Teodomiro López será el nuevo rector de la Universidad de Málaga, tras imponerse este martes a Ernesto Pimentel con el 53,90% del voto ponderado de la comunidad universitaria. Hasta ahora, era hasta ahora vicerrector de Investigación y Transferencia con José Ángel Narváez, de quien tomará el testigo este viernes, cuando está prevista su proclamación definitiva.
López, catedrático de Química Física, ha ganado entre el profesorado (por escaso margen) y entre los alumnos (con 24 puntos de diferencia) y ha perdido por la mínima entre el personal de administración y servicios. El sufragio se pondera por sectores: a los profesores doctores con vinculación permanente se les atribuye el 54% del peso electoral; al personal docente e investigador no doctor o sin vinculación permanente, el 8%; a los estudiantes, el 25%; y al personal de administración y servicios, el 13%. En la votación, telemática, han participado 11.428 de los 41.179 llamados al voto, poco más de una cuarta parte, con una participación aún más reducida entre los estudiantes.
Del vencedor se destaca la proyección internacional de su carrera. Desde 1991, López dirige un grupo de investigación especializado en la caracterización de materiales orgánicos para aplicaciones en electrónica molecular. Durante casi 10 años, presidió la Sección Territorial de Málaga de la Real Sociedad Española de Química. También dirigió los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI) de la UMA, y desde 2016 hasta hace escasos meses fue vicerrector de Investigación y Transferencia en la Universidad de Málaga.
Este miércoles será la proclamación provisional de Teo López como rector electo, y el jueves podrán presentarse impugnaciones antes de la proclamación definitiva, prevista para el viernes. El proceso se completará con la comunicación al Gobierno andaluz.
La UMA cuenta con casi 34.000 estudiantes de Grado y Máster, 77 titulaciones de Grado y 77 de Máster, 349 catedráticos y casi 2.300 profesores doctores. Tiene 335 grupos de investigación y participa en 45 proyectos europeos. Su presupuesto para este curso académico asciende a 326 millones de euros, muy por debajo del de Sevilla (583 millones de euros) o Granada (565). En el ranking de Shanghai de 2023 es la tercera universidad andaluza (también tras Granada y Sevilla).
Sorteos y memes para movilizar el voto universitario
La victoria de López se produce tras una segunda vuelta trufada de acusaciones cruzadas de juego sucio, que han acabado por opacar las propuestas de fondo de los candidatos. El navajeo ha sido tal que ha acabado enervando al órgano representativo de los estudiantes. Abraham Cortés, presidente en funciones del Consejo de Estudiantes, aseguró a Málaga Hoy que ha habido profesores “haciendo campaña en clase”, “difundiendo bulos” o amenazando “que si no votan a tal candidato os voy a suspender”.
También los candidatos han acabado admitiendo que su campaña ha puesto en juego la imagen de la institución: se han celebrado rifas para captar votantes, han proliferado cuentas anónimas en redes y memes para hacer chanza de candidatos, y se han vertido graves acusaciones de acoso. Hay profesores que han insinuado en redes que compañeros suyos indicaban a los alumnos a quién votar. Y tanto Olga Guerrero (que no superó la primera vuelta) como Ernesto Pimentel han promovido sendos sorteos para promover su candidatura.
La primera ofreció dos entradas al Festival Weekendbeach de Torre del Mar a quien siguiera su cuenta y etiquetara a dos amigos, anunciando el ganador el día de la votación de la primera vuelta. Pimentel, que criticó este sorteo, hizo lo mismo días después, ofreciendo un bono cultural de 200 euros “para gastar en tus actividades favoritas”. Para participar había que inscribirse en una web llamada “Sorteopimentel.online”.
Entre tanto, volaban los memes y las acusaciones en redes sociales, con discusiones públicas de personal académico vinculado a una u otra candidatura.
Denuncias de acoso por un vídeo publicado en redes
López y Pimentel fueron los más votados en la primera vuelta, con un 43% y un 32,5% de los sufragios, dejando en el camino a Guerrero (catedrática de Ingeniería Química) y Juan José Hinojosa (catedrático de Derecho Financiero y Tributario), el único no vinculado al equipo del rector saliente.
Aunque previamente había advertido que de caer en la primera vuelta se apartaría del proceso, Guerrero dio su apoyo explícito a Pimentel en una segunda vuelta para la que la Junta Electoral había prohibido expresamente que se hiciera campaña.
La semana pasada, ya descartada su candidatura, Guerrero denunció que estaba sufriendo acoso con el teórico fin de beneficiar a López. “Con el objetivo de desacreditar mi candidatura, primero, y de condicionar mi decisión de cara a la segunda vuelta, después, he recibido ataques y falsas acusaciones tanto personales como profesionales y se ha acosado y criticado a mi familia -lo cual resulta intolerable en el caso de mi hija, estudiante”, señaló en un comunicado, en el que calificaba esos comportamientos de “totalitarios”. Se refería a la publicación en redes de un vídeo en el que se observa a un grupo de estudiantes reprochar a otros “del entorno” de Guerrero que estén repartiendo folletos en favor de Pimentel.
La candidata también lamentaba que se “haya tratado de silenciar cualquier tipo de debate” durante la segunda vuelta, en alusión a las denuncias interpuestas ante la Junta Electoral por el incumplimiento de la prohibición de hacer campaña. Este ha sido el caballo de batalla tanto de Teodomiro López como de Pimentel, que se han cruzado denuncias por el incumplimiento de una prohibición que disgustaba especialmente al equipo del candidato perdedor.
Comunicados y reclamaciones a la Junta Electoral
Durante el pasado fin de semana ambos emitieron sendos comunicados en los que decían sentirse apenados por el desprestigio que está sufriendo la UMA y señalaban con el dedo al oponente. “Durante esta campaña se ha sometido a la comunidad universitaria a tensiones que no son compatibles con el espíritu universitario que debe presidir nuestra vida académica”, decía López, informando de que había interpuesto “casi una veintena de reclamaciones” ante la Junta Electoral por vulneración de las normas electorales y otras cinco por la “distribución de propaganda indebida de manera continuada”.
Pimentel replicó un día después, asegurando que la Junta Electoral ya tuvo que intervenir en precampaña paralizando el envío masivo de mensajes (en favor de Teodomiro López) a través de una lista de distribución irregular. También desvelaba que había informado de “situaciones” que “no responden a un uso honesto de los recursos públicos”, algo que no había hecho público antes para “preservar la imagen” de la Universidad.
Vinculaciones políticas
La otra clave que ha condicionado el proceso es política. Guerrero es esposa del alcalde de Benahavís, José Antonio Mena (PP), con excelentes relaciones con el núcleo duro del PP malagueño. Esto es, con Patricia Navarro (delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía y presidenta del PP provincial) y Elías Bendodo. Esta vinculación reforzaba la idea de que Guerrero era la candidata del aparato popular para controlar el rectorado de la Universidad de Málaga, en una etapa en la que está prevista la apertura de al menos dos universidades privadas en la ciudad con el beneplácito de la Junta de Andalucía y la oposición firme, hasta ahora, de los rectores de las universidades públicas.
Descartada en la primera vuelta, su apoyo a Pimentel se interpretaba en algunos círculos como un segundo intento de los populares por controlar la institución. Lo cierto es que este candidato aglutinaba apoyos públicos de un amplio abanico ideológico que hacían imposible el encasillamiento. Entre otros, el de varias figuras universitarias que se posicionan abiertamente en la izquierda o el centro-izquierda, como Pedro Moreno Brenes, catedrático de Derecho, exconcejal de IU y hoy letrado del Tribunal Supremo, o José Damián Ruiz Sinoga, catedrático de Geografía.
Lo mismo ocurría con el vencedor, Teodomiro López, que presentaba un equipo con algún perfil ya relevante bajo el mandato de José Ángel Narváez, como Diego Vera (responsable de la Fundación General de la UMA), o el exconcejal socialista Francisco Javier Paniagua.