Observar los astros e intentar descubrir todo lo que encierra ese manto estrellado que nos envuelve siempre ha sido una de las curiosidades del ser humano que ha hecho avanzar la ciencia. La mirada al cielo también ha estado siempre presente en la historia de los pueblos para saber qué depararía al campo y sus cultivos. Y de un tiempo a esta parte, esa mirada curiosa al cielo y sus estrellas, tiene también una nueva vertiente: el astroturismo, que conjuga la astronomía con el aprovechamiento de las mejores zonas para observar los astros y recibir a visitantes interesados en esta ciencia.
Este mismo año, Andalucía ha recibido sus primeras certificaciones como reservas y destinos turísticos astronómicos para Sierra Morena y la Sierra Sur de Jaén. Estas certificaciones, otorgadas por la Fundación Starlight –promovida por el Instituto de Astrofísica de Canarias- y avaladas por la Unesco, acreditan las zonas con “el cielo de mejor calidad para observar las estrellas” mediante una auditoría realizada por astrónomos que comprueban in situ las condiciones de cada zona y elaboran un informe para otorgar la certificación correspondiente.
El cielo nocturno en zonas con poca población del norte de las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva ha dado lugar a que la contaminación lumínica sea muy escasa. Eso ha propiciado una de las zonas más oscuras del país y, mediante estas nuevas certificaciones, se avala el compromiso de las localidades acreditadas para trabajar conforme a unas normativas que preserven la mejor observación de los cielos en sus términos municipales. Se trata, así de “fomentar la mejora de la calidad de las experiencias turísticas y la protección de los cielos nocturnos” mediante estas acreditaciones, explican desde la Fundación Starlight.
Así, en los sellos concedidos a Andalucía se distinguen, por un lado, la “reserva astronómica” como un “espacio natural protegido en donde se establece un compromiso por la defensa de la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas”. Y allí, la función de esta acreditación es la preservación de la calidad del cielo nocturno y de los diferentes valores asociados, ya sean culturales, científicos, astronómicos, paisajísticos o naturales.
Pero junto a ello, y en un total de 69 municipios andaluces – 59 en Sierra Morena y 10 en Sierra Sur- las certificaciones han avalado los mejores cielos de Andalucía también como “destinos turísticos”, es decir: “lugares visitables, que gozan de excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y que, al estar protegidos de la contaminación luminosa, son especialmente aptos para desarrollar en ellos actividades turísticas basadas en ese recurso natural”.
Así, son 10 los municipios de la provincia de Jaén, 31 de Huelva, 10 de Sevilla y 8 de Córdoba que conforman la zona certificada de Sierra Morena, mientras que el espacio de la Sierra Sur de Jaén lo conforman otras 10 localidades. Todos ellos como destinos turísticos que no sólo han acreditado “la calidad de sus cielos y los medios para garantizar su protección” sino también “las adecuadas infraestructuras y actividades relacionadas con la oferta turística”. Su objetivo, es claro: la promoción del turismo científico y, en concreto, del turismo de las estrellas, como “segmento emergente, sostenible y de calidad”.
El cielo, un espacio natural más para el turismo
En ese sentido, -explican desde Starlight- se trata de de desarrollar y garantizar el alojamiento, los medios de observación disponibles al servicio de los visitantes y la formación del personal encargado de la interpretación astronómica, entre otros aspectos, así como su integración en la naturaleza nocturna. Y, en el caso de los lugares en que aún no des disponga de dichas infraestructuras, la certificación sí valora “el proyecto que se tenga para desarrollarlas en el futuro” y hacer de la astronomía un nuevo modo de atraer a visitantes y aumentar el turismo de interior de estas zonas de Andalucía.
Y es que uno de los objetivos básicos es el de contribuir con los mejores cielos a la promoción turística del territorio mediante este elemento de atracción adicional a la oferta existente. Un nuevo elemento en el que aún se dan los primeros pasos y que se basa en la oferta de espacios naturales para mirar al cielo que ahora se suman a las playas inmensas de arena dorada, los desiertos, las gargantas verdes en las sierras o los kilómetros de pistas de esquí que siempre ha ofrecido Andalucía en su oferta turística.
De hecho, este mismo año se ha celebrado la primera edición de las Jornadas de Turismo Astronómico en Andalucía, un encuentro organizado por la Junta de Andalucía en Granada con el propósito de “fomentar la creación de recursos turísticos relacionados con la observación de las estrellas y del firmamento, así como para dar a conocer la oferta de la comunidad” para realizar estas actividades. “Nuestro cielo como patrimonio natural y motor turístico” es la consigna de quienes trabajan en este sector por hacer de él un motor de desarrollo económico dentro del turismo de la región y que, desde la administración autonómica, se contemplan en la Estrategia Integral de Fomento del Turismo de Interior Sostenible de Andalucía 2014-2020.
Hasta el momento, en España, disfrutaban del título de destino turístico astronómico El Teide (Tenerife), los Valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama (La Rioja), Granadilla de Abona (Tenerife), la isla de La Palma, la Sierra de Gredos norte y el Montsec (Lleida). Ningún espacio de Andalucía se incluía en ese listado. Hasta ahora, desde que esta primavera Sierra Morena y la Sierra Sur de Jaén se suman al escaso grupo de reservas celestes nacionales con certificado turístico.