El primer tren directo entre Málaga y Granada: un día “histórico” para dos provincias “hermanas”

Dos ciudades hermanas están desde hoy un poco más cerca. Granada y Málaga cuentan por primera vez con una conexión directa y de alta velocidad por tren. Desde ahora, habrá dos viajes diarios por sentido sin transbordo a mitad de trayecto, como era inevitable hasta ahora: a las 7.40 y a las 18.50 saldrá de Granada, y a las 9.25 y 20.25, de Málaga. Se tardará una hora y diez minutos y para cumplir con su obligación de servicio público suscrita con el Ministerio de Transportes, Renfe aumentará a tres los trayectos diarios directos por sentido. Aún no da fechas de cuándo ocurrirá esto, que permitiría regresar a ambas ciudades a mediodía sin tener que esperar a la tarde/noche.

Más de ocho décadas lleva Renfe operando, y hasta ahora no era posible viajar en tren de la Costa del Sol a la ciudad de la Alhambra, y viceversa, sin tener que parar a mitad de trayecto y cambiar de tren, haciendo el viaje más largo y penoso. Las dos ciudades, con estrechos vínculos económicos, sociales y familiares, estaban más lejos de lo que refleja el mapa, o al menos no tan cerca como podían estar.

Por eso, los políticos se han esmerado en resaltar lo “histórico” que era este día mientras los turistas, que les acompañaban en los vagones traseros, miraban a las decenas de periodistas entre curiosos y divertidos, sorprendidos por participar de un evento del que no sospechaban que fuera tan extraordinario.

Un tren con muchos turistas

“Es un lujo, y no lo sabíamos”, dice Katherine Batallanos, que ha venido de Alemania con su pareja, otro par de amigos y la pequeña hija de estos. “Queríamos viajar rápido, porque cuando vas con niños siempre es preferible”. Además, cree que el viaje en tren es más seguro en tiempos de pandemia: “Aquí hay más ventilación y espacio que en un autobús lleno de turistas”.

Cada semana se pondrán a la venta 6.600 plazas, a 23,10 euros por trayecto, que pueden ser 8,50 si se compra un abono de 50 viajes. El precio de los billetes de ida y vuelta será de 37 euros. El objetivo final es captar parte de los viajeros que se desplazan en alguna de las más de veinte conexiones diarias de autobús, que es bastante más barato (11,83 euros) pero requiere más tiempo: 1 hora y cuarenta minutos.

En los vagones que componen el convoy abundan quienes leen en inglés, en alemán, y hasta en polaco. Hay muchas esperanzas puestas en que la conexión ferroviaria facilite las visitas turísticas a la ciudad de la Alhambra desde la Costa del Sol. La mayoría de quienes hacen uso del nuevo servicio son, al menos por ahora, extranjeros. Por ejemplo, la italiana Serena Vacca, que va a Granada a ver la Alhambra y volverá en el día, en el nuevo tren directo que regresa a Málaga a las 18.50. El tren directo recorre los 168 kilómetros que separan Málaga y Granada en una hora y diez minutos, con una velocidad punta de 250 kilómetros por hora. Hasta ahora, era necesario invertir una hora y 38 minutos, con transbordo en Antequera-Santa Ana.

“No hay color con el coche”

Entre quienes estrenan el servicio también hay quienes viajan por trabajo. Es el caso de Mercedes Abenza, cantaora y profesora del conservatorio de Granada. Tiene su residencia en Alhaurín de la Torre, y hasta ahora se desplazaba en coche cada lunes y viernes, compartiendo trayecto cuando podía para ahorrar en combustible. Está encantada: “Voy muy relajada, como ves. ¡Esto es una maravilla!”, exclama, apartando su mirada de la Tablet por un momento. No se explica cómo una conexión así se ha hecho esperar tanto, y prevé granadinos viajando a Málaga para la Feria o comer un espeto, y regresando el mismo día. “No hay color con el coche. Además, así me ahorro el riesgo”.

Otro grupo lo componen profesores de didáctica de las ciencias sociales de la Universidad de Málaga, que asistirán a un simposio internacional en Granada. Arasy González es una de ellas. Hasta ahora solía compartir coche en alguna plataforma para viajar a Granada. Tardaba un tiempo similar y pagaba ocho euros.

Sara Houkmi viaja con la pequeña Dina, metida en su capazo en el asiento de enfrente. Suele visitar Málaga un par de veces al mes. Para ellas esto es una gran mejora, pero cree que deberían haberlas situado en la plaza reservada a personas con movilidad reducida, en el asiento en el que hoy viajan las autoridades.

Objetivo: 50 minutos

La conexión directa es ahora posible gracias a la obra de un pequeño tramo: 8,96 kilómetros de bifurcación, en vía doble equivalente, compuesta por dos ramales: uno en dirección a Granada y otro hacia Málaga. Las dos bifurcaciones de Gobantes y Bobadilla forman un triángulo ferroviario de alta velocidad (en la jerga, un by pass) que permite la conexión directa, evitando la maniobra que obligaba a llegar a Antequera-Santa Ana e invertir la marcha. Han sido necesarios cuatro pasos inferiores, dos viaductos sobre el cauce fluvial, otro sobre el arroyo de Las Lomas y una pérgola sobre la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga. ADIF ofrecerá la infraestructura también a los operadores privados del sector ferroviario con el objetivo, dicen sus responsables, de “democratizar la alta velocidad”.

“Nunca nueve kilómetros han dado para tanto”, celebró el presidente de Renfe. La aspiración es reducir el tiempo del trayecto en otros quince o veinte minutos, para que se pueda completar el viaje en 50 ó 55 minutos. Para ello deben completarse los cuatro tramos de la variante de Loja, de los que solo uno está en obras y el resto en redacción de proyectos. La previsión es que esté lista en 2026, según Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía.

El nudo se completará con la nueva estación de AVE en Antequera, donde habrá parada, como ya la hay en Loja. Esta obra está pendiente únicamente de la conexión eléctrica.

Optimismo de los políticos

Renfe pide tiempo para dar a conocer el servicio entre malagueños y granadinos, y asegura que ha vendido 1.500 billetes desde que los puso a la venta, el 18 de marzo. Para los cuatro trayectos de este lunes ha vendido unos 150 billetes, excluyendo periodistas y autoridades, que eran unas cuantas. Entre otros, Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, Isaías Taboas, presidente de Renfe, Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, Marifrán Carazo, consejera de Fomento, y Francisco de la Torre, alcalde de Málaga. El servicio lo han operado apenas dos personas: el maquinista Manuel Guerrero, y la “operadora comercial de a bordo” María José Cruz.

Las nuevas conexiones entre Málaga y Granada se observan con optimismo, especialmente en Granada, donde políticos y asociaciones llevan años exigiendo que se recuperen y aumenten las conexiones ferroviarias que llegaron a perder en su totalidad en 2016, debido a las obras del AVE. En las últimas semanas ha recuperado la tercera conexión con Madrid y ven en la nueva vinculación con Málaga la oportunidad de ahondar en una conexión estratégica. “La ciudad hoy lo celebra, pero no nos conformamos”, ha advertido Francisco Cuenca, alcalde de Granada (PSOE). Sobre la mesa está aún su participación en el corredor mediterráneo y las “dos cicatrices” que ha dejado el AVE en la ciudad.

“Esta conexión producirá sinergias económicas, empresariales y, especialmente, turísticas”, ha dicho Pedro Fernández. Málaga recibió 5,5 millones de turistas en 2021 y Granada 2,6 millones. Cifras aún lejanas al récord de 2019, cuando las visitaron algo más de diez y cinco millones de personas, respectivamente. El objetivo es que los turistas puedan desplazarse con facilidad y rapidez entre la Costa del Sol y la ciudad de la Alhambra.

“Son dos provincias hermanas”, ha resaltado el presidente de la Junta de Andalucía, él mismo malagueño y casado con una granadina. Moreno ha insistido en la necesidad de “vertebrar” Andalucía mediante un eje que la recorra de este a oeste, de Almería a Huelva. “Ha tardado un poco más de lo que nos hubiera gustado a todos”, ha admitido luego.

La inauguración de la infraestructura, prevista para junio de 2020, se aplazó por la pandemia. Dos años después, Granada y Málaga están, al fin, un poco más cerca.