la Torre que “reflexione” acerca del mantenimiento de la medalla, en una entrevista en Más de Uno de Onda Cero. “Es una foto tremendamente incómoda”, ha admitido Moreno, en relación a la foto de la entrega de la medalla, que estos días ha recobrado la actualidad: “Los símbolos y los gestos también suman en esta lucha por aislar a Putin”.
Discrepancias entre el alcalde y la concejala de Cultura
La convergencia entre el principal partido de la oposición (PSOE) y la concejala que ha sido sostén indispensable del gobierno municipal los últimos tres años puede poner en un aprieto a De la Torre. Losada expresó su malestar con un hilo publicado en Twitter la tarde del martes. “No soy partidaria de transferir dinero al Museo Estatal Ruso mientras que dure la invasión de Ucrania”, dijo, antes de explicar cómo funciona el acuerdo que mantienen la Colección y la ciudad desde 2015: “Aquí no se abona canon, sino que se paga por exposición. La actual está pagada. La próxima debe quedar en suspenso. La postura política que debemos adoptar debe ser inequívoca”. Este miércoles ha insistido, tras defender al museo y sus contenidos: “No debemos hacer transferencias de dinero a la administración pública rusa. No, mientras siga la invasión a Ucrania”.
La concejala aboga por mantener abierto el museo, localizado en un espacio municipal (la antigua Tabacalera) y con trabajadores municipales, sin aclarar con qué contenido.
Losada obtuvo respuesta de De la Torre al mediodía del miércoles. El regidor sigue abogando por la continuidad de las exposiciones, pues de lo contrario la ciudad estaría “perdiendo nivel cultural”. Ya hace dos días dijo que era bueno mantener las exposiciones porque la cultura es “el mejor antídoto contra la barbarie”, y pidió distinguir entre “el pueblo ruso y el arte ruso y los gobernantes de Rusia”. Según De la Torre, su postura en favor de mantener el normal desarrollo del acuerdo con el museo estatal ruso no es incompatible con “apoyar todas las medidas de sanciones económicas y apostar porque estas fuercen las negociaciones y alcancen la paz cuando antes”.
El argumento no convence al principal partido de la oposición. El PSOE ha pedido la convocatoria de una Junta de Portavoces en la que se acuerde cancelar las transferencias de crédito. Acusa al alcalde de “equidistancia política” y “tibieza”. “No tiene ningún sentido estrechar lazos con el gobierno ruso cuando está llevando a cabo una masacre de civiles”, opina Daniel Pérez, portavoz municipal socialista: “Málaga no debe demostrar temores ni remordimientos a la hora de condenar esta masacre y cortar el lazo económico con el gobierno ruso a través del museo instalado en Tabacalera”. Unidas Podemos mantiene silencio.
Fecha límite: 24 de abril
La cuestión deberá ser resuelta pronto. En la actualidad, el museo tiene en cartel cuatro exposiciones: la anual es, cruel ironía, Guerra y paz en el arte ruso. Estas muestras concluyen el 24 de abril, cuando deberían ser renovadas. Aún no se ha anunciado cuáles serían las que las sustituirían. En su caso, deberían ser objeto de un nuevo pago.
El alcalde parece confiar en que para esa fecha la guerra iniciada con la invasión de Rusia a Ucrania habrá terminado. “Espero que esté todo recuperado pronto”, ha dicho este miércoles.
La otra salida posible es que las sanciones impuestas por los países europeos a Rusia y sus dirigentes hagan imposible la continuidad de la actividad habitual de la franquicia. Así lo ha dejado caer De la Torre: “Esas sanciones van a permitir o no el desarrollo de la normalidad de las obras que vienen y cómo las pagamos”. Rusia ya ha sido excluida del sistema Swift, que rige habitualmente las transferencias bancarias internacionales.
La Medalla Pushkin y declaraciones en Twitter
Al alcalde le persigue también una foto: en un acto celebrado en el Kremlin, Vladímir Putin le impuso la Medalla Pushkin en noviembre de 2018. Se trata de un reconocimiento discrecional de Rusia, concedida para poner en valor el desarrollo de los vínculos culturales entre Rusia y España. Tanto el PSOE como Verdes Equo Andalucía (sin representación municipal) han pedido al alcalde que la devuelva. Verdes Equo entiende que mantener una medalla impuesta por un gobernante “manifiestamente sátrapa y sanguinario” supone “todo un desdoro” para Málaga. De la Torre no está por la labor: considera que simboliza la cultura del pueblo ruso, y no la actuación de sus gobernantes. “Distingo entre el pueblo de Rusia y un gobernante que no sintoniza con lo que el pueblo quiere”.
La postura del alcalde en torno a la continuidad de la actividad habitual del museo y la medalla se suma a un tuit que escribió dos días después de que comenzara la invasión rusa, y que generó polémica. “Si la UE no puede ayudar militarmente a Ucrania por evitar una hecatombe mundial, debiera animar al gobierno ucraniano a ofrecer su neutralidad a cambio del respeto a su independencia y a su sistema democrático. La UE quizá debiera haber ido en esa dirección hace ya tiempo”.
El tuit fue complementado a la mañana siguiente: “Ello no significa que dejen de aplicarse las sanciones económicas y financieras ya aprobadas u otras más duras si la agresión rusa toma un cariz más brutal y sangriento aún. Una invasión de un país vecino no puede quedar impune. Es bueno que la comunidad internacional lo sepa”.
El alcalde también ha ofrecido estos días espacios municipales para albergar a refugiados ucranianos, y ha adelantado que la ciudad podría acoger unos 200.
Tercera provincia en ucranianos censados
El asunto puede ser también sensible para la nutrida población ucraniana residente en Málaga. En la provincia hay 11.453 censados, según el INE. Es la cuarta con mayor número de ucranianos registrados, solo por detrás de Madrid y Barcelona, y prácticamente igualada con Alicante. También hay una notable presencia de ciudadanos rusos: 7.348 censados, a los que se suman miles de visitantes cada año, que acuden especialmente atraídos por Marbella y la Costa del Sol.
En su política cultural basada en atraer franquicias de museos de renombre, Málaga se hizo con una sede del Museo Ruso en marzo de 2015, casi a la vez que incorporaba una sede del Centro Pompidou. El acuerdo tenía una vigencia de diez años, pero en 2021 se hizo efectiva la cláusula de renovación hasta 2035. En este tiempo ha acogido obras de la imponente colección del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo, la mayor colección de arte ruso del mundo, con más de 400.000 obras. El museo ha acercado al público local, a la nutrida colonia de residentes rusos y a los turistas exposiciones muestras sobre las vanguardias rusas, la potente cartelería soviética o artistas como Chagall, Malévich o Kandinsky. Ha albergado también más de 600 actividades.
Aunque las exposiciones están comisariadas por el museo estatal, de la gestión del espacio se encarga una agencia municipal, responsable también del Centro Pompidou y de la Casa Natal de Picasso. Antes de la pandemia, el museo venía registrando cifras ligeramente por encima de los 80.000 visitantes anuales. Su mejor año fue 2016, con 116.897 usuarios. Después, empezó un lento declive, y la pandemia le asestó un duro golpe, como a los demás museos: en 2020 (último año con cifras publicadas) se quedó en 31.674. Hasta mayo del año pasado habían pasado por él algo más de medio millón de visitantes.
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