Un nudo cuadrado es aquel que sujeta las velas del barco. En esencia es como el que usamos para atarnos las zapatillas. La seguridad de la estructura depende de su equilibrio. Si una de las lazadas es más corta, o más larga que la otra el nudo se deshace y la estructura corre peligro. Esta es la metáfora que justifica el título del documental “Nudo cuadrado”, el corto audiovisual que se está proyectando en diferentes centros educativos de Jaén en el que los principales actores son 8 adolescentes –en el momento del rodaje cursaban 1º de Bachillerato- y el argumento, sus opiniones sobre la igualdad entre hombres y mujeres, las relaciones de pareja y la violencia de género.
Lo ha financiado la Diputación de Jaén como parte de su proyecto para sensibilizar a los jóvenes sobre la igualdad y contra los malos tratos. La idea surgió hace un año. Entonces, se estaban realizando una serie de talleres en IES de toda la provincia sobre violencia. Para hacerlos más atractivos se propuso a los asistentes realizar micro-cortos con su percepción sobre la igualdad y la violencia de género.
Ahora, sus ideas se han ‘anudado’ en este documental en el que el nudo cuadrado y sus zapatos son el hilo conductor de las opiniones de los protagonistas y de los tres expertos -Estrella Rojas (psicóloga), Miguel Lorente (forense) y Esther López (investigadora)- que matizan esas opiniones. Angel Cagigas, el director del documental, señala que existen muchos trabajos sobre la incidencia de la violencia de género y la percepción de la igualdad entre los jóvenes. Pero “la mayoría” se centran en “lo que los adultos pensamos sobre estos temas en adolescentes, hay muy poco sobre lo que ellos opinan”.
Los adolescentes que han participado coinciden en que el proceso les ha ayudado a cambiar algunas de sus percepciones y también a reforzar otras. La que más ha cambiado es la que tenían sobre los celos. Marina Aguayo (17 años, IES Santo Reino, Torredonjimeno). “Ahora sé que si siente celos no es que te quiera más, es que te quiere sólo para él”. Marina dice que el seguimiento que muchos jóvenes realizan de sus parejas a través de las redes sociales “no es amor, el amor no es eso. Eso es control”. Sin embargo, señala que el mensaje que les llega es el contrario. “Incluso en Twitter, en Instagram, en todas la redes sociales hay muchos mensajes en los que dicen, por ejemplo, que si su última conexión en el whatsapp no fue contigo, es que no te quiere”.
La participación en el corto también los ha convertido en portavoces de la igualdad. Domingo Rodríguez (17 años, IES Andres de Valdelviera, Baeza) señala que después de esta experiencia “saltamos a una cuando vemos un comentario o algo raro”. Admite que “después de haber trabajado este tema y ver el resultado, te sientes en la obligación de decir algo cuando algo está mal”.
Para ambos lo mejor ha sido la reflexión sobre un tema del que reciben información y asesoría, pero sobre el que no se les suele preguntar su opinión. Y quizá es esto lo que más echan de menos, ser escuchados. En sus centros, como en muchos otros de la provincia de Jaén, se está proyectando el corto. Tanto Marina como Domingo defienden que “lo mejor” de esta propuesta es “el debate” que ha generado entre sus compañeros porque “no es un tema del que solemos hablar, aparte de las charlas o los talleres”.
Cagigas explica que su objetivo era elaborar un material en el que los adolescentes se comunicaran con su propio lenguaje y desde su propia experiencia, porque “los cambios sociales se producen cuando los protagonistas se dan cuenta de lo que tienen que cambiar”.