“La Marca España también la hacen los científicos”

  • Antonio Osuna, científico reconocido y presidente de la Sociedad Española de Parasitología, considera que la Ciencia está en una situación dramática y que una de las fórmulas para salir de la crisis es apostar por la Investigación.
  • Este incansable estudioso de las enfermedades provocadas por los parásitos, con 26 años al frente de la Cátedra de Parasitología de la Universidad de Granada, advierte que Europa no es ajena a afecciones que se creen olvidadas como la malaria.
  • El también director del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada, con seis tramos investigadores concedidos y cerca de 200 trabajos de investigación publicados con 17 patentes, cree que ser un país con un mayor número de abogados que de científicos es algo que merece una reflexión.

Antonio Osuna lleva 26 años al frente de la Cátedra de Parasitología de la Universidad de Granada. Está considerado como uno de los mejores científicos andaluces y es presidente de la Sociedad Española de Parasitología. Desde su posición advierte de que la ciencia está en una situación temible y que la inversión en investigación ayudaría a salir de la crisis.

¿Qué está pasando con la investigación en España?

La situación actual es dramática sobre todo en becas y formación. El déficit de España en inversión en investigación no se corresponde con su entorno. Mientras hace unos años aquí se invertía el 1,25% del PIB, en otros países como Noruega llegaban al 3,4%. Ahora, además, todo esto se ha parado.

Casi sin inversión, pero con buenos investigadores…

En España ya ni podemos formar a la gente. Que un ministro diga que no podemos absorber a la gente que estamos preparando es preocupante. Hay que luchar para que la gente y los políticos entiendan que la Ciencia sirve, que es un vector económico muy importante a corto-medio plazo y que está agonizando.

La crisis, ¿es la culpable?

Cuando hay crisis los investigadores y la Ciencia suelen sufrir las peores consecuencias, pero ahora estamos llegando a un punto insospechado, que clama al cielo. Y lo peor de todo es que el Gobierno parece no darse cuenta. La Marca España también la hacen los científicos españoles cuando registran una patente o cuando realizan una publicación. Con todo lo que está pasando se está discriminando a los profesionales científicos. Lo peor es que si no se pone solución a esto, dentro de muy poco habremos retrocedido a los niveles de hace 35 años. La savia nueva está desanimada. Gente que podría tener una carrera brillante en investigación abandonan para engrosar las listas del paro y conformarse con un trabajo de segundo o tercer nivel, que no redunda en nada. No genera beneficios a nuestro país.

Pero, ¿podemos absorberlos?

Claro, nosotros los formamos, nos gastamos el dinero, les damos el empuje… Y luego los abandonamos. Los mejores se van fuera, pero podemos hacer que esta gente se quede.

¿Cómo le damos la vuelta?

Poniendo imaginación. No todo depende del apoyo político. Si la aportación que tiene el sector de la investigación de un país es el 100% del Estado, la cosa no funciona. La aportación a la investigación debe ser 50% Estado y 50% sector privado. Y esto no se ha conseguido nunca en España. Los empresarios españoles no invierten en investigación, quizá porque no transmitimos lo que hacemos o porque las estructuras están muy alejadas. También es cierto que se pide inmediatez en los resultados y eso no siempre es posible en Ciencia, así que algunos prefieren comprar tecnología en vez de producirla y exportarla. Es una pena, pero es la realidad.

Usted dirige la Sociedad Española de Parasitología (SOCEPA). ¿Qué se hace ahí?Sociedad Española de Parasitología (SOCEPA)

Parasitología es una parte a nivel humano de lo que sería la Medicina Tropical y en el tema animal está relacionada con todos los organismos parásitos que provocan decenas de enfermedades en los animales y que por ejemplo en el ganado provoca pérdidas millonarias. Por nombrar algunas enfermedades estamos hablando de paludismo, enfermedad de Chagas, leishmaniasis, lombrices blancas del niño, diarreas producidas por protozoos intestinales, anisakis, vacunas...

Suena al Tercer Mundo.

Bueno, el último caso de paludismo (malaria) endémico se dio en Holanda en los años 60. Gracias al nivel económico y las medidas sanitarias, así como a las características geográficas muchas de estas enfermedades no son muy comunes en nuestro mundo, pero las hay.

¿Puede la historia cambiar con la globalización?

Muchas de estas enfermedades pueden volver a aparecer por motivos diferentes. En Nueva York hubo un repunte importante de tuberculosis en los 90 y con cepas resistentes a los antibióticos. Se dejó de invertir en prevención y…

¿Por qué no se ha encontrado una vacuna a enfermedades tan dañinas como la malaria?

En primer lugar se trata de organismo complejos que llevan viviendo con sus hospedadores desde su nacimiento, hace 300 millones de años y están perfectamente adaptados porque son células especializadas en vivir dentro de otro ser. Y por otro lado, los llamados países del Tercer Mundo nunca han interesado demasiado a la industria farmacéutica y por consiguiente se ha invertido poco en estas investigaciones porque no era rentable.

¿En España estamos a salvo?

No creo que ocurra una epidemia, pero en España, como en otras zonas, nos enfrentamos actualmente a tres tipos de malaria: la importada por los inmigrantes, la que traen los turistas que vienen de visitar estos países y los casos del aeropuerto.

¿En los aeropuertos?

Sí, los mosquitos viajan en los compartimentos de las ruedas, podríamos decir que hibernan, y existe un protocolo de seguridad de 15 kilómetros en zonas de aeropuertos. En España tuvimos el año pasado un caso en Huesca de un señor que no había ido a ningún país extranjero y que había sido infectado, probablemente por un mosquito que llegó de esta forma.

Parece la historia de una película.

Bueno, es que los parásitos causan enfermedades como falsos tumores e incluso casos de esquizofrenia súbita. Ahora que tan de moda están las dermatitis y los problemas de piel, pues muchas de ellas son afecciones que están provocadas por parásitos intestinales. No las provoca el stress.

Y en España, ¿sabemos de lo que hablamos en este sector?

España está en el sexto lugar a nivel nacional de producción científica en Parasitología. Aquí se ha sido pionero en medidas como la obligación de realizar determinadas pruebas diagnósticas a las embarazadas que han vivido en ciertos países, a los inmigrantes o incluso a los donantes de sangre.

Granada, además, será un referente en la investigación con la puesta en marcha del laboratorio de seguridad biológica de la Universidad.

Sí, dentro de poco inauguramos un laboratorio de seguridad 3, de los que hay muy poquitos en España donde podremos trabajar con cualquier tipo de bacteria transformada genéticamente como la insulina, realizar vacunas, plantas transformadas genéticamente…

Otra vez parece que hable de una película de ciencia-ficción.

Los investigadores debemos ir por delante. El futuro está en las nuevas tecnologías y la biología (la biotecnología).

Usted lleva en la enseñanza universitaria toda su vida. ¿Cómo ve la Universidad?

Hay un desánimo total en los estudiantes. Las matrículas comprendo que no pueden tener coste cero, porque mantener la maquinaria es caro, pero habría que tomar medidas de otro tipo como prestaciones sociales, préstamos especiales… Igualmente, hay que insistir en el cambio de programación docente buscando más el trabajo colectivo del alumno más que el aprender de memoria. Por otro lado, el sistema de selección de alumnos es dudoso.

¿Soluciones?

Otros países como Inglaterra han superado situaciones peores de las que sufre hoy España y han salido apoyándose en la Ciencia por eso sus universidades son intocables. Durante la II Guerra Mundial la investigación británica hizo remontar la economía de este país con tecnologías como el radar usado en un primer momento en el terreno militar. Aprendamos de lo que ha pasado en otras partes. Desde luego, hay que cambiar la mentalidad y reflexionar, porque ser un país que tiene un mayor porcentaje de abogados que de científicos da que pensar. Mal lo llevamos.