Chaves Nogales: andar y contar

“Un hombre de pelo revuelto, con los ojos muy azules”. Así describe la hija de Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944), Pilar Chaves Jones, al periodista sevillano. Figura clave de las letras españolas, autor de títulos como Crónicas de la Guerra Civil, Lo que ha quedado del imperio de los Zares, Juan Belmonte o El maestro Juan Martínez que estaba allí y que fue condenado al ostracismo durante décadas por ambos bandos por perseguir “la revolución del individuo”. “Lo veíamos poco. Mamá nos decía simplemente: 'Papá no está aquí'”, cuenta Pilar Chaves en el documental El hombre que estaba allí. Y es que su padre estaba en todo lo que sucedió en su tiempo.

500 pesetas le bastaron para recorrer Rusia en avión, contó las guerras coloniales de África, lo que vio en Casas Viejas, en la revolución minera de Asturias, presenció la gestación del nacionalsocialismo y entrevistó al mismísimo Goebbels, del que afirmó que era un personaje irrisorio. Andar y contar, esa era una de las máximas de un escritor olvidado al que intelectuales como la sevillana Maribel Cintas, profesora de la Universidad de Sevilla e investigadora incansable de la vida y obra de Chaves Nogales; Abelardo Linares, de la editorial sevillana Renacimiento, o Andrés Trapiello, entre otros, se han empeñado en reivindicar.

A su empuje decidido, sus años de investigación y rastreo de textos, artículos, su impulso a las reediciones de sus obras, se une ahora este mediometraje documental (29 min.), dirigido por los periodistas Luis Felipe Torrente y Daniel Suberviola, producido por Asma Films y La Claqueta PC y con patrocinio del Centro de Estudios Andaluces. Una película con testimonios y aportaciones de estas personalidades y otros tantos como el escritor Antonio Muñoz Molina o el periodista Jorge Pérez Reverte.

Para profundizar aún más en la figura de Chaves Nogales, tras la excepcional acogida del documental (próximamente se podrá ver en el Festival Iberoamericano de Huelva), estos dos periodistas apasionados de la persona y el personaje decidieron orquestar una campaña de financiación colectiva a través de la plataforma de crowdfunding Libros.com para que el documental se complete con la edición de un libro con las entrevistas íntegras y material recopilado durante el proceso de gestación del mismo.

“Ha sido una sorpresa ver la reacción de la gente. Primero, ver muchas de las aportaciones. Todas ellas de gente de perfiles muy distintos: desde Javier Marías a Eduardo Madina, Gumersindo Lafuente o Ignacio Escolar, pero también muchísima, la mayor parte de los hasta ahora 200 mecenas, es gente desconocida”. El libro incluye la transcripción íntegra de las entrevistas realizadas para el documental y una serie de documentos (cartas, fotografías, documentación oficial, textos originales) que contribuyen a trazar el perfil biográfico de Manuel Chaves Nogales. “Nos encantaría seguir trabajando y lograr hacer un largo documental”, concluye Torrente.

El bando de Chaves Novales

“Era un pionero del periodismo ciudadano. Estaba en el lugar, hablaba con los testigos, tomaba notas, se apartaba y entonces analizaba”, cuenta Luis Felipe Torrente. El documental, que se estrenó en la pasada Feria del Libro de Sevilla y ha recorrido con éxito festivales de reconocido prestigio como el de Astorga, narra desde sus comienzos en la prensa en su ciudad natal a los distintos acontecimientos a los que fue asistiendo y que plasmó con “una lucidez política inquebrantable”, en palabras de Muñoz Molina.

“La figura de Chaves Nogales ha estado guardada sesenta años en un cajón”, explica Torrente, codirector del documental El hombre que estaba allí. El hombre que estaba allí“Se debe a que mantuvo su postura hasta el final a pesar de las circunstancias. Era republicano y liberal convencido, pero no se alistó en ningún bando, tenía su propio bando. Previó que ambos bandos tenían planteamientos totalitarios de la vida común”, añade. “Estaba en la lista de fusilables de todos”, recalca. “Y murió enfermo y solo, porque estar con su familia los ponía en peligro, justo cuando se produjo el desembarco de Normandía, lo que para él era la victoria de la democracia, ver la consecución de sus objetivos vitales”, sostiene.

“Ocurrió que no le interesaba ni a la España franquista ni a los exiliados”, relata Torrente. “Descubrimos su obra, lo que representó la persona y casi sin financiación comenzamos a realizar entrevistas”. El hombre que estaba allí es un trabajo metódico de recopilación de cartas, periódicos de la época, fotografías y entre todo eso llegaron las ansiadas imágenes en movimiento.

“Ni nosotros ni nadie que estudiara su figura tenía noticias de imágenes suyas en movimiento”, afirma Luis Felipe. “Era la época del boom informativo en el cine, en el año 33 ó 34. Contrastamos coberturas e imágenes de la Filmoteca. Buscamos en los archivos británicos y alemanes. Y un día en Youtube encontramos una imágenes que habían sido distribuidos por el diario Público a sus lectores”, cuenta.

“Para encontrarlo hay que buscarlo entre la gente”

En plena toma de posesión de Niceto Alcalá Zamora, al fondo, casi fuera de plano, Manuel Chaves Nogales aplaude entusiasmado. “Él estaba allí, pero no como periodista, sino como ciudadano republicano convencido. Intuíamos que había que buscar en el público, entre los asistentes, porque él fue un testigo sin igual de la historia”, describe Torrente. “Era alguien discreto que no quiere decir la última palabra porque sabe que no hay una última palabra”, afirma Andrés Trapiello en la película.