Hace mucho tiempo en un lugar no muy lejano ocurrió un encuentro galáctico que a punto estuvo de pasar sin pena ni gloria por la Historia. ¿Qué posibilidades había de que Chiquito de la Calzada coincidiera sobre un tablao flamenco con la Princesa Leia? ¿Y cuál era la probabilidad de que ese encuentro, ocurrido cuando Chiquito era nada más (y nada menos) que un cantaor flamenco, pasara desapercibido y lo ignoráramos para siempre?
Afortunadamente, con esta coincidencia estelar pasó como con esas parejas que al cabo de los años caen en la cuenta de que se conocieron mucho antes de lo que creían: Gregorio Sánchez y Carrie Fisher, Chiquito y Leia, se encontraron en los 80, pero eso nadie lo supo hasta mucho tiempo después.
Un concierto en La Rosaleda…
En 1989 Carrie Fisher era muy famosa por interpretar a la lideresa de la Alianza Rebelde en la trilogía original de La Guerra de las Galaxias, aunque desde El retorno del Jedi (1983) no atinaba con sus películas. Paul Simon, el que no tenía los pelos rizados de Simon & Garfunkel, seguía presentando Graceland, un clásico de inspiración africana. Y Chiquito… Chiquito jugaba en otra liga (en realidad, siempre lo hizo): la del flamenco. Aún faltaban cinco años para que Gregorio Esteban Sánchez Fernández pasease su particular diccionario por los platós de televisión y empezase a labrar su leyenda como humorista.
Simon había venido a Málaga para rematar la larguísima gira del disco. Grabado en Johannesburgo, le había supuesto tantas críticas por romper el boicot al apartheid, como elogios por descubrir al resto del mundo los sonidos africanos. Para la gira se trajo nada menos que a Miriam Makeba, Ladysmith Black Mambazo y Hugh Masekela.
Junto a Simon viajaba también Fisher, con quien tenía una relación de ni contigo ni sin ti. Se casaron en 1984 y el matrimonio apenas duró nueve meses, pero retomaban a ratos su historia. Por eso se presentaron juntos al concierto en La Rosaleda, parte de las Serenatas de la Luna Joven.
Y un tablao después del concierto
Aquel concierto del 11 de julio de 1989 fue el último de la Graceland Tour, y el caso es que Simon y su troupe debían tener ganas de pasarlo bien. Al terminar el concierto, a la pareja y su séquito les montaron una fiesta flamenca en el backstage: andaban por allí Luci Montes, Pepa Vargas, El Yaya, El Duende y Chiquito de la Calzada, según cuenta el periodista Francis Mármol, especializado en el mundo del flamenco malagueño, en su blog El Castillo del Inglés.
Cuenta la crónica de Antonio Rosado en Sur que la fiesta empezó con una exposición de productos típicos y terminó “en una especie de rito zulúrumbero”. “Nada más propio de la tierra que una comedida pero auténtica juerga flamenca, en la que tanto el norteamericano como sus compañeros africanos tuvieron oportunidad de demostrar sus dotes de bailarines”. Testigos de aquello han contado que Fisher no bailaba del todo mal, aunque iba en chanclas.
Aquella fiesta flamenca quedó en anécdota y durante años nadie reparó en la metaanécdota: sobre las tablas habían coincidido la princesa de una galaxia muy muy lejana y Chiquito de la Calzada. Hasta 2017, la única relación conocida entre Chiquito y el cine era Condemor y Papá Piquillo.
Un fan envió un recorte al periódico
Pero ocurrió que poco después de morir Carrie Fisher, un fan de la actriz (o de Simon, no está muy claro) envió a Sur un recorte. Es una foto en blanco y negro publicada por el periódico acompañando una crónica titulada “Simon se puso flamenco”. En primer plano aparece Paul Simon, escoltado por dos bailaoras flamencas. Si uno mueve la mirada a la derecha, Carrie Fisher sujeta el brazo de una de ellas. Y al fondo, en posición de empezar a contar un chiste, asoma Chiquito de la Calzada, juntando índice y pulgar. Se diría que está en posición de contar un chiste al grito de “pecadorrr”.
¿Nadie se había dado cuenta de que Chiquito, Leia y Simon compartieron tablao? Los periodistas Regina Sotorrío y Ángel de los Ríos contaron, ya sí, la historia de aquella alineación de los astros tan improbable: o cómo una vez Chiquito de la Calzada y la princesa Leia (en chanclas) se marcaron juntos una fiesta sobre un tablao flamenco.