Pastrana renuncia a la reelección como secretario general de UGT-A
Hoy, Manuel Pastrana, actual líder de UGT Andalucía, ha anunciado que no se presentará a la reelección de un nuevo mandato. En su lugar, propone a Francisco Fernández Sevilla. Actual vicesecretario de Organización de la ejecutiva de Pastrana, en la que lleva ocho años como número dos. Así lo anunció Pastrana el pasado 12 de abril, en una cena celebrada en Madrid con la ejecutiva de Candido Mendez, justo la noche antes de su reelección al frente de la ejecutiva nacional del sindicato.
Manuel Pastrana, al igual que Méndez, se enfrenta además con la decisión tomada en el congreso confederal del síndicato de limitar a tres el número de mandatos. Pastrana, que accedió al cargo en 1998, sumaría su quinto si fuese reelegido en mayo. “Me voy satisfecho por haber colocado al sindicato donde lo he colocado -ha asegurado en rueda de prensa- En 1998 estabamos muy por detrás de CCOO, y ahora somos la organización sindical más importante de Andalucía con 200.000 afiliados”. No obstante, se mostró insatisfecho con la situación actual: “recortes, pérdida de trabajo, pérdida de derechos”.
El nombre que suena en los pasillos del sindicato es Fernández Sevilla, almeriense de 52 años, que empezó su carrera política como concejal del Ayuntamiento de Berja. Puesto que abandonó tras el divorcio del partido y su sindicato afín, y que se materializo en la huelga general del 14 de diciembre de 1988. Procedente de la empresa Tierras de Almería, en la actualidad está liberado en la empresa pública Egmasa, hoy Agencia de Medioambiente y Agua. Tras su renuncia al PSOE, se trasladó a la ejecutiva del sindicato en Madrid. Ahora es vicesecretario general de Organización de UGT Andalucía.
¿Candidatura alternativa?
El próximo 10º congreso de UGT, que se celebrará del 9 al 11 de mayo y al que acudirán 200 delegados, se prevé complejo. Germán Domínguez, de la Federación de Enseñanza (FETE) está preparando una candidatura alternativa a la oficialista de Fernández Sevilla. Sin embargo, en la rueda de prensa en la que ha anunciado su renuncia, Pastrana ha asegurado que cree que sólo habrá una candidatura de consenso, y que el nombre se anunciará el próximo jueves 25 de abril (tras la reunión que están manteniendo los 8 secretarios provinciales). Fuentes sindicales aseguran que, pese a que cualquiera se puede presentar, le va a resultar muy difícil lograr el 25% de avales necesarios. De hecho, los asistentes a aquella cena en Madrid aseguran que esa fue la condición que puso a su renuncia, la seguridad de que podría dejar señalado a su delfín.
“El único gasto extraordinario es mi tabaco, y me lo pago yo”
Un titular publicado por ABC con la sombra de gastos excesivos y cargados a tarjetas oro, justo cuando se afrontaba un ERE para 159 trabajadores de su propia casa, ha amargado su retirada a Pastrana. El anuncio de que no optará a la reelección ha quedado eclipsado por las largas, densas e intensas explicaciones que ha tenido que dar. Un mensaje, tanto para los que están dentro como fuera del sindicato, que podría resumirse en una sola frase del sindicalista: “el único gasto extraordinario que tengo es mi tabaco. Y me lo pago yo”.
Se paga el tabaco. Y come de pie. Menú: bocata de tortilla y un refresco light en bares y restaurantes de carretera. Paga la hipoteca de su casa en Jaén, porque en la de Sevilla, sólo los libros y la ropa son suyos, todo lo demás es del sindicato (es su “casero”). El gasto de móvil está medido al euro. No pasa ningún gasto a la organización sindical. Ni ninguna factura. Y salvo que sea justificado por su actividad sindical y sea extraordinario, todo corre de su cuenta, que se nutre de una nómina de 1.700 euros. Sin embargo, los datos están ahí. Un cargo de 852 euros en una cena en Durban (Sudáfrica) en una tarjeta de UGT, durante un congreso internacional de sindicatos de Servicios Públicos a finales de noviembre, y que forman parte de un informe técnico que la defensa de los trabajadores afectados por el ERE ha aportado al juez que lleva el caso, y este lo ha aceptado como prueba.
La justificación de ese dispendio es que fueron para pagar una cena para 24 personas. Es decir, 35 euros por cubierto. Una comida de trabajo, según Pastrana, para fraguar una alianza de los sindicatos no sólo del sur de Europa, sino “del sur del mundo”. Si en esa tarjeta se registran otros 400 euros más, son los billetes de AVE de Madrid a Sevilla de los seis sindicalistas que asistieron a ese congreso internacional (se cubren los desplazamientos por motivos de trabajo). Pero esa tarjeta que ni es oro, ni es visa, según Pastrana, y él es el único que la posee. Ningún otro miembro de la ejecutiva regional la tiene, al igual que ninguno de ellos percibe salario alguno del sindicato.
Para Pastrana, tanto ese como todos los gastos están no sólo justificados dentro de la actividad sindical, sino que brindó a quien quiera los archivos contables de la organización (arremetió contra el perito que los ha tachado de “injustificado” y dijo que “no tiene ni puñetera idea”). “No hay datos ocultos ni murallas para que esos gastos no se conozcan”, dijo, recordando que las cuentas son sometidas a controles internos y auditorías externas. Algo que aprovechó para atacar a quienes hoy le piden explicaciones, el PP, recordando que son ellos quienes deben aclarar algunos “ingresos atípicos”.
Aún así, el sindicato debe ser consciente de que su nivel de transparencia debe ser mayor porque, de hecho, una de las propuestas que se discutirán en este congreso para su renovación es dar “publicidad” a los programas y convenios que gestiona UGT, así como los recursos económicos de los que dispone y en qué los gasta.
Su conclusión es que es una campaña, una “andanada inmoral” y “falta de ética” con el claro objetivo de desprestigiarle. En esa apreciación cuenta con un aliado. Porque el PSOE ya viene manejando desde hace tiempo ese argumento de la “cacería” sindical en relación con el escándalo de los ERE. Hasta el presidente andaluz, José Antonio Griñán, en su última comparecencia parlamentaria, advirtió de una “guerra despiadada” contra CCOO y UGT por parte de la derecha “política, mediática y económica”.
Tarjetas aparte, el origen de que precisamente se sepan sus movimientos está en un ERE que afecta a 159 trabajadores del sindicato. Esta mancha en su expediente sindical de quince años la asumirá Pastrana. Porque se ha dictado bajo su mandato y bajo la nueva reforma laboral. La razón está en unas cuentas deficitarias, en parte, por el retraso de más de dos años de la Junta en transferir los recursos comprometidos y a los recortes en las inyecciones presupuestarias, tanto de la administración central como de la autonómica, lo que ha obligado a prescindir de servicios subcontratados como los programas de orientación al empleo, así como a un ajuste de la estructura del sindicato.