En el mismo lugar, con apenas media hora de diferencia, el grupo Málaga Ahora y el ayuntamiento de Málaga dijeron ayer una cosa y su contraria: que las aguas de las playas de Málaga son inadecuadas para el baño, dijeron unos; que son “excelentes”, replicaron los concejales de Medio Ambiente y de Playas. En uno y otro caso, esgrimieron informes científicos para avalar sus conclusiones. La presencia en las playas de la ciudad (y parte de la provincia) de natas y, con frecuencia, suciedad, es recurrente y cada verano es tema de conversación. Ayer la conversación se elevó hasta alcanzar categoría de bronca política.
Málaga Ahora presentó los resultados de los análisis químicos de muestras tomadas en siete playas de Málaga ciudad. “Hemos comprobado científicamente que en las playas de Málaga se ha producido contaminación por aguas fecales este verano y la gente se ha bañado en aguas con niveles superiores a lo permitido. Los malagueños se han bañado en aguas fecales”, expuso Ángel Rodríguez, portavoz de la formación.
Según los análisis de la empresa vallisoletana AQM Laboratorios, en cinco playas de Málaga (Guadalmar, Misericordia, Huelin, Malagueta y Sacaba) se superaron el 24 de julio, cuando se tomaron las muestras, los límites bacteriológicos que establece el Decreto 1341/2007, sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño. Según el informe de Málaga Ahora, aquel día y en el agua de aquellas playas había bacterias de escherichia coli, enterococos, coliformes o clostridium (sólo producidas en el intestino humano) en una cantidad superior a la tolerada por la norma.
El pasado 5 de septiembre Málaga Ahora denunció esta situación ante las consejerías de Medio Ambiente y de Salud de la Junta de Andalucía, a la que llegó a pedir que contemple el cierre cautelar de las playas, de momento sin respuesta. El grupo municipal también anunció ayer que, de no adoptarse medidas suficientes, denunciará la situación ante la Fiscalía.
Nada más conocer la presentación de estos análisis el ayuntamiento convocó nuevamente a los medios. En los pasillos, el responsable de EMASA trataba de convencer a los concejales de Málaga Ahora. “Es una denuncia sacada de tono y una irresponsabilidad, que sólo genera una alarma innecesaria”, alegó Teresa Porras, concejala de playas, quien negó la validez del informe de Málaga Ahora porque el laboratorio que lo realiza no está suficientemente acreditado para elaborarlo.
El ayuntamiento aportó los análisis quincenales de EMASA durante la temporada de verano, ninguno de los cuales muestra niveles por encima de lo permitido, y se remitió a la calificación de “excelente” otorgada sistemáticamente por la Secretaría General de Salud Público y Consumo de la Junta de Andalucía.
Según Raúl Jiménez, concejal de Medio Ambiente, Málaga depura el 100% de las aguas, también con picos de población, y sólo se producen alivios en casos excepcionales de lluvia. Los “taponazos” cuando hay un exceso de capacidad no existen, según Jiménez, que acusó a Málaga Ahora de sacar las muestras de un “charquito”, y aseguró que los cinco puntos de vertidos de aguas fecales denunciados con fotografías por la formación sólo son aliviaderos.
Los vertidos al Guadalhorce y la falta de las depuradoras prometidas
Los vertidos al Guadalhorce y la falta de las depuradoras prometidasLa situación geográfica de la ciudad de Málaga, en plena bahía, la hace frecuentemente receptora no sólo de las aguas ya depuradas de la propia ciudad, Torremolinos y Alhaurín de la Torre (una población total de 660.000 personas), sino también de los vertidos de Alhaurín el Grande, Cártama, Coín, Pizarra y Álora. Las dos estaciones depuradoras que deben dar servicio a estos municipios siguen sin ver la luz pese a que fueron prometidas por la Junta de Andalucía hace más de una década e incorporadas al plan de saneamiento y depuración de 2010. Ni siquiera se han empezado las obras, de modo que siguen vertiendo directamente al río Guadalhorce pese a la vigencia de la prohibición de la Directiva Marco de Aguas, del año 2000. Tampoco Nerja, en el extremo oriental de la costa malagueña, cuenta aún con depuradora.
Un día de mediados de julio eran visibles decenas de toallitas a lo largo de más de 200 metros de la playa de Huelin. Según Teresa Porras, estos fenómenos se producen por el viento de Levante, que aflora a la superficie suciedad depositada en el lecho durante los “alivios”. Preguntada por si de su experiencia de observación directa calificaría las playas de la capital de “excelentes”, Porras se ratificó: “Yo sí”.
Sin embargo, la percepción de muchos ciudadanos es otra y las quejas sobre La Misericordia, Huelin o La Malagueta son recurrentes. Más inusuales son las denuncias públicas. Basta leer comentarios en medios locales para detectar el temor a que denuncias de este tipo repercutan negativamente en el turismo. El ayuntamiento también se agarró ayer a este argumento, y el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, acusó a los concejales de Málaga Ahora de “temerarios”: “Esto no le hace ningún favor a la ciudad”.