El centro de cría de El Acebuche en el Parque Nacional de Doñana (Almonte, Huelva) ha registrado ya el nacimiento de diez nuevos cachorros después de que este pasado sábado la hembra Parra tuviera una camada de cuatro crías.
Estas se suman a las tres que dio a luz Narsil el pasado miércoles y a las dos de Kolia, ambas en el mes de febrero, así como al único cachorro de Sardina que sobrevivió al parto. Además, según han indicado a Europa Press desde el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), todavía se espera un parto más en el centro de cría de El Acebuche.
Desde el programa de conservación Linx ex-situ han señalado en sus redes sociales que la pareja de este año 2024 de Parra ha sido el macho Esparto, un ejemplar de 16 años que “seguramente, por su avanzada edad, este haya sido su último año como reproductor en el programa de cría”.
Siete parejas
Con estas nuevas crías de Parra ya son 229 los cachorros de lince ibérico nacidos en el Centro de cría de El Acebuche desde que en el año 2005 naciera allí la primera camada del programa de cría en cautividad.
Por otra parte, desde el Organismo Autónomo de Parques Nacionales han informado de que en el centro de cría de Zarza de Granadilla (Cáceres), el primer parto se produjo el pasado viernes, cuando Hubara alumbró tres cachorros y se esperan tres alumbramientos más en ese centro, ya para el mes de abril.
La nueva temporada reproductora 2024 del lince ibérico arrancó en el centro de cría en cautividad de El Acebuche con el emparejamiento de siete parejas conforme al objetivo principal de gestionar adecuadamente la diversidad genética de esta especie tan amenazada. Así, de las siete parejas establecidas, entre el 28 de febrero y el 21 de enero habían entrado en celo y copulado seis de ellas.
De este modo, de las siete parejas establecidas según las prioridades genéticas se encuentran dos hembras que no habían criado previamente ninguna camada como son Sardina y Oleander, y cuatro hembras experimentadas: Narsil, Kolia, Parra y Juromenha, y una hembra, Macadamia, que en la temporada de cría de 2023 se consiguió por primera vez su reproducción exitosa tras varios años de fracaso reproductivo.
Un celo al año
Desde el organismo han explicado que el lince ibérico es una especie “muy estacional” y “solo muestra un celo al año”, que tiene lugar generalmente en las primeras semanas del invierno. A partir de ahí, y con una gestación de 63-66 días, se esperan que nazcan las diferentes camadas que continuarán contribuyendo a la recuperación de esta especie.
El centro de cría de El Acebuche está gestionado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, quien también lleva la gestión del centro de cría de Zarza de Granadilla, en Cáceres, donde también se establecieron siete parejas reproductoras.
En 2023 salieron adelante un total de 13 crías de lince –de las 17 gestadas– en el Centro de Cría del Lince Ibérico de El Acebuche, en Doñana, seis más que en 2022 –salieron adelante siete–, y supone el dato más alto tras los años 2008 y 2011, cuando también salieron adelante 13 cachorros, según indican los datos publicados por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), consultados por Europa Press.
La pasada temporada fueron 14 las parejas que se seleccionaron para la cópula en los centros de El Acebuche y Zarza de Granadilla y, entre ambos centros, han salido adelante un total de 20 cachorros de lince ibérico. El 71% de las hembras quedaron gestantes tras el celo y solo dos hembras, Nota en El Acebuche y Juno en Zarza de Granadilla, no gestaron ese año ninguna camada.