Dolores Alonso Román falleció este martes en la sala de espera del servicio de urgencias del hospital Torrecárdenas, en Almería, tras más de dos horas sin ser atendida, tal y como asegura su familia, que ha interpuesto una denuncia en el juzgado de instrucción número 6 de Almería por presunta negligencia.
La mujer, de 74 años de edad, fue al hospital en una ambulancia desde la residencia en la que se encontraba a causa de sus problemas de movilidad. Su hija, Ana Almécija, en declaraciones a eldiario.es, relata que la noche del lunes llamó a su madre a la residencia y esta ya presentaba dificultades para hablar. “Le tenemos el azúcar controlado, pero tiene fiebre”, le explicó una trabajadora que atendía a su madre.
A la mañana siguiente llamó de nuevo para ver cómo estaba y aunque le aseguraron que “había pasado buena noche, sin fiebre”, su madre, aun estando consciente, no hablaba, por lo que el equipo médico de la residencia había estimado pertinente que Dolores fuera a urgencias.
Almécija creía que sería otro episodio como los que su madre había pasado en los últimos meses. Debido a un fallo en el riñón, Dolores no metabolizaba bien los medicamentos y esto le provocaba efectos “como de estar drogada” —en palabras de su hija—, por lo que ha estado ingresada en el hospital varias veces en los últimos meses. “Estábamos tranquilos porque creíamos que era otro episodio más, que pasaría una semana ingresada desintoxicándose y que volvería a la residencia donde estaba siendo tratada para recuperar la movilidad y volver a casa”, ha explicado Almécija. De hecho, su hija asegura que cuando desde la residencia le dijeron que la mandarían a urgencias, aseveraban que Dolores necesitaba un reajuste en la medicación.
Al llegar la ambulancia al hospital, entre las 11.30h y las 12.00h, según recoge la denuncia, el marido de Dolores se encontraba allí esperándola y junto al equipo médico que había trasladado a su mujer, estuvo en el momento del triaje, donde le asignaron el nivel de prioridad 2.
En la sala de espera
Cuando Almécija llegó en torno a las dos de la tarde, encontró a su madre en una camilla en la sala de espera, junto a su padre que la creía dormida y sin que hubiera sido atendida desde que llegaron. Almécija notó que su madre no respiraba y en seguida pidió ayuda. Se llevaron a su madre para reanimarla y a los minutos le comunicaron que había fallecido.
En ese momento de nerviosismo, Almécija advirtió que denunciaría lo que acababa de ocurrir, lo que hizo que un grupo de miembros del hospital se quisieran reunir con ella en privado. “Tu madre podría haber muerto igualmente”, asegura que le dijo una de los responsables. “A lo mejor mi madre hubiera muerto igualmente, pero atendida, si hubierais hecho las cosas como teníais que hacerlas”, respondió Almécija.
En la misma tarde, Almécija interpuso una denuncia por presunta negligencia y quedaron a la espera de que en la mañana de este miércoles se realizara la autopsia de su madre. Según un comunicado de la Junta, Dolores presentaba problemas respiratorios, pero Almécija ha asegurado a eldiario.es no conocer ese dato ni saber cuándo llegará el resultado de la autopsia. “No sé nada, no sé de qué ha muerto”, ha explicado.
“Que no vuelva a ocurrir”
Después de las horas traumáticas, se han sucedido las llamadas en el teléfono de Almécija. Juan de la Cruz, delegado de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía en Almería, le ha mostrado su pésame y apoyo; y el nuevo gerente del Hospital Torrecárdenas, Manuel Vida, también le ha mostrado sus condolencias y le ha asegurado que se abrirá una investigación para que no vuelva a ocurrir un hecho similar.
En las declaraciones a este periódico Almécija aún se encontraba nerviosa por lo sucedido y ha afirmado haberle entendido al gerente “algo sobre recibir una compensación”. “Quiero que quien tenga responsabilidad en esto, se haga de verdad responsable, que sean conscientes de que no lo han hecho bien y no ocurra más. A mí las indemnizaciones me dan igual. ¿Cuánto cuesta la vida de mi madre?”, ha sentenciado.
La delegación provincial de Salud confirmó ayer a La Voz de Almería que “la paciente no llegó a ser atendida por ningún facultativo de Urgencias”, aunque ni el Hospital Torrecárdenas, ni la Consejería de Salud de la Junta han querido ofrecer declaraciones a este periódico sobre lo sucedido. En un comunicado de prensa, han lamentado el fallecimiento y han afirmado haber “abierto una información reservada” y estar “recopilando todos los datos sobre el caso”. Además, señalan que “desde el complejo hospitalario se han puesto a disposición de la autoridad judicial para facilitar toda la información que se les requiera”.
“Dolores debió ser atendida, pero es que hay saturación”
Un enfermero con más de 10 años de experiencia en el servicio de Urgencias del Hospital Torrecárdenas, que ha preferido preservar su identidad, ha declarado a este periódico que “estas cosas pasan” debido al estado de saturación. “Urgencias es un servicio en el que no se puede prevenir cuánta gente va a asistir. A veces se colapsa y me consta que la tarde en la que falleció Dolores, eso es lo que ocurrió”, ha afirmado.
Este profesional relata que es el equipo de enfermería quien realiza el triaje a la llegada de los pacientes a urgencias y que si a Dolores se le asignó la Prioridad 2, debió haber sido atendida en menos de media hora. “Si no ocurre, a los 45 minutos debe ser evaluada de nuevo, por personal médico o de enfermería”, explica. No fue el caso de Dolores, que según afirma la familia y ha reconocido la propia delegación de salud, no recibió atención durante su espera, “y eso es algo que no pueden negar, ya que cada acción que se realiza con un paciente queda guardado en el registro informático y, si no hay nada, no pueden negarlo”, explica el enfermero.
Según el sistema de funcionamiento de urgencias, cuando coinciden varios pacientes con un mismo nivel de prioridad, se les acaba atendiendo por orden de llegada, provocando retrasos como el que tuvo que padecer Dolores.
También ha afirmado que el reciente cambio de Gobierno y de gerencia en el Hospital no supone ninguna diferencia, ya que se trata de problemas que ya se encontraban antes. “Ha cambiado sobre todo la situación laboral para los trabajadores. Hemos pasado de contratos de un mes a de seis meses. Antes, si enfermabas, nadie te sustituía y entre compañeros se cubría ese hueco doblando turnos. En cambio, ahora, sí está habiendo más contrataciones”, ha explicado.