Andalucía abre paso a una nueva forma de comercio: el mercado social
En diciembre de 2011 abrió sus puertas en Córdoba 'La Tejedora'. Un nuevo concepto, un mercado social que hasta esa fecha no contaba con ninguna ubicación física en Andalucía. Al calor de la crisis, estos mercados se están poniendo de moda. El último en abrir lo hizo el 18 de enero en Sevilla capital bajo el nombre de 'La Rendija'. Mientras, en Granada y Málaga, ya hay proyectos avanzados. Uno de los objetivos es crear un Mercado Social del Sur que los coordine y acuerde aspectos como una central de compras o almacenes para albergar grandes cantidades de productos de comercio justo. Estas tiendas buscan potenciar un mercado 'verde', alejado de la imagen que pueden transmitir grandes empresas del mercado capitalista.
Los mercados sociales son distintos a los mercados convencionales, según asegura Eduardo Muñoz, uno de los trabajadores de 'La Tejedora' La idea de grandes superficies o grandes almacenes se aleja completamente de estos espacios, que tampoco podrían compararse con un supermercado de barrio.
'La Tejedora', 'La Rendija' y otras experiencias menores, como 'La Alacena' en Alcalá de Guadaíra y 'Casa Cornelio', también en Sevilla, apuestan por una línea de trabajo en la que se mima al productor y movimientos cooperativistas locales, se prescinde en todo lo posible de intermediarios (grandes distribuidores) y se ofrece al consumidor productos ecológicos y de comercio justo -a precio que rondan los de mercado convencional- en los que se pueda acreditar perfectamente su procedencia. De hecho, los proveedores interesados deben aceptar unos criterios que ahondan en lo natural, ecológico, en la producción libre o el propio comercio justo, que garantice condiciones laborales dignas.
Los grandes márgenes de beneficios que se llevan los intermediarios en el mercado convencional, en detrimento de los productores –bien saben de ello en el sector agrario-, no se dan en el mercado social. Muchos de los productos que se pueden adquirir en La Tejedora o en La Rendija provienen del entorno local –artesanía, frutas, hortalizas…- en las que es el propio productor quien pone el precio en tienda, sin necesidad de intermediario. Eso sí, para productos como el chocolate, el café, el azúcar o el ron, que no se producen en su entorno, necesitan un proceso de importación con intermediarios en el que, en todo caso, se aseguran que el proveedor cumpla exigencias éticas, ecológicas y/o de comercio justo y vinculados a una economía social.
Muñoz dice que 'La Tejedora' comenzó contando con la aportación de pequeñas empresas como 'Transformando', dedicada a la importación de ron; la editorial 'Atrapa sueños', un estudio de arquitectura e ingeniería y la ecoempresa 'La vuelta al mundo'.
La producción de Somontes
La producción de SomontesComo cabe esperar, la producción de frutas y hortalizas de la finca ocupada de Somontes (Palma del Río) tiene su espacio en 'La Tejedora'. También pimientos, alcachofas o aceite envasado de una cooperativa de Marinaleda (Sevilla) ocupan un sitio privilegiado en el mercado social. Junto a todo ello, un batiburrillo de productos en los que no faltan vinos ecológicos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, miel de la Sierra de Montoro, chocolate biológico a la taza, artesanía de Marruecos y Córdoba o una amplia gama de productos de la marca Bioles o friegasuelos y detergentes fabricados por personas con Síndrome de Down de un centro de día de Sevilla.
Un concepto muy amplio para un espacio en el que también tienen cabida reuniones, organización de talleres o cursos semanales e incluso un bar que han abierto en una zona cercana.
El movimiento cooperativo y de asociacionismo con el que cuenta 'La Tejedora' para continuar con su actividad sigue creciendo gracias a los productores, consumidores y un eslabón principal: los socios. Ya cuentan con 180 socios que aportan una mensualidad de 15 euros, intercambiables con productos de la tienda.
Una central de compras
Una central de compras
En 'La Rendija', con un período de vida más corto, ven a 'La Tejedora' como su madre a pesar de que ellos han alcanzado ya los 200 socios, que aportan una cuota mínima de 10 euros al mes para adquirir productos. Están junto a la Plaza del Pumarejo. Uno de sus miembros, Óscar Acedo, dice que ha tenido muy buena aceptación y que que están buscando la coordinación necesaria entre mercados para conseguir el Mercado Social del Sur. Ellos profundizan más en los productos ecológicos y buscan ahora dar a conocer más su tienda, de la que ya son asiduos numerosos vecinos del barrio.
La intención que recoge el mercado social de 'La Tejedora' en sus criterios de gestión es clara: “Estos mercados están constituidos por entidades entre cuyos fines está la transformación social, que con su actividad construyen una sociedad justa, libre, democrática e igualitaria. Entidades que con su actividad promueven la toma de conciencia acerca del poder transformador personal y colectivo del consumo. Son entidades que se definen como defensoras de la rentabilidad integral: económica, medioambiental, humana y social, que no tienen como fin la maximización del beneficio económico”.