- El gurú económico de Ciudadanos ha pasado por Sevilla para presentar su libro 'El contrataque liberal' (Ediciones Península) e hizo revisión del recién pacto de Gobierno: “El PP se ha quedado con las industrias del pasado, y nosotros con la del futuro”
Luis Garicano (Valladolid, 1967) es el gurú económico de Ciudadanos, elegido por Albert Rivera como candidato de su partido en las elecciones europeas de mayo, y diseñador, en primera persona, del bloque económico que recoge el acuerdo de Gobierno con el PP en Andalucía. Estos días ha vuelto por Sevilla para presentar su último libro El contrataque liberal, de Ediciones Península, convencido de que la hoja de ruta de ese acuerdo andaluz “saldrá bien”. Garicano ha puesto parte de su filosofía económica liberal en ese documento, pero también ha participado en la elección (y exclusión) de algunos nombres de la cuota de Ciudadanos en el Gobierno andaluz.
En su libro hay citas recurrentes al sociólogo Juan José Linz, que solía distinguir entre eficacia y efectividad. Eficacia sería la capacidad de solucionar problemas y efectividad la autoridad para imponer a los demás esas soluciones. A partir de ahí, concluye que nuestro Estado autonómico está deslegitimado.
No, yo no lo deslegitimo. Digo que la crisis de legitimidad que tiene el Estado de las autonomías tiene que ver, en parte, con el descontrol. Lo estamos viendo en Cataluña. La construcción del Estado autonómico ha consistido en que en el momento de más debilidad de un partido u otro en el Gobierno es cuando los grupos nacionalistas negocian un apoyo puntual a cambio de competencias, y eso lleva a una construcción del Estado con poca capacidad de actuación. La forma muy desleal en la que, particularmente, Cataluña se ha comportado ha llevado a una pérdida de legitimidad del Estado autonómico. Con una sensación de que todo vale. Y también es responsable del alzamiento de partidos como Vox, que dicen que lo quieren desmantelar todo. Y eso es una locura. Hay que hacer una defensa clara del Estado autonómico y de la descentralización del poder.
En el libro propone una reforma de la Constitución para replantear qué competencias siguen en manos de las comunidades y cuáles no.
Muchas competencias se han distribuido al tum tum, y no permiten que el Estado pueda actuar. Ciudadanos sí planteó en Cádiz una reforma constitucional y sí, hay que hacer una lista cerrada de las competencias que se pueden transferir, las misma para todos. Las misiones claras del Estado son las de seguridad, por ejemplo, la oficina judicial. Es un error que se haya descentralizado, porque los jueces son parte del Poder Judicial común. Éste es un ejemplo de ineficiencia que no tiene sentido. Otro error: las competencias penitenciarias que se acaban de ceder al PNV en Euskadi a cambio del apoyo presupuestario.
¿También habría que devolver las competencias de educación al Gobierno central?
Yo soy muy crítico con que el Estado no haya cumplido sus funciones en materia de educación. Hay una Inspección educativa en el Ministerio que tiene que asegurar que a los niños en los libros de texto no se les explica una historia con el objetivo de inducir al odio al Estado y hablar de agravios a las comunidades autónomas. Lo que tiene que haber es un examen común, como el MIR para los médicos. La Selectividad también tendría que ser común, así garantizarías que las historias para no dormir que se cuentan en algunas comunidades no se den.
Veo una gran desconfianza por su parte en el modelo autonómico.
No en la idea del Estado de las Autonomías, sino en cómo ha funcionado la descentralización. Si funcionara, el Estado español podría ser incluso más descentralizado que ahora. Por ejemplo, vamos a coger la Constitución de Alemania, que es un Estado federal, y la copiamos al pie de la letra. Te lo firmo ahora mismo.
Entonces está a favor de un Estado federal.
Bueno…la palabra federal en España tiene mucha connotación… A mí me parece que un Estado federal basado en la lealtad mutua entre territorios es una organización excelente, sí. Pero una parte clave del Estado federal es una obligación de lealtad mutua. No que yo te dé una competencia y ahora tú la usas para meterme un puñal, para ir por el mundo abriendo embajadas y diciendo que España es un desastre. Seas de izquierdas o de centro derecha, ¿cómo no va a pensar la gente que le están tomando el pelo en Cataluña?
El nuevo Gobierno andaluz está planteando ahora una rebaja fiscal para competir con otras comunidades. ¿Eso no contradice su discurso?
Yo me remito a las 90 medidas de Gobierno firmadas entre PP y Cs, y la veintena que serán prioritarias en los primeros cien días. Date cuenta de que Ciudadanos tiene las consejerías que nos permiten hacer prácticamente todas estas medidas: apoyo a autónomos, regeneración democrática, el refuerzo educativo, la reforma de la FP.
En política económica y fiscal hay mucha coincidencia entre lo que plantea PP, Cs y Vox…
Yo no diría eso, porque nosotros somos unos firmes defensores del Estado de bienestar. No puede haber una economía dinámica e innovadora si no hay un Estado de bienestar potente. Cuando gobernaba el PSOE se puso el acento en la parte social, y ahora lo pondremos en la regeneración económica, de ahí la coincidencia. El problema es que en Andalucía el énfasis de ese Estado de bienestar se puso en la proliferación de redes clientelares que han asfixiado la economía innovadora. Ahora mismo, empresas andaluzas potentes no hay.
Eso siempre ha sido así.
Sí, pero mira, en el sector agroalimentario, igual que la empresa Borges se hace fuerte con las almendras, Andalucía tendría que haberlo hecho con los aceites. Aquí no existe la gran marca del mercado de aceites. Tenemos muchas más aceitunas que Francia e Italia y no tenemos la industria alimentaria que tienen ellos.
El sector agroalimentario andaluz es uno de los más potentes de la región, en especial el olivar, y las empresas sí se han modernizado…
Por supuesto que la industria agroalimentaria andaluza se ha modernizado en los últimos años, pero desde el punto de vista del márketing, estamos en otra liga. Si ves la desproporción entre la producción española de oliva y la de Italia y Francia, estamos en otra liga de producción, porque exportamos muchísimo más, pero no de marketing. Exportamos mucho en granel, y no es un tópico, es así. Si vas a un centro comercial de Holanda o de Estados Unidos, hay una marca española de aceite como mucho, y 200 italianas. Y de esas 200 marcas italianas, la mitad es aceite español. Hay mucho que hacer en la industria andaluza…
¿Entonces el déficit de la industria andaluza está en la comercialización?
La producción la hace cualquiera, el valor añadido está en inventar cosas y comercializar cosas. Aquí no ha habido eso. No tenemos universidades innovadoras en Andalucía, no hay el tejido de innovación que necesitamos. Éste es uno de los mejores sitios para vivir y, por tanto, tendría que ser un sitio donde la gente quisiera venir a innovar, pero no lo es. Donde está el valor es en la marca: coges las almendritas, las compras a granel, les pones Borges y el precio es distinto.
La división de funciones en el nuevo Gobierno andaluz entre PP y Cs, ¿no rompe cualquier posibilidad de organizar una política general funcional como plantea su libro?
Yo creo que sí está. Las prioridades de Ciudadanos son empleo y formación para el empleo, y esas políticas son nuestras. En Economía tenemos todas las universidades y la innovación. En industria, si me permites, el PP se ha quedado con las industrias del pasado, y nosotros con la industria del futuro, que es innovación, digitalización y emprendimiento.
¿Usted cree que la economía andaluza es demasiado dependiente del dinero público?
No es sólo el subsidio, sino el subsidio clientelar. ¿Se tiene que gastar la Junta de Andalucía dinero en formación? Sí, pero tiene que servir para formar a trabajadores. Es importante que el sistema de apoyo público funcione.
También relaciona el PER con el amiguismo, las redes clientelares, la ineficiencia, la pérdida de innovación. Pero, a la vez, alerta sobre el problema de la despoblación. Si hay algo para lo que ha servido el PER fue precisamente para luchar contra la despoblación de algunas zonas rurales de Andalucía.
Yo critico estos programas en el contexto de las rentas básicas. A mí me dan miedo los subsidios que no van ligados al trabajo, porque pueden llevar a condenar a unas personas a no incorporarse al mercado laboral. Es indudable que el fenómeno de la despoblación requiere una intervención de los poderes públicos. Mucho de ese dinero hay que invertirlo en infraestructuras de comunicación y transporte, es decir, fibra óptica en toda Andalucía, Administración electrónica…
Usted, como liberal, ¿cree que el Gobierno andaluz no debe tener una política industrial? Porque cualquier intervención de un gobierno en la política industrial es mala…
No, no creo que cualquier intervención del Estado es mala. Hay un problema con la digitalización, porque de las 20 empresas más grandes en internet, 11 son americanas, nueve chinas y cero europeas. Pero, en general, un burócrata en una consejería al que se le ocurre un gran plan para la industria…esto no sale bien. Tienes que crear las condiciones para que la gente tenga grandes planes.
¿Puede poner un ejemplo?
Por ejemplo, Inditex, propietario de Zara. Si hace 20 años, con China creciendo, me dices que vas a crear una industria textil en La Coruña, el sitio peor comunicado de España, pienso que no tiene futuro. Y hoy es la empresa textil más grande del mundo. Si, en lugar de esto, a un burócrata de la Xunta gallega se le hubiera ocurrido en qué va a invertir Galicia, tendríamos unos elefantes blancos allí, en vez de Inditex, como tiene la Ciudad de la Cultura y de las Artes, que ni está terminado. Aquí el liberalismo tiene todo el sentido.
Entonces no es partidario que la Junta de Andalucía invierta un solo euro en financiación industrial.
(Risas). Toma, ahí tienes el titular, ¿eh?
¿Sí o no?
No te voy a dar ese titular, lo siento (risas). No soy partidario de que la Junta de Andalucía controle la dirección o dirija la economía andaluza. Tiene que poner las herramientas para que los andaluces decidan y elijan su propia dirección. Pero, obviamente, en algunas áreas hay que intervenir y ayudar. En Andalucía existe el mismo problema de microempresas que en el resto de España, nueve de diez son pymes, pero ¿por qué no crecen? ¿Hay que pagarles un subsidio para que crezcan? ¿O hay que quitarles barreras administrativas, fiscales y darles formación?
¿Cómo se compensa la merma de ingresos con una rebaja fiscal global que plantea este Gobierno?
La rebaja fiscal está dirigida a propiciar la actividad económica. Pensamos que en Andalucía ha habido mucho gasto superfluo en una Administración paralela.
Usted ha cuantificado esa “administración paralela”, hablando del sector público instrumental, en 3.500 millones de euros. ¿De dónde sale esa cifra? Porque empresa instrumental también es, por ejemplo, el Hospital Costa del Sol…
Pero los hospitales no los hemos contado en este cálculo, porque no es una empresa pública, es una agencia.
¿Acabar con esa administración paralela supone un ahorro de 3.500 millones?
No, no, ¿cómo vamos a ahorrar 3.500 millones de euros? [Se pone a repasar un documento con la lista de entes instrumentales] Hay que diferenciar empresa pública de agencias. Con las primeras vamos a construir una SEPI, un holding que va a dirigir todas esas empresas.
Una de las medidas estrella de Cs y de este Gobierno es la práctica eliminación del impuesto de sucesiones. ¿Sabe a cuánta gente beneficiará esto?
No voy a entrar en eso, no me he estudiado los datos fiscales andaluces. Puedo hablar de la filosofía de esta medida…
¿Tiene el mismo sentido eliminar un impuesto sobre las rentas altas en Madrid que en Andalucía, con una renta media cinco veces inferior?
El impuesto de sucesiones ha generado unas distorsiones muy grandes dentro del país, algunas comunidades lo han eliminado y otras no. El problema, no sé si lo habéis oído, es que la gente se cambia de Asturias a Madrid para morirse y pagar menos. Nosotros defendemos la armonización fiscal. La eliminación de este impuesto tiene sentido, porque tampoco ha recaudado mucho.
En materia económica, ¿hay mucha diferencia entre el pacto de Gobierno que firmó Ciudadanos con Pedro Sánchez en 2016 y el que acaban de firmar con el PP en Andalucía?
Sin ninguna duda hay un punto común importante entre ambos en materia económica. Hay medidas económicas que firmamos en el acuerdo de Gobierno con el PSOE, en el pacto de investidura con el PP de Rajoy, y ahora en el acuerdo andaluz. Un porcentaje muy alto de las políticas del nuevo Gobierno andaluz son de Ciudadanos, estamos muy contentos con lo logrado.
Sin embargo, no ve puntos en común entre las propuestas económicas de Cs y Vox para Andalucía.
Yo no conozco a ningún economista de Vox ni ninguna memoria económica de Vox. No se puede decir que haya puntos en común, porque no existe nada por su parte.
¿No ha leído el acuerdo que ha firmado su socio de Gobierno (PP) con Vox?el acuerdo que ha firmado su socio de Gobierno (PP) con Vox
El acuerdo que ha firmado el PP con Vox en Andalucía, como sabes, está vacío de contenido. A su primer documento se les dijo que no, y el segundo es la aceptación de lo que ya habíamos pactado antes PP y Cs. No hay ni una coma de las medidas de Vox en nuestro acuerdo de Gobierno.
¿Cree que el nuevo Gobierno puede o debe presentar su primer Presupuesto autonómico antes de las elecciones municipales de mayo?
(Silencio) Es muy difícil presentar unos presupuestos cuando ya hay un Gobierno que ha cerrado unas cuentas anteriores, y hay que rehacerlas. Hay muchas medidas preparadas para los primeros cien días que no van a requerir que ese Presupuesto esté en marcha antes de mayo.
¿Cuáles son esas medidas prioritarias?
Me gustaría ver una medida fuerte en empleo, otra en regeneración democrática y otra en educación. En educación, me gustaría que se viera en marcha un plan de lucha contra el fracaso escolar. En regeneración, la eliminación de los aforamientos, la limitación de mandatos, la auditoría al sector instrumental y la protección al empleado público como denunciante en casos de corrupción. Y en empleo, que la formación pasara a control de los trabajadores, y que las oficinas de empleo estén más preparadas, sepan más de las personas que buscan trabajo. Google sabe todo sobre ti, ¿por qué la oficina de empleo no puede usar esos datos de Google para recomendarte cómo debes formarte para encontrar trabajo?