La portada de mañana
Acceder
El aval del PPE a la ofensiva contra Ribera aboca a la UE a una crisis sin precedentes
Sánchez impone al PSOE evitar el cálculo partidista en la crisis valenciana
OPINIÓN | El extraño caso del doctor Óscar y el señor Puente, por Enric González

El principal sospechoso de rociar con ácido a dos mujeres en Málaga estaba en busca y captura por otra agresión machista

Poco después de las dos de la tarde de este martes, dos coches se plantaron en paralelo en mitad de la calle Cristóbal Toral de Cártama (Málaga), a unos cincuenta de metros del Centro de Formación y Empleo. En uno de los coches, un mini blanco, viajaban dos mujeres de 26 años, Sandra y Cristina. En el otro, un coche oscuro según testigos, había dos hombres, uno de los cuales arrojó el contenido de una botella de líquido corrosivo al interior del vehículo de las mujeres. Las dos están muy graves: una permanece en el Hospital Regional de Málaga; la otra, en el Virgen del Rocío (Sevilla), en la unidad de grandes quemados. Esta última pudo explicar a quienes acudieron en su auxilio que el agresor fue su expareja, a quien la Guardia Civil está buscando desde ayer.

Anabel Rueda, concejala de Educación del Ayuntamiento, socorrió a las dos mujeres casi de inmediato. Estaba en el centro de formación y calcula que acudiría apenas cinco minutos después de que el coche de las mujeres, ya sin nadie al volante, se estrellara contra una farola después de rodar calle abajo. Un compañero de la concejala entró al centro y dio el aviso. Mientras otros avisaban a la Policía y a las ambulancias, Anabel Rueda atendió a Sandra.

Según relata la concejala, estaba aterida de frío, temblando y con el ojo izquierdo gravemente dañado. Se habían desprendido de gran parte de la ropa y tendido en el suelo. “Me dijo que ella era de Casabermeja, y que el agresor había sido su pareja durante seis meses”, cuenta la concejala: “Su aspecto físico se deterioraba por minutos, iba perdiendo el color y tenía la piel hecha jirones”. Cristina estaba en shock, y solo era capaz de mascullar su nombre y que su madre vivía cerca del lugar.

“Este tipejo malnacido parece que iba siguiendo a las dos chicas, y se paró en paralelo y las increpó. Iba preparado con una botella de ácido con boca grande, de las que se compran en químicas, y sin mediar palabra le lanzó el ácido por la ventanilla”, comenta Jorge Gallardo, alcalde de Cártama.

La concejala no pudo ver la agresión, pero sí observó un bote de ácido de un litro que quedó en el lugar. Hay versiones contradictorias respecto a si el agresor arrojó el líquido desde el vehículo o si salió de su coche y aprovechó una rendija abierta en la ventanilla de la conductora del Mini para perpetrar su ataque. Tras la agresión, huyó.

La Guardia Civil busca al presunto agresor

La primera ambulancia llegó unos quince minutos después, según los cálculos de la concejala. Poco después llegó una UVI móvil, y hora y media más tarde, el helicóptero que trasladó a Sandra hasta Sevilla. “Tardaron más de hora y media en intubarla porque tenía las vías respiratorias bastante mal, y costó mucho trabajo estabilizarla”. Presenta quemaduras en el 45% de su cuerpo, según han señalado a EFE fuentes hospitalarias.

La Policía Local de Casabermeja ha difundido fotos en Twitter de un individuo y también se ha divulgado el nombre del presunto agresor, de 26 años y residente en un municipio costero. Esta persona tiene al menos un juicio pendiente para finales de enero y una orden de busca y captura ante el Juzgado Penal 13 de Málaga, por golpear y arrastrar en una discoteca a otra mujer, de la que tiene una orden de alejamiento, según fuentes judiciales.

La Guardia Civil no ha confirmado la identidad del supuesto autor del ataque, aunque admite que aún no ha podido localizar al hombre mencionado por la agredida. La Unidad Operativa de la Policía Judicial de la Guardia Civil ha asumido la investigación, y ha pedido la colaboración de la Policía Nacional y de policías locales para evitar una fuga del país.

José María García, alcalde de Casabermeja, señala que la familia apenas conocía al sospechoso, ni mucho menos sus antecedentes. “Llevaban unos seis meses juntos, había estado pocas veces en el pueblo”. Él y la víctima habían terminado recientemente su relación, según el regidor.

Concentración de repulsa

La relación de amistad entre Cristina y Sandra motivó que estas estuvieran ayer en Cártama, donde Cristina vivía desde hace poco tiempo con su madre por un problema en su piso en Torremolinos, según el alcalde, que añade que el presunto agresor tiene en total siete causas pendientes con la justicia, por presuntos robos, agresiones machistas o conducir sin carnet.  

El Ayuntamiento ha convocado una concentración de repulsa este mediodía. “Han sido estas dos chicas, pero podría haber sido cualquier mujer, solo por ser mujer y disfrutar de la vida. Es el ataque de un malnacido”, dice Jorge Gallardo. “Siempre te indignan estas acciones, pero cuando lo ves tan cerca sientes rabia, sufrimiento y dolor”, lamenta la concejala: “Sandra sólo preguntaba: ”¿por qué ha pasado?“, y yo solo le podía decir que hay gente mala que hace cosas malas. No tiene otra explicación lógica”.