El futuro presidente y candidato del PP-A, Juan Manuel Moreno, se sintió incómodo con la fotografía de su presentación en Sevilla la pasada semana: le acompañaban todos los presidentes provinciales. Los ocho, hombres. El todavía secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, confesó que le había “chocado” la imagen, para insistir a continuación en que la mujer iba a tener “un papel muy importante” en la nueva ejecutiva que configurará tras su designación en el congreso de los próximos días 1 y 2 de marzo. Tampoco hubiera sido muy distinta la instantánea si le hubieran acompañado los números 2 de cada provincia, ya que salvo el caso de la secretaria general del PP de Málaga, Margarita del Cid, el resto también son todos varones.
Recordaba esa fotografía a otra que había protagonizado Javier Arenas -uno de los padrinos del nuevo líder del PP-A y con quien muchos lo comparan- tras su victoria en las elecciones autonómicas, asomado al balcón de la sede del PP-A con la pancarta de “gracias” y escoltado únicamente por cinco hombres: Antonio Sanz, José Luis Sanz, Juan Ignacio Zoido, Cristóbal Montoro y Ricardo Tarno. Y parece que va a perseguir a Juan Manuel Moreno, porque esta semana, a su paso por la junta directiva provincial de Sevilla, de nuevo se sentaba en una primera fila flanqueado por hombres.
La realidad es que, mientras en el PP nacional hay mujeres en puestos muy destacados, en Andalucía su presencia es limitada, aunque en su historia cuenta con una salvedad importante, la presidencia de Teófila Martínez entre 1999 y 2004. En comité ejecutivo autonómico, pese a que de los cinco vicesecretarios cuatro son mujeres, a partir de ahí la presencia de éstas se diluye en los cargos orgánicos. Sólo cinco mujeres entre los 15 coordinadores, nueve entre los 32 secretarios de áreas, una en los seis presidentes de comités, nueve en los 22 vocales... De hecho, en los 176 cargos que figuran en la web del PP-A como “comité ejecutivo autonómico”, sólo medio centenar, es decir, menos de un tercio, son mujeres.
Lo cierto es que voces destacadas del PP-A confían en que con el nuevo jefe aumente la presencia femenina en una formación que no es amiga de las cuotas. La diputada Celia Villalobos comentaba hace unos días que en el PP-A “hay muchas mujeres en puestos destacados y que, además, están despuntando”. Para continuar: “Todas somos muy importantes. Quien diga lo contrario, no dice la verdad. Es que no se ajusta a la realidad, vamos. Hay vicesecretarias provinciales, portavoces y alcaldesas por un tubo desde 1995”. Convencida de que a las populares nadie les ha “regalado nada”, reconocía que “eso no quita para que sigamos reclamando una mayor presencia femenina”. Cree, de hecho, que con el nuevo presidente van a conseguirlo “porque siempre ha demostrado un gran sensibilidad hacia las mujeres”.
Carolina España, coordinadora del congreso, tampoco considera que las mujeres tengan un papel menor dentro de las responsabilidades de la federación. En todo caso, cree que “las mujeres del PP de Andalucía van a tener papeles destacados dentro del equipo del próximo presidente, porque es algo normal que responde a la vida cotidiana”.
De todas maneras, para romper una tendencia que ha podido constatar muy gráficamente, Juan Manuel Moreno asegura que trabaja en la inclusión de mujeres en los puestos destacados de la nueva ejecutiva, incluso en la propia secretaría general. Suenan ya los nombres de Carmen Crespo y Patricia del Pozo, entre otras. Pero son sólo quinielas. De hecho, hay quien está convencido de que, dentro de esta ejecutiva que aunará “juventud y experiencia”, tendrá más en cuenta la necesidad de tapar heridas y el equilibrio territorial sobre todo después de esta convulsa sucesión, que además ha supuesto la victoria de Málaga -la provincia con más militantes de la federación- sobre Sevilla.