A juicio la procesión del santo chumino rebelde del 8M de 2013: “Pretendía hacer mofa de los dogmas más sagrados”
El 8 de marzo de 2013 se celebró en Málaga una manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer, en la que varias mujeres participaron portando por las calles del centro una gigantesca vulva de plástico. Llamaron al acto la procesión del Santo Chumino Rebelde, al que rindieron pleitesía: “¿Qué se le dice al coño insumiso? Guapo, guapo, guapo”.
Está previsto que este miércoles, siete años y medio después, se celebre el juicio contra una de aquellas mujeres, Elisa Mandillo. La Asociación ultracatólica Abogados Cristianos la acusa de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia y de un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos. Pide que se le imponga una pena de 12 meses de prisión y 24 de multa. La Fiscalía, que comparte parcialmente las conclusiones de la asociación, la acusa de un delito contra los sentimientos religiosos y pide que pague una multa de diez euros diarios durante diez meses.
La fiscal María Teresa Verdugo, titular de la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación en Málaga, cree que la manifestación “pretendía hacer mofa de los símbolos y dogmas más sagrados” de los católicos, y que Mandillo y sus acompañantes lanzaron proclamas que “trataban de atacar las verdades inmutables que constituyen la base de la Fe Católica”. Las manifestantes leyeron un credo (“Creo en mi coño todopoderoso, creador del cielo y la tierra…”) y reprodujeron una oración que emulaba el Ave María (“Diosa te salve, vagina, llena eres de gracia…”). Según el escrito de la fiscal, tenían la finalidad de “ridiculizar” los dogmas católicos.
Por su parte, la Asociación Abogados Cristianos acusa además a Mandillo de un delito de odio. En su escrito la asociación hace un relato de los hechos impersonal. “Se recreó una procesión de Semana Santa escenificada en tono de burla”, “se realizaron” proclamas como “hay que quemar la Conferencia Episcopal” o “la Virgen María también abortaría” y “se pregonaron” versiones vejatorias de oraciones cristianas. “También se leyó un manifiesto que consta en autos”.
Después, atribuye a Mandillo haber “participado activamente vestida como manola”, lanzando esas proclamas, “profiriendo amenazas” e “incluso portando un altavoz”. “En definitiva, en la cabecera de la procesión y dirigiendo la misma”.
Una manifestación contra la “contrarreforma” de la ley del aborto
“Allí había mucha gente. Yo me puedo hacer responsable de lo que dije”, señala Mandillo, que recuerda que el objetivo de la manifestación era protestar contra la propuesta de reforma de Ley del Aborto. “No era una fiesta religiosa ni nada por el estilo. Yo no hablé de los creyentes”, explica la acusada a eldiario.es/Andalucía: “El contexto era la propuesta de ley de Gallardón. Pretendía que retrocediéramos 30 años en derechos reproductivos. La intención era que la reforma no se llevara a cabo, no otra”.
Hace siete años y medio Alberto Ruiz Gallardón era ministro de Justicia en el primer Gobierno de Mariano Rajoy. Su proyecto estrella era reformar la Ley del Aborto, pero aquel anteproyecto, que acabó siendo la tumba política de Ruiz Gallardón, era en realidad una contrarreforma, pues arrumbaba a un rincón de la historia a la ley de plazos de 2010 y planteaba un retorno a posiciones previas a la ley de 1985. El aborto dejaba de ser un derecho para convertirse en un delito si se realizaba fuera de los dos supuestos de la norma: “Menoscabo importante y duradero” para la salud física o psíquica de la mujer, y violación.
La oposición salió en tromba frente al proyecto y el Gobierno acabó desechándolo. Y en este contexto se produjeron manifestaciones en muchos lugares de España, y algunas incluyeron performances o elementos simbólicos alusivos a la influencia de la Iglesia Católica en la reforma que se estaba proponiendo. En Málaga hubo manifestaciones durante muchos viernes de la primavera de 2013.
Un retraso de siete años y medio
La procesión del santo chumino rebelde se celebró en Málaga en marzo de 2013 y fue replicada más de un año después en Sevilla, en la procesión del coño insumiso de mayo de 2014. Un mes después, en junio de 2014, la asociación Abogados Cristianos presentó en Madrid una querella conjunta por ambas procesiones.
Esta asociación radicada en Valladolid ha interpuesto en los últimos años varias querellas con notable ruido mediático: contra clínicas que practican abortos; contra Willy Toledo, por insultar a Dios y a la Virgen; contra el artista Abel Azcona, quien denunció en una exposición con hostias consagradas la pederastia clerical; contra la directora general de la Guardia Civil por permitir un escudo de la Guardia Civil con la bandera LGTB; o contra las “procesiones” en manifestaciones feministas. Hasta ahora no ha logrado sentencias de condena.
Las investigaciones por las procesiones acabaron en Sevilla y en Málaga. En Sevilla, el juzgado de lo Penal 10 absolvió a las tres acusadas en octubre de 2019. “Puede ser considerada como una mamarrachada o no, que puede ser compartida o no”, concluyó el juez, pero la procesión tenía una finalidad concreta: el “intenso debate social” de aquellas fechas sobre la reforma de la regulación del aborto. Y no, como aseguraba la acusación, “ofender los sentimientos religiosos”. La sentencia fue recurrida por dicha asociación.
En Málaga, las cosas fueron más lentas por la dificultad de poner nombre a las participantes, que la querella no identificaba. Inicialmente la causa se archivó, pero se reabrió meses después, cuando la Policía reconoció a Elisa Mandillo por unos carteles y por su actividad en redes sociales: Mandillo se había presentado como número seis de la candidatura municipalista Málaga Ahora en las elecciones de 2015.
Mandillo declaró ante el juez de instrucción en abril de 2016, y fue acusada por la Fiscalía y de Abogados Cristianos en noviembre. El asunto llegó a comienzos de 2017 al juzgado de lo penal 10, que no fijó fecha de juicio hasta septiembre de 2019. En marzo, fue suspendido porque uno de los policías propuesto como testigo estaba aquel día en Pakistán, según se dijo.
“¿Se puede ofender alguien? Claro, como nos ofendemos todos”
Aquel día, Polonia Castellano (presidenta de Abogados Cristianos) insistió en que las procesiones utilizaron a las mujeres como “pretexto para ofendernos”. “¿Qué tiene que ver tergiversar el credo y el Ave María con el Día Internacional de la Mujer?”.
Para Amanda Romero, abogada de Mandillo, hay una diferencia entre proteger el derecho fundamental a la libertad religiosa y proteger los “sentimientos íntimos asociados a esa libertad religiosa”, como pretende la acusación: “Esto apela a un ámbito subjetivo que puede llevar a que cualquier persona que se sienta ofendida se sienta en el derecho de interponer una querella”
“Llevo con esto desde 2016 y te trastorna un poco”, comenta Mandillo. “No es agradable que te acusen de algo por lo penal. ¿Se puede ofender alguien? Claro, igual que nos ofendemos todos, pero no vamos por lo penal porque me ofenda. Pero esto da fuerza al movimiento feminista y no nos achanta. Estoy yo sola, pero nos juzgan a todas”.
6