Cuando se declaró el primer estado de alarma, la Junta de Andalucía tenía una bolsa de más de 100.000 aspirantes para medio centenar de procesos selectivos iniciados en distintos cuerpos. En los últimos meses se ha podido ir recuperando el ritmo de celebración de las pruebas de los que tienen menos demanda, pero los más de 45.000 admitidos para los cuerpos de administrativos C1 (unos 20.000) y C2 (más de 25.000), a los que hay que sumar los más de 30.000 que se calcula que se inscribirán a las de profesores, en vista de los números que han registrado procesos previos, tendrán que esperar a 2021.
Francisco Veiga es uno de los afectados de este último caso, con 6.142 plazas en juego para secundaria y formación profesional: “La oposición se tenía que haber celebrado en junio de 2020. Yo había calculado aprobarlas nada más acabárseme el paro y ahora, pese a tener un año más para estudiar, estoy agotando el subsidio de 430 euros para mayores de 45 años. Después de eso, nada”, explica. Desde que se quedó en paro ha conseguido trabajar una vez, en 2018, pero no se queja: “La pandemia a quien ha fastidiado es a los enfermos y fallecidos. En mi caso, se me ha puesto todo más difícil, como a todos”, resume. Porque la Consejería de Educación y Deporte ha trasladado a 2021 estas oposiciones, con el 5 de enero como plazo tope para inscribirse, lo que a su vez obliga a posponer hasta 2022 las del cuerpo de maestros, respetando con ello la cadencia de alternar primaria y secundaria cada año.
Para él, ha sido negativo, pero para otros, como María Aguilera, una de las admitidas en el listado definitivo para C2, que se cuentan en un excel que ocupa casi 950 horas, ha supuesto una ventaja. Después de dos años de precariedad en la hostelería, tenía previsto “probar” porque apenas le había dado tiempo de estudiar para el examen si hubiera sido en mayo, “pero que se haya puesto en febrero supone nueve meses ganados para ir tope”. En este sentido, los C1 y C2 ya tienen fecha, 20 y 21 de febrero, respectivamente, si bien el Instituto de Administración Pública de Andalucía (IAAP) advierte de que se mantendrá mientras lo permita la pandemia, dado que se está hablando de la mayor concentración de opositores en la comunidad autónoma, pese a que se despliegue la celebración de las pruebas por las ocho provincias. Si se celebran esos días, será lo de a la tercera va la vencida, porque inicialmente iban a tener lugar en la primavera de 2020, luego se pospusieron a la última semana de noviembre, para finalmente descartarse hasta 2021.
El coste psicológico
Son las oposiciones importantes por volumen de aspirantes, las imposibles de convocar con las actuales restricciones, mientras que los ejercicios del resto sí se han podido celebrar el último cuatrimestre. Es más, el grueso tienen ya fijadas la segunda o tercera prueba para el primer trimestre de 2021.
Isabel Ruiz, secretaria general en Andalucía de la Confederación Española de Empresas de Formación (Cecap), reconoce el estrés que la incertidumbre ha supuesto para los más afectados. “Para el opositor el último mes es el del spring final y en este caso lo han dado ya dos veces en el caso de los C1 y C2, y viene una tercera. Eso, psicológicamente, agota por completo. Cada vez que se pospone es un bajón tremendo. De todas formas, la fecha de febrero, que finalmente ha puesto la Junta de Andalucía, nos parece la más sensata. Pero claro, el miedo lo tienen en el cuerpo, por la tercera ola”. En el lado contrario, expone que “2021 será un año impresionante para las oposiciones, por el volumen de pruebas programadas”. Indica también que la situación de crisis, el fin de los ERTE (expediente de regulación de empleo) “está haciendo que mucha gente de mediana edad ya se acerque a las academias para informarse porque ve en el empleo público la única salida en un mercado laboral cada vez más complicado”.
Por otro lado, y con un impacto desigual, es la formación no presencial a la que se han visto obligadas las academias especializadas en la preparación de opositores. En el caso de Adams, que es una de las de mayor implantación en Andalucía y que dirige la propia Isabel Ruiz, explica que han conseguido incluso incrementar el número de alumnos, y cuentan con más de un millar en estos momentos. “Gracias a que teníamos una plataforma ya en funcionamiento, pudimos adaptarnos de un día para otro a las nuevas limitaciones. Para muchos alumnos, ha sido incluso mejor que todo sea online, por su lejanía con respecto a las instalaciones. Para el profesorado, lógicamente, ha supuesto un esfuerzo importante de adaptación, por tantas horas delante de la pantalla, pero se ha conseguido. Hemos mantenido también los descuentos porque entendemos que son tiempos complicados, y más cuando muchos se han visto obligados a prorrogar su formación más tiempo del previsto con el fin de mantenerse actualizados”, agrega.
Dos guiños de la Junta de Andalucía
En este contexto, con la reciente aprobación de la oferta de empleo público de 2020, el Consejo de Gobierno ha incluido el blindaje de las oposiciones frente a posibles situaciones de este tipo. “En la excepcional situación derivada de la pandemia, el decreto recoge que, si se produce una situación de emergencia sanitaria de salud pública que conlleve restricciones de la movilidad, las personas aspirantes puedan completar el proceso selectivo”, exponen desde la Junta de Andalucía.
Otro de los guiños del Gobierno de la Junta en un año especialmente complicado ha sido el compromiso con los sindicatos de la Mesa Sectorial al de Negociación de la Administración General para crear una bolsa de empleo para interinos con los que hayan aprobado por lo menos una prueba. Se trata de una modificación de la resolución de la Dirección General de Recursos Humanos y Función Pública de 18 de julio de 2014, por la que se regulan los procedimientos de selección. De este modo, antes de llevar la oferta de empleo al Servicio Andaluz de Empleo (SAE) se acudirá a la bolsa de empleo conformada por los que hayan superado el primero o único ejercicio en la oposición o que estén en fase de celebración en las convocatorias en tramitación cuando surja la necesidad. Todo ello, hasta el momento en que se proceda a la constitución de la bolsa de empleo resultante del cuerpo, especialidad u opción de que se trate. El orden de inclusión se determinará según la calificación en el ejercicio.