La izquierda malagueña parece condenada a no entenderse. Los dos proyectos de confluencia avanzan al mismo ritmo, pero en paralelo, como si nunca fueran a tocarse. Este sábado se ha celebrado una asamblea convocada por Podemos, Izquierda Unida, Iniciativa Andalucía, Alternativa Republicana, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza. Es la asamblea en la que también participan sindicatos y otros colectivos sociales. Málaga Ahora rechazó acudir en una carta pública, y lidera otro proceso asambleario que tiene su encuentro el 24 de enero.
Ambas estructuras se arrogan la etiqueta de la confluencia. “Juntas por Málaga. Asamblea ciudadana por la confluencia” era el lema del encuentro celebrado este sábado con el amparo de Podemos e IU. El otro espacio, liderado por Málaga Ahora, pretende ser la “confluencia ciudadana municipalista”, y se integrará en Municipalistas, una red que integra candidaturas en Bilbao, Córdoba o Pamplona, entre otros municipios.
Durante meses, estos dos espacios han amagado con converger, se han invitado públicamente a sus respectivos procesos, se han hecho desplantes (también públicamente) y han celebrado algún encuentro. En realidad, las posibilidades siempre fueron mínimas porque los planteamientos de partida dejan poco resquicio, y así lo reconocen fuentes en ambos espacios.
En Málaga Ahora dicen tener unos principios irrenunciables para integrarse en cualquier confluencia: que la integren personas, “sin organizaciones en su seno”; primarias abiertas sin listas ni orden previo; consenso para la toma de decisiones; y la “ética como un asunto prioritario”. Sólo después de configurarse se definiría la marca y forma jurídica de la confluencia. El método y la forma de confluir importa mucho, vienen a decir.
La confluencia en la que participan IU y Podemos arrancó este sábado con la constitución de varios grupos de trabajo. Hay también organizaciones sociales, colectivos en lucha y sindicatos, pero los partidos no quedarán diluidos en ella. Podemos está ultimando sus primarias, de las que saldrán sus candidatos a otro proceso dentro de la confluencia, aún por perfilar. Todo el proceso debería terminar a finales de febrero o principios de marzo, según Alberto Montero, Secretario General de Podemos Málaga.
En realidad, la hoja de ruta de este espacio está preconfigurada en un documento de en Adelante Andalucía. Este protocolo para las elecciones municipales, al que ha tenido acceso eldiario.es Andalucía, establece unas bases en las que no encajan las exigencias de Málaga Ahora. Por ejemplo: si hay primarias conjuntas, el documento exige que los candidatos se elijan con el método Dowdall o confrontando listas cerradas en un sistema proporcional. Si hay primarias por separado (como está ocurriendo), se establece que habrá una negociación posterior entre organizaciones.
Otro ejemplo: el nombre de la marca será Adelante Andalucía, al que se añade el nombre del municipio y el de las organizaciones que participen. Es decir, Podemos, Izquierda Unida y el resto, que en Málaga son otras cinco. El motivo de optar por esta fórmula es facilitar la obtención de diputados provinciales, para lo cual conviene tener una marca común.
“Son tan partido como IU”
Ambos espacios se piden “generosidad”, pero ninguno cede. Remedios Ramos, concejala de Málaga para la Gente-IU, pide “generosidad”, y dice que “lo lógico es que vayan de la mano de las organizaciones: si lo que te mueve es el cambio en Málaga, no puedes ir contracorriente”. Por su parte, también Málaga Ahora ha pedido a los partidos que tengan “la generosidad de dejar a un lado posibles intereses e identidades de partidos” para “diluirse” en una confluencia ciudadana que asimilan a Ahora Madrid o Barcelona en Comù.
Alberto Montero ha dicho este sábado que no comprende los argumentos de Málaga Ahora para rechazar la integración. Lo que plantea Málaga Ahora es que al traspasar el umbral de la asamblea, la lógica política sea puramente ciudadana y basada en el consenso, sin las ataduras y peajes de la estructura de partidos. Montero responde que eso es irreal. “Alguien que se integra en una lógica de partidos viene a decir que partidos no…”, comenta.
“El escollo está en que ellos dicen que no son un partido, y sí lo son y como tal concurren a las elecciones y se van a presentar. Ahora mismo son tan partido como Equo, como IU, como Alternativa Republicana, como Podemos… Se han presentado como partido, no como agrupación de electores ni la voz del barrio”, opina Remedios Ramos.
La imposibilidad de un acuerdo obligaría al votante a elegir entre dos espacios de izquierda que han compartido personas, y que reconocen objetivos y modelos de ciudad muy similares. La fuerza de Málaga Ahora es, sobre todo, su experiencia de cuatro años en el Ayuntamiento, donde irrumpieron con cuatro concejales en parte gracias al apoyo de Podemos. Ese apoyo ya no lo tienen, y está por ver su fuerza electoral sin él.
En estos cuatro años, Málaga Ahora ha tejido también una red de apoyos entre colectivos y activistas. “Ahí hay activos que son muy valiosos, e Ysabel Torralbo ha hecho una buena labor de portavoz municipal de su espacio político”, admite el secretario general de Podemos.
De momento, ambos espacios caminan en paralelo, y ninguno amaga con desviarse mínimamente, pese a que formalmente no han dejado de invitarse a asambleas.