Los vecinos protestan contra la privatización de un parque de Málaga para el Festival de las Linternas chino
Unas 500 personas se han concentrado este domingo en el Parque del Oeste contra el cierre y la práctica inutilización de este espacio público de Málaga capital, que hasta mediados de marzo (y desde hace aproximadamente un mes) ha sido destinado por el consistorio al Festival de las Linternas, un espectáculo de luces inspirado en el Año chino de la Serpiente, diseñado por Ximenez Entertainment y Lantern Group, que cobrarán entre 15 y 20 euros por entrada. La inauguración del espectáculo está prevista para el próximo 30 de noviembre, cuando los vecinos están llamados nuevamente a concentrarse en el parque.
Este domingo, segundo consecutivo con una protesta, se han escuchado cánticos contra la privatización de facto del espacio. “No queremos vallas, queremos que se vallan” o “Paco, Paco, ¿dónde están los patos?”, en referencia al alcalde (Francisco de la Torre) y los animales que habitan el pequeño zoológico y el estanque del parque, ahora clausurados para el montaje y el festival. Sobre las vallas que ahora impiden acceso, carteles colgados: “¡No queremos vallas!”. “Los barrios son de los vecinos”. “Parque para jugar, no para negociar”. Dos chicas sujetan dos carteles: “EL parque es del barrio, no del empresario”, dice uno. “-Linternas + luces”, dice el otro.
Desde los edificios colindantes se pueden observar algunos de los atractivos del Festival de las Linternas, como un inmenso dragón azul. También se han instalado flores sobre el estanque. Contará con 600 linternas y 4.000 puntos de luz. Los organizadores prevén vender 250.000 entradas, lo que situaría sus ingresos rozando los cinco millones de euros.
Durante la última semana los promotores del Festival de las Linternas han repartido entradas entre asociaciones y comunidades de vecinos, con la esperanza de apaciguar los ánimos.
El canon que han abonado por usar gran parte del parque en exclusiva durante cinco meses es de 100.000, según el ayuntamiento, que no ha mostrado el contrato a nadie. La concejala Teresa Porras ya ha advertido de que, si sale bien, la cesión del espacio podría extenderse a años venideros. Ximenez es la adjudicataria desde hace una década de la iluminación navideña de calle Larios, de la que Porras suele sacar pecho para colocarse en cabeza de una brillante competición con Vigo, otra capital con luces. Por el último contrato con Ximenez, para las navidades y Carnaval de 2024, 2025 y 2026, Málaga va a pagar 5.079.000 euros, a casi 1,7 millones por año.
“Todo para que se beneficien dos empresas”
El Festival de las Linternas ocupa 33.700 de los 73.000 metros cuadrados del Parque del Oeste, pero en la práctica está vedado al tránsito en sus zonas más disfrutables. Está vallada la zona central e incluso los dos pasadizos subterráneos que permitían cruzar la calle Luis Barahona de Soto, permitiendo la unión entre el sector norte y sur del parque. Ahora es necesario cruzar en superficie esta vía de dos carriles por sentido, con un cambio de rasante y un solo semáforo en casi cien metros, lo que aumenta el riesgo de accidente. Queda apenas un pequeño sector al sector, los laterales de cemento y las pistas deportivas, al norte.
“Me parece una vergüenza. ¿Pago mis impuestos para esto? Todos los días vengo aquí a pasear, y ahora no puedo”, protesta Remedios, una vecina. “Todo para que se beneficien dos empresas”, tercia Lucía Martínez, a su lado. Entre los vecinos hay resquemor por verse privados del espacio, pero también por la gestión del episodio. La concejala Teresa Porras aseguró que el parque “se usa poco” en invierno, algo que desmiente cualquier paseo. “Tiene muy poca vergüenza”, dice Pepe García, quien acusa al consistorio de “mentir” a las asociaciones vecinales al presentarles el proyecto y asegurarles, supuestamente, que sería gratuito.
Llevan ya casi un mes soportando los inconvenientes de la preparación. En este tiempo, les han cerrado salidas. “Teníamos que dar la vuelta para poder salir”, dice Salvador Hierrezuelo, quien dice que, al haber cortado la continuidad del parque, ahora no puede pasar al otro lado de la calle. Todos se cuestionan por qué no se ha montado el espectáculo en el Cortijo de Torres, un recinto vacío de agosto a agosto, cuando se instala la feria.
Según varios vecinos, estos días hay operarios chinos comiendo y descansando en la antigua guardería del barrio, hasta ahora vacía, pero sin uso residencial. El montaje apenas es visible desde el exterior, porque se han esforzado en ocultarlo instalando unos paneles de más de dos metros de altura completamente opacos.
El ayuntamiento tampoco ha entregado ni a la oposición ni a la prensa el expediente completo, ni ha respondido a este medio a preguntas elementales, como la fórmula para calcular el canon que abonará el promotor (supuestamente 100.000 euros), dónde está el contrato, por cuántos años se ha acordado la celebración, por qué el expediente no lo gestionó Limposam (responsable del parque) o por qué se ha elegido este lugar para una actividad privada. “Ya han saqueado el Centro y ahora vienen a por los barrios”, lamenta Mamen Borrego, una de las manifestantes.
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