El juicio contra la única acusada por participar en la procesión del chumino rebelde de Málaga en 2013 iba a celebrarse este miércoles, pero fue suspendido por la ausencia de un policía propuesto como testigo. Según se dijo, el agente estaba en Pakistán, de modo que el juez prefirió fijar una nueva fecha: el juicio será, si nada lo impide, el próximo 14 de octubre.
La causa tiene su origen en una manifestación celebrada hace siete años con motivo del Día Internacional de la Mujer. La asociación Abogados Cristianos pide que se condene a Elisa Mandillo, única acusada, a doce meses de prisión y veinticuatro de multa por un presunto delito de provocación a la discriminación al odio y a la violencia y otro contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos. Es la misma asociación que denunció a tres participantes en la procesión del coño insumiso en Sevillacoño insumiso (absueltas) y a Willy Toledo, que las defendió (también absuelto). La Fiscalía pide diez meses de multa, a razón de diez euros diarios.
La suspensión del juicio, que debía celebrarse a las puertas de una nueva jornada de reivindicación feminista, generó frustración en la acusada y entre las mujeres que acudieron a los juzgados para apoyarla. Algunas participaron en la procesión por la que Mandillo se sienta en el banquillo de acusados, hace ya siete años.
Una procesión hace siete años
El 8 de marzo de 2013 se celebró en Málaga una manifestación por el Día Internacional de la Mujer. Eran tiempos en que Alberto Ruiz-Gallardón, entonces ministro de Justicia, pretendía reformar la Ley del Aborto. Varias mujeres participaron en la manifestación transportando por las calles del centro una gran vagina de plástico ataviada con símbolos religiosos, a la que reverenciaron a la manera en que se hace con los tronos de la Semana Santa. “¿Qué se le dice al coño insumiso? Guapo, guapo, guapo”, le decían. Se trataba de una acción simbólica para denunciar la influencia de la Iglesia en la reforma de la ley, que nunca llegó a promulgarse y acabó provocando, meses después, la dimisión de Ruiz-Gallardón.
La procesión malagueña del santo chumino rebelde de 2013 fue replicada en Sevilla en la procesión del coño insumiso de mayo de 2014. Poco después, en junio de 2014, la asociación Abogados Cristianos presentó una querella conjunta por los hechos de Sevilla y los de Málaga. Lo hizo en Madrid, que remitió la querella a Málaga, que a su vez se inhibió para lo relativo a la manifestación sevillana. Esto provocó un primer retraso.
Reabierto porque identificaron a la acusada en los carteles electorales
Desde el comienzo se planteó la dificultad de identificar a las personas que participaban en la procesión. En el caso de Málaga circuló un vídeo donde se observan los cánticos, pero la querella no identificaba a nadie, por lo que fue inicialmente archivada. Sin embargo, se reabrió meses después, cuando la Policía reconoció a Elisa Mandillo como una de las personas que aparecía en el vídeo megáfono en mano. Mandillo concurrió como número seis de la candidatura municipalista Málaga Ahora, en las elecciones de 2015 y era parte de los carteles electorales de la formación. Fue entonces cuando la Policía la identificó.
Mandillo prestó declaración ante el juez de instrucción en abril de 2016, más de tres años después de la manifestación. En noviembre de 2016 se emitieron los escritos de acusación de Fiscalía y de Abogados Cristianos, y el asunto llegó al juzgado de lo penal 10, encargado de celebrar juicio, a comienzos de 2017. Allí ha permanecido parado y sin fecha de juicio hasta septiembre de 2019, cuando se fijó el 4 de marzo de 2020, fecha que ahora se pospone hasta octubre de 2020.
Para Amanda Romero, abogada de Mandillo, esta dilación “supone alargar una pena de banquillo injusta”. “Es un problema de agenda de los juzgados en general y de este en particular”, apunta la letrada, que se ha opuesto a la nueva suspensión porque entendía que el policía debía acudir a testificar para ratificar que Mandillo aparece en el vídeo, lo que la acusada no niega.
Fiscalía: “Atacar las verdades inmutables de la Fe Católica”
El juicio contra la procesión del chumino rebelde vuelve a suscitar una cuestión resuelta en el caso de Sevilla con la absolución de las acusadas (si bien Abogados Cristianos ha presentado apelación). Igual que en aquel caso, la Fiscalía pide condena. Según el escrito de María Teresa Verdugo, titular de la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación en Málaga, la manifestación “pretendía hacer mofa de los símbolos y dogmas más sagrados” de los católicos.
La fiscal cree que Mandillo y sus acompañantes profirieron proclamas que “trataban de atacar las verdades inmutables que constituyen la base de la Fe Católica”. También leyeron un texto que imitaba el credo con la finalidad de “ridiculizar” los dogmas católicos, según la fiscal (“Creo en mi coño todopoderoso, creador del cielo y la tierra…”) y reprodujeron una oración que emulaba el Ave María (“Diosa te salve, vagina, llena eres de gracia…”).
La fiscal parece coincidir en su valoración con la asociación ultracatólica que presentó la querella. “De lo único que se trata es de atacar a los católicos y hacer escarnio”, señala Polonia Castellano, la abogada de Abogados Cristianos. En su opinión, las procesiones utilizaron a la mujer como “pretexto para ofendernos” y pide a los no católicos que se pongan en el lugar de los creyentes y “que piensen que se está haciendo escarnio o mofa de lo más sagrado”. “¿Qué tiene que ver tergiversar el credo y el Ave María, con el Día Internacional de la Mujer?”, se pregunta.
Por su parte, Amanda Romero (abogada de Mandillo) resalta la diferencia entre proteger el derecho fundamental a la libertad religiosa y proteger los “sentimientos íntimos asociados a esa libertad religiosa”, como pretende la acusación: “Esto genera una enorme inseguridad jurídica, porque apela a un ámbito subjetivo que puede llevar a que cualquier persona que se sienta ofendida se sienta en el derecho de interponer una querella”.
Para Romero, la procesión se realizó en ejercicio de la libertad de expresión, y señala que es “significativo” que ninguna otra organización, incluyendo la Iglesia, protestara por esta acción: “Entendemos que han sabido comprender que, más allá de que les pueda resultar incómodo o molesto, se hace en ejercicio de la libertad de expresión y en el contexto de una manifestación por el 8 de marzo, con un carácter marcadamente político y reivindicativo”.