La Lucha contra el tsunami de hormigón y corrupción que ha asolado las costas e interior del territorio español desde hace décadas, y que ha tenido en el Algarrobico su máximo emblema, acaba de recibir un varapalo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, quien a través de actuaciones presuntamente irregulares y presuntamente prevaricadoras, intenta dar un vuelco de 180 grados a esta lucha emblemática en la que los ciudadanos habíamos ganado todas las sentencias sin excepción, más de 15 hasta la fecha.
Siendo el Algarrobico un ejemplo entre cientos de miles de las atrocidades cometidas en la costa española, siendo uno de los pocos casos que han logrado pararse y darse a conocer, el hecho de que tras 15 sentencias ganadas, las actuaciones presuntamente irregulares de un tribunal puedan revertir el proceso al comienzo, es un varapalo a la democracia, la ciudadanía, el medioambiente y la sociedad en su conjunto, que expone las debilidades profundas del actual sistema democrático.
Lo insólito de esta sentencia no es solo el conjunto de irregularidades procesales que la circundan (como haber cambiado de sección tres días antes de dictar sentencia, lo que ha permitido a los magistrados emitir una sentencia contradictoria con las anteriores); ni la arbitrariedad y vacuidad de los argumentos que utiliza el ponente para darle la razón a la promotora, sino que lejos de ceñirse solo al hotel del Algarrobico y su sector ST1 avanza en un tema que hasta ahora no se había cuestionado en ninguno de los pleitos anteriores: el carácter protegido del suelo del sector ST2 ubicado tras el hotel y que esta sentencia declara urbanizable.
La sentencia da luz verde así no solo al hotel sino a todos los planes más amplios que la promotora Azata del Sol alberga la zona desde hace décadas y que incluyen 1.500 viviendas, 8 hoteles y un campo de golf y que coinciden con los planes contemplados por el PGOU de Carboneras, recurridos por Salvemos Mojácar y sobre el que esperamos inminente sentencia dictada por los mismo jueces que acaba de dictar la sentencia del pasado martes. Planes que coinciden a su vez con el puzzle planteado por la junta de Andalucía en el POTLA con la urbanización del sector adyacente de Torre del Rayo, que uniría los sectores del Algarrobico con el núcleo urbano de Carboneras.
La sentencia legaliza a su vez de forma implícita las otras 50 zonas del Parque natural cuyos planos han sido presuntamente manipulados por la Junta de Andalucía para desproteger su suelo, y que fueron objeto de suspensión cautelar en 2009 mediante el pleito interpuesto por Salvemos Mojácar y otros grupos ecologistas.
Todo esto es una antesala de la sentencia definitiva sobre la licencia del hotel que han de dictar los mismos ponentes en un proceso plagado de irregularidades que ha llevado a Salvemos Mojácar a solicitar la anulación del juicio, presentar un queja ante el Consejo General del Poder Judicial y emprender una querella criminal por presunta prevaricación contra los 4 magistrados implicados: Sr. D. Rafael Toledano Cantero, Ilma. Sra. Dña. María R. Torres Donaire, Ilmo. Sr. D. Jorge Muñoz Cortés, e Ilma. Sra. Dña. María del Mar Jiménez Morera.
¿Se preguntan como es esto posible? ¿Se extraña alguien de que ocurran hechos semejantes en un país donde el ladrillo ha reinado impunemente durante décadas y donde el triunfo ciudadano con el Algarrobico ha sido una excepción a la regla? Sabido es desde hace tiempo que los poderes afectados (Junta de Andalucía, PP, PSOE, Ayuntamiento, Promotora) quieren eliminar esta excepción a toda costa. Si lo consiguen será un síntoma funesto de precariedad democrática y de los tiempos oscuros que nos esperan.
[Jaime del Val pertenece a Salvemos Mojacar y el Levante Almeriense]