En la mañana del viernes, Juan Manuel Moreno eligió un municipio malagueño de 24.000 habitantes para hacer su penúltimo mitin electoral, antes de acompañar a Alberto Núñez Feijóo en Málaga y de cerrar la campaña en Granada. Eligió Alhaurín el Grande porque es “su pueblo”, porque allí pasó su infancia, allí conserva familiares, allí está “enterrado su padre y sus antepasados”.
Pero también eligió Alhaurín el Grande porque el PP gobernó allí durante 20 años hasta las municipales del pasado 28 de mayo, cuando volvió a ser la fuerza más votada, pero perdió la Alcaldía “por un solo concejal” tras un pacto de 100% Alhaurín, PSOE e IU. “Igual que ha pasado aquí, puede pasar en España. No nos confiemos”, advirtió el presidente de la Junta y líder del PP-A durante el mitin.
Moreno se ha pasado los últimos días de campaña haciendo un llamamiento al voto útil para rebañar más papeletas entre el electorado de Vox. El viernes recordó que el partido ultraderechista obtuvo “800 papeletas” en ese municipio malagueño, que habrían “salvado” la alcaldía para el PP.
“Aquí en Alhaurín, el pueblo del presidente de la Junta, logramos el 60% de los votos en las andaluzas, y perdimos la Alcaldía en las municipales por el voto indirecto a Vox, que no le sirvió ni para lograr un concejal”, insistió ante sus vecinos. Dos horas después volvió a repetirlo, palabra a palabra, en el mitin de Málaga junto a Feijóo.
Esta anécdota no es sólo una anécdota. Retrata la “preocupación” del PP por que el “exceso de confianza” se haya instalado entre su electorado -dopado por el buen augurio de todos los sondeos publicados- , la preocupación por el efecto de la ley d'Hont en algunas provincias andaluzas, donde la cercanía con el PSOE y el resto de fuerzas litigantes puede decantar un escaño hacia un lado u otro por un puñado de votos.
¿Cuántos de los 61 diputados que Andalucía envía al Congreso están en esa cuerda floja? Moreno calcula que cinco o seis, “por un estrecho margen del 1% del escrutinio”; el PSOE cree que entre 11 y 12, según la participación. Este periódico ha hecho una extrapolación con el resultado de las elecciones municipales de mayo, el sondeo más fiable de todos los que se han publicado posteriormente, porque los expertos coinciden en que la gran mayoría de andaluces no cambiará de papeleta en dos meses.
Si es así, si la gente vota lo mismo y la participación fuera la misma que hace dos meses -un 61,3%- el PP se convertiría este domingo en la primera fuerza política en Andalucía, con 26 escaños (11 más que ahora), seguido del PSOE con 23, Sumar con ocho y Vox con cuatro. Todos los partidos tienen este cálculo directo en la cabeza, pero todos advierten de que hay un factor determinante que hará fluctuar necesariamente aquel resultado del 28M: la participación y los indecisos.
El PP absorberá Ciudadanos
Las últimas elecciones generales, en noviembre de 2019, arrojaron un resultado que difícilmente puede servir de guía al actual panorama político: entonces Ciudadanos estaba en auge, hoy ha desaparecido del mapa y el PP absorbió a la gran mayoría de sus votantes en las andaluzas y en las municipales.
El partido liberal nació como eje intermedio entre socialdemócratas y conservadores, pero cuando se extinguió ya era casi indistinguible del PP (muchos de sus dirigentes militan ahora y son candidatos de este partido). “Los votantes de centroizquierda que saltaron al barco de Ciudadanos no volvieron cuando éste se hundió, se quedaron bajo el paraguas del PP de Moreno, convencidos por su imagen de moderado y centrista. El PSOE no los recuperó”, lamenta un líder provincial socialista.
2019 fue distinto en todo. Los populares estaban en crisis hace cuatro años, tras ser desalojados del poder por una moción de censura, y eso se notó en las urnas. En Andalucía, Vox adelantó al PP en número de votos en cuatro provincias. El PSOE fue la fuerza más votada, con 25 escaños; seguido del PP con 15; Vox con 12; Unidas Podemos con seis y Ciudadanos con tres. La participación en las generales de noviembre de 2019 en Andalucía fue del 64%, un escrutinio muy bajo, lastrado por la repetición electoral (ya había habido elecciones en abril, de las que no salió ningún Gobierno).
Pese a esta excepción, la participación en unas generales crece históricamente entre diez y 12 puntos respecto a otros procesos electorales. Los comicios de este domingo 23 de julio son los primeros que se celebran en pleno verano, coincidiendo con las vacaciones de millones de españoles -12 millones de desplazamientos previstos- y una ola de calor sin precedentes. Son factores que, a lo largo de la campaña, han arrojado incertidumbre.
Sin embargo, las solicitudes del voto por correo han alcanzado una cifra récord -más de dos millones de personas- y todos los analistas indican que la participación superará el 70%. La pregunta que se vienen haciendo los comités electorales de todos los partidos durante las últimas dos semanas es ésta: ¿a quién beneficiará esa alta participación? ¿Será una movilización masiva contra Pedro Sánchez? ¿O será una movilización masiva contra un hipotético Gobierno de PP y Vox? Son los dos revulsivos que han chocado en esta campaña de bloques que ha sustituido al bipartidismo tradicional.
Andalucía es la comunidad más poblada, con 6,7 millones de votantes. Hay, sin embargo, unos dos millones de andaluces que casi nunca ha acudido a las urnas, es el llamado “absentismo estructural”. Pero luego existe una franja de indecisos -en torno a medio millón de personas en Andalucía -que puede decantar el resultado final, según en qué provincia vote o no vote.
La incertidumbre es tan grande este 23J, que los candidatos han hecho protagonistas a estos anónimos con desesperadas llamadas al voto, y los analistas demoscópicos han puesto en duda sus propias cábalas porque un movimiento in extremis de este colectivo puede dar un vuelco a sus sondeos.
La ley electoral reparte los escaños por circunscripciones provinciales, según una cuenta matemática sencilla que permite determinar cuántos votos le cuesta a cada partido cada diputado o diputada. eldiario.es ha aplicado esa cuenta a los resultados de las municipales de mayo en Andalucía, a sabiendas de que la participación este domingo será mayor.
El resultado, por tanto, no es extrapolable a las generales, pero sirve para orientar el voto útil con los datos más recientes en las urnas. Es como si los indecisos pudieran ver las piezas en el tablero de ajedrez con la partida empezada -lo que votó la gente el 28M- y eligieran su próximo movimiento en función de las probabilidades de éxito.
Es la misma información con la que parten los partidos políticos al diseñar su estrategia de campaña: los municipios, las ciudades y las provincias donde concentrar los mítines y actos a pie de calle. Para el votante de a pie, estos datos son más útiles en estas elecciones que en cualquier otra, porque desde el principio se ha planteado como una contienda entre bloques: derechas contra izquierdas.
PSOE y Sumar han anunciado a sus votantes que gobernarán juntos si pueden, el PP aspira a gobernar en solitario, pero si la aritmética le obliga gobernará con Vox. El voto útil para el elector de izquierdas consiste en saber dónde fortalecerá más al bloque progresista, y el voto útil para el PP exige saber dónde puede arañar más papeletas a Vox. Esta es la estimación provincia a provincia partiendo del resultado de las elecciones de mayo:
Sevilla, empate PSOE-PP
En la provincia de Sevilla hay 12 escaños en liza. Con la participación del 61,7% del pasado mayo, PSOE y PP empatarían a cuatro escaños si repitieran su resultado de las municipales, mientras que Sumar y Vox empatarían a dos. El último escaño repartido en Sevilla sería el segundo de Vox, en disputa con Sumar por 4.000 votos de diferencia.
El bloque progresista es el 49,7% del escrutinio -37,8% del PSOE y 11,8% de Por Andalucía (Sumar); y el bloque conservador es el 38,8% (32% PP y 6,8% Vox). La última fuerza fue Vox con 63.317 votos -lo que pagaría por su único escaño-, pero contaría con 31.658 para optar al segundo, una cifra insuficiente de papeletas que irían “a la papelera”.
Esos restos de Vox -votos que no alcanzan para un segundo escaño- sumados a los del PP aportarían a los populares suficientes papeletas para quitarle un escaño a Sumar, e incluso disputarle otro al PSOE.
El reparto actual, con el resultado de las generales de 2019, es de cinco diputados para el PSOE, triple empate a dos entre Vox, PP y Unidas Podemos y uno para Ciudadanos.
Málaga, empate PP-PSOE
En la provincia de Málaga hay 11 escaños en juego. Con una participación del 57,7% en mayo, PP y PSOE empatarían a cuatro escaños, Sumar lograría dos diputados y Vox uno. Aquí habría una disputa reñida entre el tercer escaño de los socialistas y el único de Vox, con una ventaja de apenas 1.345 votos para los primeros.
El último escaño repartido se lo lleva el PSOE por una estrecha diferencia de 677 papeletas sobre Vox, que se queda sin el segundo. El partido menos votado en Málaga fue Vox, con 47.325 votos -el precio de su escaño-. Para optar a un segundo diputado, según las reglas de cálculo de la Le d'Hont tendría la mitad (23.662), votos insuficientes aunque, en este caso, por un estrecho margen.
Cádiz, PP a 2.000 votos de Vox
En la provincia de Cádiz son nueve los escaños en disputa. Con una participación de 56,4% en mayo, el PP ganaría con cuatro diputados, seguido del PSOE con tres, Vox con uno y Sumar con uno [se excluye aquí el resultado de Adelante Andalucía, que en las generales se presenta con el tándem Pilar González-Teresa Rodríguez].
El último escaño que se reparte es el cuarto del PP, con una ventaja de 2.393 votos respecto a Vox, que se queda sin un segundo diputado. El partido menos votado en la provincia de Cádiz en las municipales fue Adelante Andalucía, con 15.319 votos que les dejarían lejos del escaño pero, a la vez, coloca a Sumar por debajo de Vox. Si se concentrase el voto bajo el partido de Yolanda Díaz, ésta podría optar a un segundo diputado, arrebatándoselo en este caso al PP.
El reparto actual, con el resultado de las generales de 2019, es de tres diputados para el PSOE, dos para Vox, dos para el PP, uno para Unidas Podemos y otro para Ciudadanos.
Huelva, PP a mil votos del PSOE
En la provincia de Huelva se reparten cinco escaños. Con una participación de 62,9% en mayo, el PP ganaría con tres diputados si repitiera su resultado de entonces, seguido del PSOE con dos escaños. Vox y Sumar se quedarían a mucha distancia de lograr representación. El último escaño caería en manos de los populares por sólo 1.062 votos de diferencia con el PSOE.
Sumar y Vox fueron los partidos menos votados en Huelva, con 10.856 votos y 11.359 votos respectivamente. Ninguno obtuvo representación y ambos quedaron muy lejos del precio que tuvo el quinto y último escaño (24.040 papeletas). Los votos de Sumar y Vox se perdieron en Huelva; de haberse concentrado en PP y PSOE la disputa hubiera sido muy ajustada, aunque el resultado final no hubiera variado sustancialmente.
El reparto actual, con el resultado de las generales de 2019, es de tres diputados para el PSOE, uno para el PP y otro para Vox.
Jaén, récord de participación
En la provincia de Jaén hay cinco diputados en liza. Con una participación del 69,4%, la más alta en las elecciones municipales de mayo, el PSOE ganaría con tres diputados si repitiera el resultado de entonces, dejando al PP con dos y a Vox y Sumar sin representantes jiennenses en el Congreso. El último escaño iría a parar al PSOE por una diferencia de 2.277 papeletas respecto al PP.
Por Andalucía [Sumar] fue el partido con menos votos en Jaén, unos 5.100; seguido de Vox, que logró 19.612 papeletas. Ninguno lograría representación con estas cifras. Los votos de Sumar apuntalarían el tercer diputado para el PSOE, pero los votos de Vox sumados al PP podrían dar un vuelco al resultado y arrebatarles la hegemonía a los socialistas.
En 2019, el PSOE obtuvo tres diputados en las generales, PP uno y Vox otro.
Córdoba, un puesto seguro para Sumar
En la provincia de Córdoba se reparten seis escaños. Con una participación del 64,7% en mayo, el PP obtendría tres diputados con el mismo resultado que entonces, seguido del PSOE con dos y Sumar con uno. Aquí los indecisos en el bloque de izquierdas pueden ser determinantes para decidir el cuarto escaño, que se lo quedan los socialistas si mantienen los votos de las municipales, pero a sólo 692 papeletas de Sumar.
El último escaño que se reparte cae en manos del PP, a una distancia de 18.300 votos del partido de Yolanda Díaz, que tendría garantizada representación en cualquier caso. Vox fue el menos votado y el único que se quedaría sin representación en esta provincia. Sus 27.603 papeletas quedarían muy lejos del precio que tendría el último escaño en el reparto -40.656 votos-, pero sumados al PP habrían dejado a Sumar [58.976 votos] sin su único diputado.
Granada, Sumar frente a Vox
En la circunscripción de Granada hay siete escaños en juego. Con un 64,1% de participación en mayo, el PP sería primera fuerza y lograría tres diputados si repitiera su resultado de las municipales, empatado a escaños con el PSOE, que también obtendría tres, y uno para Sumar. El último escaño que se reparte va para el partido de Yolanda Díaz, que aventaja a Vox en 3.539 votos.
Vox también fue el menos votado y el único que no obtendría representación en el Congreso con ese resultado: 26.684 votos. La situación es similar a la de Córdoba: concentrando sus votos en el PP, los populares podrían arrebatar el único escaño a Sumar [le costó 33.223 votos].
En las generales de 2019, el reparto fue de tres para el PSOE, dos para el PP, uno para Vox y otro para Unidas Podemos.
Almería, pugna Vox-PSOE
Almería es una provincia con seis diputados en el Congreso. Con el 60,4% de participación en mayo, el PP ganaría holgadamente y obtendría tres escaños con el mismo resultado de las municipales, seguido de dos para el PSOE y uno para Vox. Sumar se quedaría muy lejos de obtener representación. El último escaño que se reparte recae en el partido de Santiago Abascal, que le arrebata el cuarto al PP por 6.000 papeletas.
Sumar fue la fuerza menos votada en Almería el pasado mayo y la única que no tendría representación en el Congreso si repitiese resultado el domingo. Sus 10.034 votos sumados a los restos del PSOE permitirían a los socialistas quitarle su único escaño a Vox y empatar con el PP.
En 2019 el reparto en esta provincia fue de triple empate: dos para PSOE, dos para Vox y dos para el PP.