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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El más joven de 'la manada' afronta 5 años de cárcel por robo con violencia, la mitad de su condena por abuso sexual

Ángel Boza, el más joven de los cinco integrantes de la manada que violaron a una chica en los Sanfermines de 2016, está ahora acusado de un delito de robo con violencia, castigado con una pena de tres a cinco años de cárcel. En el peor de los casos, el joven sevillano afronta una condena de prisión por robar unas gafas de sol y golpear a un vigilante de seguridad en la huida que representa la mitad de la condena que le impuso la Audiencia de Navarra por abuso sexual continuado a la joven.

Boza ha pasado la noche en comisaría después de ser arrestado el miércoles por la Policía Local de Sevilla acusado de robar unas gafas de sol en El Corte Inglés de la Plaza del Duque, en el centro de la capital andaluza, y darse a la fuga en coche, lesionando a dos vigilantes de seguridad. A este delito puede unirse un segundo contra la seguridad vial, porque el joven tiene una suspensión temporal del carné de conducir, aunque su abogado asegura que ya había recuperado los puntos perdidos.

Boza tiene que declarar ante la Policía Nacional -ha pasado la noche en comisaría- y pasará a disposición judicial en las próximas horas. En cualquier caso, fuentes judiciales aseguran a eldiario.es/andalucía que el juez de guardia decidirá si envía o no a prisión al joven integrante de la manada atendiendo a los hechos que se le imputan ahora -el supuesto robo con violencia-, sin entrar en los antecedentes por la condena de abuso sexual continuado, porque en principio no ha infringido las condiciones del auto de libertad provisional.

El pasado mes de abril, la Audiencia de Navarra condenó a Boza y los otros cuatro miembros de la manada a nueve años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a una chica en los Sanfermines de 2016.

La sustracción de unas gafas de sol en un centro comercial es un delito menor, y habría sido catalogado como un simple hurto, de no ser por las heridas que infringió a los guardias de seguridad en su huida. En el atestado de la Policía Local de Sevilla constan lesiones menores de los dos vigilantes: uno de ellos en una mano, con la que golpeó el capó del coche de Boza, y otro en la cadera, al caer evitando que el vehículo lo arrollara. El joven aseguró a los agentes que le arrestaron que fue uno de los vigilantes quien golpeó su coche cuanto intentaba salir del parking.

Según el atestado policial, los hechos ocurrieron así: el joven sevillano se estaba probando gafas de sol en la planta baja del centro comercial. En un descuido del vendedor, Boza le quitó el dispositivo de alarma a unas gafas Oakley Moonlighter, valoradas en más de 200 euros, y las sustituyó por otras de imitación que llevaba consigo. El joven le dijo al dependiente que finalmente no iba a comprarlas. Dos vigilantes de seguridad se dieron cuenta y persiguieron al sospechoso, que logró llegar hasta el aparcamiento subterráneo, montar en su coche y escapar. En la huida hirió levemente a los dos guardias. Las cámaras de vigilancia del centro registraron la matrícula, la marca y el modelo del vehículo -un Opel Astra azul marino- que fue detenido por agentes del Grupo Giralda de la Policía Local de Sevilla poco después del robo.

El coche circulaba por las inmediaciones de los Jardines de Murillo, cerca de los juzgados de Sevilla, en la Avenida Menéndez y Pelayo. Dos agentes de paisano le dieron el alto. Boza llevaba las gafas robadas puestas, las guardó enseguida en la guantera y, antes de que los policías le dijeran nada, éste les preguntó a ellos si le habían parado por el golpe que un guardia de seguridad le había dado a su coche en el aparcamiento de El Corte Inglés. Acto seguido le informaron de que estaba detenido. El letrado de Boza puede alegar la condición de “miedo insuperable” como atenuante, para justificar que el joven huyó con el coche “presa del pánico”, dada la notoriedad mediática que le ha propiciado la condena a la manada y su propia libertad condicional. El “miedo insuperable” es una garantía procesal que suele usarse como eximente de un delito.

Fue en el momento de identificar al conductor cuando los agentes se percataron de que se trataba de Ángel Boza Florido, uno de los cinco miembros de la manada que violaron en grupo a una chica en Pamplona, y se encontraba en libertad provisional. Cuando le detuvieron, el joven tenía una suspensión temporal del permiso de conducir dictada por un juzgado de lo Penal de Sevilla, lo cual le imputaría un delito contra la seguridad vial. Su abogado, Agustín Martínez, ha explicado, en cambio, que Boza había recuperado los puntos del carné de conducir y que su documentación está en regla, aunque los archivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) no lo habrían actualizado.

El carné de conducir recuperado

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han aclarado a eldiario.es/andalucía que Ángel Boza fue condenado por el Juzgado de Instrucción nº 12 de Sevilla a una pena de 32 días de trabajo en beneficio de la comunidad y a la privación de conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo de ocho meses y un día por la comisión de una falta de desobediencia y un delito contra la seguridad vial. Los hechos ocurrieron el 23 de mayo de 2014 cuando fue detenido conduciendo un vehículo bajo el efecto de bebidas alcohólicas y desobedecer los requerimientos de la Policía Local de Sevilla para que detuviera la marcha. La sentencia se dictó el 23 mayo de 2014 y fue de conformidad y el tiempo de cumplimiento de la pena de prohibición de conducir se inició el 23 de mayo de 2014 y finalizó el 18 de enero de 2015.

El Juzgado de lo Penal nº 15 de Sevilla absolvió a Ángel Boza de un delito de quebrantamiento de condena referido a los trabajos en beneficio de la comunidad por el que fue sentenciado por el Juzgado de Instrucción 12. Los trabajos empezaron a cumplirse pero el condenado tuvo que dejar de cumplirlos por motivos laborales que se lo imposibilitaron. La sentencia es de 10 de abril de 2018. Boca fue condenado nuevamente el día 1 de febrero de 2016 por el Juzgado de Instrucción nº 10 de Sevilla por la comisión de un delito contra la seguridad del tráfico y otro delito contra la seguridad vial por conducir una motocicleta bajo el efecto de las bebidas alcohólicas y rebasar a gran velocidad un semáforo en rojo. Ocurrió en la madrugada del día 1 de febrero de 2016.

Boza aceptó una condena firme de multa de cuatro meses con una cuota diaria de 6 euros y ocho meses y cuatro días de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por el delito contra la seguridad del tráfico; por el delito contra la seguridad vial recibió una condena de cuatro meses de prisión y otros ocho meses y cuatro días de privación del derecho a conducir. Se acordó la suspensión de la entrada en prisión durante un periodo de dos años. Hace pocos días, el detenido retiró personalmente su permiso de conducir de las dependencias judiciales al haber cumplido ya el periodo de retirada.

Boza fue arrestado y trasladado a la inspección de guardia conjunta, en la comisaría central de la Policía Nacional, sita en la Avenida de Blas Infante. En la mañana del jueves, los agentes han tomado declaración al joven y a los testigos -entre ellos los vigilantes del centro comercial- y posteriormente lo han puesto a disposición judicial.

Este caso se suma al del guardia civil del grupo, Antonio Manuel Guerrero, que intentó renovar el pasaporte a pesar de tener prohibido salir de España por estar en libertad condicional. Hace unos días, la Audiencia de Navarra decidió que siguiera libre a pesar de estos hechos.

Los cinco miembros de 'la manada' fueron condenados en abril a nueve años de cárcel, pero salieron en junio en libertad condicional. Las medidas cautelares a las que están sujetos por poder salir de la cárcel son comparecer los lunes, miércoles y viernes en su juzgado de guardia más cercano, prohibición de entrar en la Comunidad de Madrid por ser el lugar de residencia de su víctima y no poder salir del territorio nacional.