“O la gente se pone en marcha para buscar soluciones a esta
situación de crisis poniendo por delante el interñes de las personas, o no hay nada que
hacer“. Las palabras de Jordi, trabajador de 49 años que caminará en las
Marchas de la Dignidad desde Andalucía a Madrid, sintetizan el mensaje de
movilización que esta acción social lleva consigo. Y con él, varios centenares
de personas se han concentrado este sábado en Córdoba dando así el pistoletazo de salida a
la columna andaluza de las Marchas de la Dignidad para iniciar su recorrido a
pie hasta llegar a Madrid el 22 de marzo.
La marcha que parte de Andalucía es la última en ponerse en
camino de todas las que desde los distintas regiones del país ya recorren
cientos de kilómetros para confluir en la capital española el próximo sábado en
una manifestación contra el pago de la deuda y por el empleo, una renta básica y el
mantenimiento de los servicios públicos. Una manifestación que,
auspiciada y organizada desde hace meses por colectivos sociales, sindicales y
políticos de todo el país, pretende ser el altavoz de la “mayoría social” ante
las políticas del Gobierno y la crisis.
Los participantes en la columna que sale desde Andalucía, además de caras conocidas como Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo (SAT) son
caminantes de todas las provincias y de todas las edades que han echado en la
mochila sus razones para participar en estas Marchas de la Dignidad. “El
deterioro de la situación social y económica que afecta a las condiciones de
vida de las personas ha llegado a un límite y se nos ha demostrado que el
Gobierno no va a resolver el problema“, añade Jordi en su argumentación para
hacer este camino a pie.
Antonia, dependienta desempleada de 59 años y madre de tres
hijos lo tiene claro: “Vamos a luchar como hicieron nuestros padres durante
toda su vida por unos derechos que ahora nos han quitado. No quiero esto para
mis hijos ni mis nietos“. Junto a ella, Encarni, auxiliar administrativo también sin
trabajo, explica sus razones para formar parte de las Marchas de la Dignidad: “Quedándose
en casa no se arregla nada“. Y anima a todo el mundo a participar: ”Lo digo en
casa, lo digo de palabra, lo digo en Facebook y lo digo en Twitter. Si nos
unimos todos, lo conseguiremos“, dice esta internauta de la acción social.
Los jóvenes, también presentes en las marchas, relatan su
presente entre el paro y el trabajo en precario para luchar por un futuro
mejor. “Nos venden que estamos en una democracia y no lo es”, dice Coral,
camarera de 24 años. “El pueblo unido podría cambiar lo que se propusiera”,
asegura ante otros amigos que llegarán a Madrid para manifestarse el 22 de
marzo. “Prometen y prometen y no cumplen nada2, señala Francisco, auxiliar de
enfermería de 23 años y parado, en referencia a las políticas del Gobierno. “Hay
que moverse, estamos cansados de esperar a que las cosas cambien“, argumenta
sobre su implicación en la caminata de las Marchas de la Dignidad.
Y así, argumentos y razones sobran a quienes a partir de
este domingo se encaminan a pie hasta Madrid, pese a los kilómetros y a la
dureza del camino. “A dar el callo” –ironiza Rafael- que a sus más de 90 años
hace valer su ejemplo para estar al menos en el inicio de la marcha.
Todos ellos forman parte de la columna que desde Andalucía
recorrerán en siete etapas, desde Santa Elena (Jaén) y con paradas en
Almuradiel, Villacañas, La Guardia, Ocaña, Seseña, Parla y Getafe, su camino antes
de unirse en Madrid el 22 de marzo con el resto de marchas provenientes del
resto del país. Hasta allí, ese mismo día, llegarán autobuses desde todas las
regiones con quienes no harán el camino a pie pero sí han decidido participar
en la manifestación central en la capital. Manifestación que, como la
organización plantea desde los comienzos de esta iniciativa, no será el final
de las marchas sino el principio de diversos actos de esta lucha social.
Columnas en marcha desde marzo
Columnas en marcha desde marzo
Desde el resto del país, las diversas columnas de las
Marchas de la Dignidad ya han recorrido decenas de kilómetros en su objetivo de
mantener a pie un grupo simbólico de manifestantes que alcancen la capital para
unirse allí ya a un número masivo de participantes en esta acción social. Así, el 9 de marzo
partió desde Valencia la Columna Este, que tiene previsto llegar a la localidad
de Tarancón el 18 de marzo, donde se unirá a la Columna Sudeste de Alicante y Murcia,
que arrancaron también el pasado 9 de marzo.
Mientras, la Columna Sudoeste proveniente de Extremadura
empezó su marcha el 10 de marzo exigiendo “trabajo o renta básica, servicios
públicos para todos y el 'no' al pago de la deuda“, como lemas en su
itinerario.
“En marcha contra el capitalismo, en marcha contra la
represión, contra las reformas, los recortes“, denuncia la Columna Noroeste,
formada por activistas de Langreo (Asturias), Villafranca del Bierzo (León) y
Santander (Cantabria), que iniciaron su camino también a principios de mes.
Y por su parte, la Columna Norte arrancó el 6 de marzo desde
Logroño y se unió el día 11 a la de Burgos, mientras que la Nordeste partió de
Barcelona el 25 de febrero, de Pamplona el día 1 de marzo, de Tarragona el 4,
de Alcañiz el 5, de Huesca el 8 y de Zaragoza el 9, con la idea de ir uniéndose
en el transcurso de su camino hasta Madrid.
Todos los grupos han organizado las llegadas de sus etapas
en municipios donde los propios colectivos participantes y algunos
ayuntamientos les están proporcionando ayuda para la comida y el alojamiento.
Así lo harán hasta la última etapa, que cada columna iniciará en una localidad
de la Comunidad de Madrid distante unos 20 kilómetros de la capital para aunar
posiciones de cara a la marcha final el 22 de marzo.