Guitarra, voz y piano. Marlango vuelve a Sevilla este jueves. Último concierto del año antes de concentrarse en un próximo álbum, del que, como hicieron con el último (Un día extraordinario), prefieren jugar con el factor sorpresa hasta que vea la luz.
Dice Leonor Watling que, en español o en inglés, hacen lo que saben hacer. A ellos, y a sus miles de seguidores, les gusta. El que fue su quinto disco, el primero en castellano, toca a su fin. Y toca en Andalucía. Ellos disfrutan de lo que va pasando y dejan en manos del oyente la interpretación de su música y sus letras.
Último concierto del año en Sevilla ¿Preparan algo especial?
Nunca vamos con nada preparado. Siempre es especial tocar en directo y juntarnos en el escenario. Tenemos las canciones del último disco, en castellano, que son las que vertebran un poco el concierto, pero hay 60 para elegir y las decidimos entre nosotros tres pero también la gente que viene a vernos. Depende mucho de la gente, de cómo esté, del día que haga. Nos gusta que sea así, llegar con la mente limpia y con muchas ganas de disfrutar.
¿Pero están de gira o ultimando nuevos temas para el próximo disco?
Ahora estamos componiendo. Es una mezcla. No paramos de tocar porque nos encanta pero no nos metemos en una gira porque si no no podemos trabajar en nuevas canciones. Este es el último del año antes de entrar en el estudio antes de meternos en el estudio a grabar nuevas canciones. Eso da mucha alegría.
¿Qué les supone tocar en Andalucía o en Sevilla en particular?
Tengo un hermano viviendo en Sevilla y para mí venir aquí es un regalazo. Nos nos vemos mucho y es casi como tocar en casa.
Su españolización no era la del ministro Wert con los alumnos catalanes pero, ¿cómo llevan sus fans que ahora canten en castellano?
Pues muy bien. Creo que ha sido una cosa natural. Igual de natural para nosotros que para la gente que nos escuchaba. No ha habido nada forzado, quizá también por eso también hemos tardado un poco más. Pero hasta que no hemos tenido canciones realmente nuestras en castellano no las hemos grabado. No creo que al que le gustaba Marlango ya no le guste. Lo único es que quizá hubiera gente que el inglés le echara un poco para atrás y se han acercado por el español. Pero seguimos haciendo lo que hacemos. No sabemos hacerlo de otra manera.
¿Y a la hora de componer en qué ha cambiado la historia?
Esa era un poco la idea también: cambiar las fichas para que el juego cambiara un poco. Escribir en castellano es muy muy distinto a escribir en inglés. Los tempos cambian, las melodías cambian. Era entrar en un terreno en el que ya no estábamos cómodos...hasta que ya estás cómodo con él. No fue nada que no nos saliera natural. Cambiar las reglas es bueno, te mueve el suelo y te hace estar más alerta.
¿Están más o menos cómodos en inglés o en castellano? ¿En qué ha cambiado su estilo?
Nos sigue gustando lo que nos gusta. Espero que se note todo lo que vamos aprendiendo. Llevamos diez años, cinco giras... Todo eso está en la música y está en las letras. Nunca he sabido contar qué estilo tenemos ni lo sé hacer ahora. Para nosotros internamente sí hay cambios de un disco a otro pero, insisto, depende del que lo escucha.
Un día extraordinario se presentaba en la primavera de 2012 ¿Los días son menos extraordinarios ahora?Un día extraordinario
El título fue un acto de protesta. Me perece que la rebelión más grande que podemos hacer ahora mismo es silbar y defender lo que puedes defender. Un día extraordionario no habla de un día en el que viajas a París en primera clase. Habla de un día en el que te despiertas y decides disfrutar de lo que puedas, de lo tengas, de que la prima de riesgo no te amargue el café. Hablaba de eso cuando salió y sigue hablando de eso. Y cada vez tiene más sentido, además, como que cada vez es más importante agarrarse al mástil y no dejar que te amarguen un rato en el parque con tus hijos. Eso no lo podemos permitir.
¿Mantienen el aire optimista o desde su publicación a esta parte ya no hay lugar para alegrías?
Lo nuestro no es un optimismo naif, es un optimismo de guerrilla. Es 'voy a estar contento aunque todo el mundo haga todo lo que pueda para que no lo esté'. Es un optimismo a pesar de todo.
¿Qué denuncian vuestras letras que se puedan incorporar de algún modo a la actualidad?
Eso se lo dejo a la gente que nos escucha. Yo expreso mi opinión escribiendo las letras pero sobre todo para que le sirvan al que las escucha. Y si le sirven para ponerse contento o para denunciar algo concreto, que elijan ellos lo que sea... Cada uno opina lo que opina y la realidad esta ahí. Estamos para ayudar a vivir la realidad, para celebrarla, para llorarla o para ignorarla.
¿Tocarán en este último concierto algún tema de los que están previstos para el nuevo álbum?
No lo sé. Nunca lo sabemos. Depende de todos.
¿Y algún detalle de lo que viene de Marlango?
Tampoco lo sabemos. Uno siempre hace planes y luego viene la realidad y.... Es mejor disfrutar de lo que vaya pasando.