Moreno Bonilla: “Doñana no puede ser una pecera de hormigón, tiene que ser un elemento de dinamización económica”

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
26 de enero de 2022 14:15 h

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El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha insistido este miércoles en el Parlamento Europeo, en Bruselas, en su intención de regularizar regadíos ilegales próximos a Doñana, lo que muchos consideran incompatible con las normas europeas de protección del medio ambiente y de las aguas: “Hay un problema a 30 kilómetros del parque, y lo que hemos decidido es hacer un proyecto de ley para adecuar los intereses agrícolas de la zona con la protección del parque. Lo que vamos a hacer es intentar regularizar una situación que está en una situación de alegalidad”.

“Aquí nadie está hablando de ampliación de regadío”, ha dicho Moreno Bonilla, aunque de facto sea lo que vaya a pasar si se aprueba su proyecto tal y como está: “Es simplemente pasar de una situación de alegalidad a que sea legal y esté regulado, que sepamos qué consumo de agua hay y cuántos tienen derecho a agua, de dónde se puede coger ese agua, que se cumpla con los compromisos del Estado en las transferencias de agua para que los regadíos no tengan que pincharse en el entorno de Doñana... Se trata es de poner en marcha una mecánica para resolver un problema que se está enconando y que está generando un malestar de los ciudadanos de la provincia con el parque”.

El presidente andaluz, además, ha insistido en que “el parque no puede ser ajeno a la realidad sociológica de la zona”. ¿Y eso qué significa? “El parque no puede ser una pecera de hormigón donde la gente se suba a verlo. El parque también tiene que ser un elemento, por supuesto, de dinamización económica de la zona”. Y añade: “Con la máxima protección. Que nadie piense que vamos a erosionar ni un milímetro una de nuestras joyas naturales, que vamos a proteger porque así nos lo dice la ley y porque es nuestra voluntad”.

Moreno Bonilla ha argumentado que habrá “un montón de meses” para hacer alegaciones y que, fruto de ello, espera alcanzar “un punto de equilibrio” para resolver “el conflicto”.