Jesús Catalá, el obispo de Málaga, comparó ayer el matrimonio homosexual con un matrimonio entre “una recién nacida” y “un hombre de 70 años” o “un hombre y un perro”, según testigos presenciales citados por medios locales. Lo hizo ante un auditorio formado por jóvenes de varios colegios e institutos religiosos, en el Colegio San Estanislao de Kotska, el centro de los jesuitas en Málaga. El obispado, sin embargo, niega que se pronunciara en esos términos o “con ese lenguaje”. Las declaraciones del obispo, que ya fue actualidad esta semana por la reacción ante el pregón aperturista de la Juventud Cofrade, encendieron las redes sociales y serán denunciadas ante la Fiscalía por Colega-Málaga.
El obispo de Málaga acudió al centro y allí respondió a las preguntas de los adolescentes que asistieron, unos 300, procedentes de los colegios de las Teresianas, Madre Asunción, la Asunción, las Esclavas, la Presentación, el SAFA-ICET y San Estanislao. Cuando fue cuestionado a propósito del matrimonio homosexual, Catalá respondió que la legislación española es “la peor del mundo”, y explicó por qué tiene esa opinión: según los presentes, citados por los medios locales, comparó el matrimonio de dos personas del mismo sexo con el de una menor y un anciano, o un hombre y un animal. “Se habla de cónyuge A y cónyuge B, sin especificar más, podría hablarse del matrimonio entre una recién nacida de tres días y un hombre de 70 años o de un hombre y un perro”, explicó el obispo, según esos testigos.
En conversación telefónica, fuentes del obispado niegan que Jesús Catalá se pronunciase en esos términos. La diócesis de Málaga ha emitido un comunicado en el que explica que expuso “con claridad” la doctrina de la Iglesia sobre, entre otras cuestiones, “el sentido del matrimonio cristiano”. El obispo “lamenta la manipulación que algunos medios de comunicación han hecho de sus palabras” y “reitera su profundo respeto hacia las personas con tendencia homosexual”. Francisco Luis Martínez, presidente de FERE-Málaga (Federación Española de Religiosos de Enseñanza), sentado en la misma mesa desde la que habló Catalá, no desmiente que los ejemplos que puso el obispo fueran los citados. Dice no recordarlos. Sin embargo, cree que las palabras del obispo han sido “descontextualizadas, pervertidas y manipuladas” para “herir la sensibilidad” de algunos sectores. Según su versión, Catalá “no entró en juicios de valor”. “Él dijo que en la legislación española el matrimonio no está reflejado como varón y hembra, luego puede ser cualquier cosa. Eso es lo que dijo y ese es el espíritu. Muchas veces cuando se quieren poner ejemplos, no son los más felices...”. Según Martínez, “un obispo no es tan descerebrado” como para pronunciarse en los términos que se le imputan.
Las asociaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales anunciaron ayer que denunciarán, otra vez, las declaraciones del obispo. “Desde Colegas-Málaga consideramos inadmisibles tales declaraciones denigratorias contra el matrimonio igualitario, y procederemos a denunciar de nuevo ante la Fiscalía Provincial de Málaga los hechos”. La Fiscalía archivó la semana pasada las diligencias abiertas por las declaraciones del nuevo cardenal, Fernando Sebastián, realizadas en el diario Sur, en las que opinaba que la homosexualidad es “una deficiencia”.
“Seguiremos denunciando este tipo de declaraciones por parte de la Jerarquía católica, denigratorias para la población LGBT, y animamos a denunciar para que este tipo de declaraciones no queden impunes por más tiempo”, anunció Antonio Ferre, presidente de Colegas en la provincia. En opinión del Presidente de la Confederación estatal, Paco Ramírez, las leyes españolas que combaten la homofobia son “muy ambiguas” para este tipo de declaraciones, por lo que abogó por una Ley de Igualdad de Trato.
La Federación Andaluza Arco Iris anunció que remitirá sendas cartas de queja al Papa Francisco y a Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española y recordó que ha pedido en tres ocasiones reunirse con el obispo. Según Arco Iris, las declaraciones de Catalá son “fundamentalistas”, demuestran “obcecación e ignorancia” y contribuyen a sembrar “el odio y la intolerancia”.