Podemos en Andalucía son medio centenar de círculos -la fórmula en la que se organizan- con presencia en todas las capitales de provincia y ciudades grandes y medias. La número 2 de la lista, Teresa Rodríguez, sale también de esta tierra. Es natural de Cádiz. Profesora de ESO, un colectivo bastante numeroso en este partido que ha sido la revelación de los comicios y un fenómeno en el que ya se fijan sociólogos y politólogos. Ella se vinculó a este proyecto a través de su participación en los movimientos sociales y decidió presentarse a las primarias. Siempre le ha gustado la movilización, desde su etapa de estudiante hasta la llegada de la Marea Verde, pasando por el colectivo Becarias Precarias, asambleas de barrio, movimientos feministas... Estos días recibe las felicitaciones de los alumnos y padres del instituto donde da clases. Se va a convertir en eurodiputada, y hace unos meses ni ella misma lo imaginaba.
Podemos ha defendido que su funcionamiento no va a responder a las fórmulas de los partidos tradicionales. ¿Cómo van a organizarse a partir de ahora tras unos resultados en las europeas que todos han calificado de espectaculares?
Queremos seguir trabajando como hasta ahora, porque hemos visto que funciona, incluso siendo una fuerza política con tan pocos recursos materiales. Sólo con aportaciones de la gente, y sin préstamos, hemos demostrado que una buena organización, participada, permeable y atractiva, es capaz de diseñar una campaña. Cualquier persona, al margen de su pertenencia, puede incorporarse en cualquier momento a nuestro proyecto y opinar sobre el programa, elegir a los candidatos, incluso presentarse… Más allá de la burocracia y aparatos clásicos de los partidos. No queremos listas negociadas en los despachos, sino que todo el mundo se presente en igualdad de condiciones: poder ser elegido y poder elegir. En cuatro meses, hemos conseguido que hayan participado más de 33.000 personas, un récord en primarias en Europa.
También han dicho que van a fijar un sueldo muy razonable para sus eurodiputados, 1.900 euros. ¿Qué se va a hacer con el resto del dinero?
Lo tendremos que acordar. Seguramente en los propios círculos en Madrid, el 4 de junio. Hemos estado organizándonos y haciendo campaña al mismo tiempo, por lo que ahora toca pararse y ver cómo continuamos. No queremos políticos que estén alejados de los representados. Es una cuestión de principios. El sueldo de un eurodiputado puede estar por encima de los 6.000 euros, por lo que el resto teníamos el compromiso de destinarlo a causas sociales. Serán los círculos los que decidan y el destino de ese dinero será público y detallado, como hemos hecho con los ingresos y gastos de la campaña.
Las próximas elecciones son las municipales. ¿Qué calendario manejan para ver si se presentan? Y si es así, ¿lo harán en los municipios grandes? ¿en aquellos donde hayan conseguido mejores resultados?
Todo está por decidir. Dependerá de los círculos a nivel local presentar o no candidatura y tomarán la decisión en sus municipios. Lo mismo se hará a nivel autonómico. Los resultados animan a presentarse en todos lados…
Desde la derecha se les ha tildado de frikis, antisistema, populistas… ¿Cómo encajan estos calificativos?
Uno de los logros de de esta iniciativa es que ha sido de sacar a la luz ideas de sentido común en los tiempos que corren. Como se pudo leer en alguna pancarta del 15M, nosotros no somos antisistema. El sistema es antinosotros. Los que nos gobiernan nos recortan los derechos, no se presentan a las elecciones pero nos obligan a pagar una deuda ilegítima, que haya desahucios masivos… Realmente es el propio sistema el que coloca fuera a la mayoría de la ciudadanía y no a una minoría hiperidiologizada. Hemos recogido ese sentido común y lo hemos puesto a funcionar. Es la clave del éxito de este proyecto.
En Andalucía se ha convertido en tercera fuerza en algunas capitales, por delante de IU. Es el caso de Cádiz y Sevilla. ¿Significa que han recogido votos de IU o de descontentos del PSOE?
Creo que nuestro voto viene sobre todo de los que no iban a votar, o sea que se iban a quedar en casa, y de los descontentos del PSOE. IU también ha crecido dentro de horquilla prevista, por lo que no hemos ocupado un espacio que le pertenecía, sino que nos hemos alimentado de otro perfil de votante.
¿En un hipotético adelanto electoral en Andalucía, estarían ustedes en un buen momento?
Yo creo que sí. En cuatro meses hemos preparado una campaña para las europeas. Si hubiera adelanto electoral tendríamos capacidad de continuar con el mismo impulso y con la participación de más gente. Esperamos también que a raíz de los resultados del 25M, se acerque más gente a la iniciativa y ser capaces así de formar ese frente ciudadano amplio para poner un freno de emergencia a lo que esta ocurriendo.
¿Puede Podemos arrancar más sufragios en próximos procesos electorales de esa izquierda que, no muy convencida, ha votado al PSOE o a IU porque pensaba que era mejor no arriesgarse y recurrir al voto útil?
Sí. Quien en la mañana de las europeas, ante un posible miedo del avance de la derecha, ha votado a otros, ahora se da cuenta de que es posible que otras fuerzas políticas consigan representación, y el mensaje es contundente. La gente está empezando a no creerse más mentiras. La perdida de esos votos duele mas todavía a los que están recortando derechos, permitiendo el fraude fiscal o participando de la corrupción.
¿Cómo valora una posible alianza futura de la izquierda a nivel nacional, pero sobre todo regional?
Es la idea desde el principio. La oferta suena ahora diferente. No pretendemos ser una fuerza política más que ocupe una determinada horquilla del porcentaje de votos. Se trata de configurar un frente amplio contra el bipartidismo y contra la dictadura de la troika. Nuestra propuesta ha sido siempre la de establecer diálogo con organizaciones que estén en contra de la austeridad brutal que estamos padeciendo.