¿Cómo se comporta el odio en redes sociales? ¿Qué mueve a los denominados ‘haters’ a serlo? Las dinámicas de odio parten de motivaciones tan absurdas, estigmatizantes y prejuiciosas que surgen en solo unos segundos y lo impregnan todo. Odio irracional por la procedencia de una persona, su etnia, su aspecto físico, su orientación sexual, identidad, género, cuerpo, etc. En definitiva, odiar a alguien solo por ser.
Este hecho se intensifica cuando hablamos de las redes sociales, donde todo ocurre más deprisa y el odio, que pasa a llamarse ‘hate’, campa a sus anchas gobernado por la fácil capacidad de viralización, la comodidad del pseudo anonimato y el limbo normativo existente sobre el ciberodio.
El verbo ‘hatear’ ha pasado a ser vocabulario básico de las personas nativas digitales y ‘tirar hate’ o ‘trolear’ son expresiones cotidianas de las conversaciones en redes y aplicaciones de chat de cualquier chico o chica. Usar anglicismos no resta gravedad a las consecuencias de volcar comentarios hirientes o afirmaciones contra mujeres, personas LGTBIQ+, con discapacidad, en situación de sinhogarismo o con bajos recursos económicos, personas de diferentes etnias, culturas, confesiones religiosas, etc. El ciberodio, el ‘hate’ es igual de nocivo que otras dinámicas de odio que se dan en la sociedad y se expande a toda velocidad, y las personas jóvenes lo crean y lo reciben a diario a ambos lados de la pantalla.
Esta nueva campaña de sensibilización, pensada para el público más joven, y con un enfoque digital, forma parte de las múltiples acciones del proyecto ‘OWO. Ciudadanía activa frente a los discursos y delitos de odio’ y da continuidad a las sesiones de concienciación que el equipo OWO ha tenido durante todo el año con jóvenes en todas las provincias de Andalucía, Ceuta y Melilla, así como a los diferentes encuentros de convivencia en los barrios con asociaciones, grupos vecinales, etc.
¿En qué consiste la Ley de los 15 segundos?
«Puedes difundir un discurso de odio en redes en segundos, y puedes contribuir a frenarlo en ese mismo tiempo». Este es el concepto estratégico que sostiene la campaña y da respuesta a los comportamientos detectados por el público al que va dirigida. En un tono no acusador, sino constructivo y amable, el concepto de campaña invita a la reflexión, centrando sus mensajes en la convivencia, la vecindad, el enriquecimiento de sociedades diversas e interculturales, la igualdad y la justicia social.
Hay que pensar en lo poco que se tarda en subir un story, lo rápido que se hace viral un trend en TikTok, y lo fugazmente que pasa al olvido (o quizás no tan rápido), la cantidad de reels que se pueden ver en pocos minutos o lo sencillo que es interactuar con cualquier persona desde un lado de la pantalla. La sociedad más joven teje sus redes y conexiones personales a través de espacios digitales, por lo que hacen con el tiempo que pasan ahí importa.
La decisión está en nosotros/as: «Tú decides si eres hater, cómplice, espectador/a o la persona que actúa para frenarlo. Solo necesitas aplicar con cabeza la ley de los 15 segundos»
La Ley de los 15 segundos determina el tiempo que necesita una persona para situarse al lado del odio o la convivencia. Una norma creada para esta acción de impacto comunicativa e instaurada por ni más ni menos que el sentido común. Con la creación de esta ley se pretende concienciar al público de lo aleatorio de los prejuicios que motivan los discursos de odio que crean o consumen en internet, tan básicos que se pueden lanzar en 15 segundos, y tan frágiles que se pueden desmontar en otros 15.
¿Y por qué solo 15 segundos? En redes todo pasa más deprisa. Por eso, para aplicar esta ley solo necesitas el tiempo que dura una story o un vídeo de Tik Tok.
Dejar un comentario ofensivo en un post de Instagram puede llevarnos sólo 15 segundos, pararse a pensar si está motivado por un prejuicio también. Reenviar o compartir un meme con contenido racista puede hacerse en sólo 15 segundos, afear el comentario a tu amigo o amiga también. Por ello, además de sensibilizar e invitar a la reflexión, la campaña ofrece herramientas para la detección y actuación frente a discursos de odio en redes sociales.
«Pero si solo es un chiste, un meme, una broma entre amigos y amigas, un simple comentario o un vídeo que se ha hecho viral». Ningún discurso de odio es “solo un chiste” o algo gratuito y sin consecuencias.
¡Aplica esta ley!
Existen muchas formas de frenar el odio en las redes sociales en 15 segundos. Desde Andalucía Acoge os animamos a comenzar a aplicarla descargando nuestro kit de herramientas 15 Consejos para frenar el odio en 15“. También durante este mes de diciembre iremos difundiendo diferentes recursos gráficos: gifs animados, vídeos sobre esta campaña, por lo que os animamos a compartir y replicar los contenidos para haciendo uso de uno de los consejos de nuestro kit te conviertas en un hater del odio.
¿Cómo se comporta el odio en redes sociales? ¿Qué mueve a los denominados ‘haters’ a serlo? Las dinámicas de odio parten de motivaciones tan absurdas, estigmatizantes y prejuiciosas que surgen en solo unos segundos y lo impregnan todo. Odio irracional por la procedencia de una persona, su etnia, su aspecto físico, su orientación sexual, identidad, género, cuerpo, etc. En definitiva, odiar a alguien solo por ser.
Este hecho se intensifica cuando hablamos de las redes sociales, donde todo ocurre más deprisa y el odio, que pasa a llamarse ‘hate’, campa a sus anchas gobernado por la fácil capacidad de viralización, la comodidad del pseudo anonimato y el limbo normativo existente sobre el ciberodio.