La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Moreno tiende la mano a la oposición desde su mayoría absoluta pero fija como “innegociable” el Estatuto andaluz

Daniel Cela

5 de julio de 2022 13:18 h

0

Juan Manuel Moreno ha regresado este martes al Parlamento andaluz como presidente de la Junta en funciones y presidente electo, tras lograr una mayoría absoluta para el PP en las elecciones del 19 de junio. En el 137 aniversario del nacimiento de Blas Infante -considerado “padre de la patria andaluza”- Moreno ha anunciado que su futuro Gobierno buscará acuerdos políticos con el resto de fuerzas, pese a contar con una mayoría suficiente para sacar en solitario todas sus iniciativas. Pero también ha fijado los límites de ese diálogo en los márgenes del propio Estatuto andaluz. “Los logros y aspiraciones que nos ofrece nuestro Estatuto de Autonomía son innegociables, completamente innegociables. No se tocan. Por convicción y por compromiso”, ha advertido.

El presidente en funciones ha recalcado que “la situación de Andalucía, España y el mundo nos exige estar muy acertado en las decisiones, moderados en las formas y abiertos para integrar visiones diferentes”, pero ha insistido en que tras las elecciones del 19J, “los andaluces acaban de escribir un nuevo capítulo de nuestra defensa del autonomismo”.

La Cámara legislativa lleva meses disuelta, desde que Moreno anunció el adelanto electoral al 19 de junio. El homenaje a Blas Infante se sitúa este año en la transición de dos legislaturas, a una semana de que se constituya el nuevo Parlamento, con la composición surgida de las urnas, antes de la investidura del presidente y de la formación del nuevo Ejecutivo. Todo está en el aire y todo depende de una única voz, la de Moreno. Los consejeros en funciones, tanto del PP como de Ciudadanos, los ex diputados de todos los grupos y miembros de todos los órganos de extracción parlamentaria que ahora serán renovados figuraban en el acto de Blas Infante, calculando si el presidente contará o prescindirá de ellos.

Poquísimas personas conocen la estructura de Gobierno que Moreno tiene en su cabeza, y menos aún los nombres de los futuros consejeros o del nuevo presidente o presidenta del Parlamento. El líder del PP andaluz sólo ha avanzado que su Ejecutivo tendrá que ampliar el número de consejerías, para evitar que un solo departamento concentre tantas políticas y tan dispares (fruto del acuerdo de coalición con Ciudadanos). Será un Gobierno más de gestión, más técnico, con un peso importante en el área económica -de cara a un otoño que se adivina difícil por la inflación y la guerra en Ucrania- y sin cuotas provinciales del PP, advierten fuentes próximas a Moreno.

En la ofrenda floral al busto de Blas Infante, situado a las puertas del salón de plenos en el antiguo hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, han participado todos los grupos parlamentarios excepto Vox, que abomina del Estado de las Autonomías y que hoy mismo ha tildado a Blas Infante de “radical, lunático e islamófobo” [en un mensaje de Twitter que luego ha borrado].

Parte del discurso de Moreno parecía dirigido a esta formación, su socio necesario en la pasada legislatura, al reafirmarse en la defensa del “modelo de autonomía constitucional”. “Una autonomía para decidir sobre competencias transferidas sobre servicios esenciales que son fundamentales para los andaluces. En ningún lugar se va a decidir mejor que aquí sobre la vida de los andaluces”, ha subrayado el presidente en funciones, sin mencionar la defensa de Vox de devolver competencias autonómicas al Gobierno central.

Moreno ha hablado de un “autonomismo moderno, constitucional y útil” para reivindicar que Andalucía “tiene que jugar un papel destacado en la agenda institucional de España”. El autogobierno, ha dicho, “no es un hito conseguido y amortizado. Nos corresponde a todos protegerlo. Les invito a mantener vivo y actualizado un autonomismo útil”.

La presidenta del Parlamento saliente, Marta Bosquet (de Ciudadanos), se ha emocionado al pronunciar su último discurso institucional, recordando que la Cámara legislativa es “heredera directa del sueño de Blas Infante”. Moreno ha tenido palabras de cariño hacia Bosquet y al finalizar el acto la ha acompañado del brazo hacia un aparte del edificio, donde han continuado hablando.

El líder de la oposición, el socialista Juan Espadas, también ha estado presente en el homenaje y ha saludado a Moreno por primera vez tras las elecciones con un apretón de manos. Espadas ha planteado la necesidad de “revisar el Estatuto andaluz”, reformado en 2007, para clarificar si hay competencias que no se han desarrollado todo lo necesario.

El Parlamento andaluz se constituirá el próximo 14 de julio. La secretaria general del PP-A, Dolores López, se ha reunido este martes con la vicesecretaria general del PSOE, Ángeles Férriz, para empezar a negociar la composición de la Mesa, órgano rector de la Cámara que cuenta con siete miembros. Sin que medie una negociación entre los grupos, cada partido votaría a sus propios candidatos, el PP se quedaría con cinco -incluida la presidencia- y el PSOE con los otros dos. El reglamento obliga a que todos los grupos tengan representación en la Mesa, de modo que habría que habilitar dos portavocías con voz pero sin voto para Vox y para Por Andalucía.

Los populares están dispuestos a ceder uno de sus sillones, porque con cuatro asientos aún mantendrían la mayoría absoluta. Pero para hacerlo negociarán con los socialistas la mejor fórmula que les permita conservar una representación proporcional a su número de diputados (30) y deje espacio al resto de formaciones. El principal problema es la lectura política que lleva aparejada el que el PP ceda uno de sus puestos a Vox -con derecho a voto-, y se cree una portavocía sin voto para la coalición Por Andalucía.

López quiere comprometer al PSOE en esta decisión, para no cargar con la responsabilidad exclusiva de entregar un puesto de poder en el Parlamento a una formación abiertamente contraria a esta institución. En cualquier caso, las consecuencias serían relativas: el voto de Vox no condicionará en nada las decisiones de la Mesa, en tanto que el PP ostentará la mayoría absoluta de este órgano aún cediendo uno de sus puestos.