Encuentro en privado con el mejor vino del mundo
Que Jerez huele a vino no es nada nuevo, pero una visita a la ciudad cuenta desde hace poco con el aliciente adicional de conocer de cerca el mejor vino del mundo. El Harveys Very Old Amontillado VORS se hizo con el 'Oscar de los vinos' en el Wine Challenge de Londres y eso para los aficionados al enoturismo supone un reto: descifrar los entresijos de esta joya.
Es la primera ocasión en la que una bodega española consigue este galardón y por eso las visitas a las Bodegas Fundador han cobrado un interés inusitado en el mundillo vitivinícola. La International Wine Challenge lleva 33 años con el concurso y es el de mayor reputación. Entre 8.000 y 10.000 marcas se presentan en cada edición y para conseguir lo que ha logrado el vino jerezano debes ganar inicialmente el concurso al mejor de tu categoría. Ya fue proclamado el mejor vino fortificado del mundo y eso le ha dado derecho a concursar en el certamen 'Campeón de campeones'. Después de superar las catas ciegas de los wine makers de mayor prestigio se hizo con un título al que también aspiraba un palo cortado de la misma compañía.
Poco a poco va trascendiendo la noticia y las visitas a las Bodegas Fundador se van animando. Se ofrece la opción de que sea un paseo personalizado en el que descubrir la tradicional elaboración de los vinos y brandies de Jerez, una exposición permanente sobre la historia las marcas, un jardín botánico de 1823 declarado Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y unos patios centenarios que no pasan desapercibidos. Y, por supuesto, no falta una clase práctica para disfrutar con las diferentes formas de degustar los vinos y combinarlos con tapas o cócteles. Además, se preparan unos encuentros nocturnos que verán la luz muy pronto.
Pero, ¿qué hace del Harveys Very Old Amontillado VORS un vino tan especial? Quien mejor lo conoce es su creador, Manuel José Valcárcel, que es director técnico y enólogo de Bodegas Fundador. De él destaca “su aroma, su cuerpo… Es un amontillado de más de 30 años. Es el refrendo de lo que ha sido la cantidad de vendimias que se han producido en el marco de Jerez, la cantidad de selecciones de vino que se ha hecho y como consecuencia de ello ha entrado en los sistemas de criaderas y soleras durante un montón de años y ha salido este vino. La constitución de la solera se aproxima a los dos siglos. Hay mucha historia detrás de él”.
La producción de este caldo es limitada, pero se puede encontrar en la tienda de las Bodegas por unos 45 euros, aproximadamente. Son unas escasas 200 cajas de seis botellas de medio litro las que se producen al año, pero Valcárcel aclara que “no podemos tener vino de esta categoría en un volumen grande porque es un vino muy cuidado al tener una edad de 30 años”.
Lo más curioso es que en este momento será más sencillo encontrar una botella de este amontillado en el Reino Unido que en España y viene explicado por la estrecha relación que hay con la marca Harveys, que nació en 1796 en la ciudad de Bristol, pero en 1970 la compañía se estableció en Jerez mediante la adquisición de bodegas y viñedos. En la etiqueta aparece que es la única empresa que tiene la Royal Warrant Holders Association, que le concede el honor de ser suministrador de la Casa Real inglesa.
Los que mejor conocen el vino galardonado aseguran que el maridaje que presenta es muy amplio. Partimos de la base de que es un vino para disfrutarlo con amigos y familia en una ocasión especial y se puede tomar con unos frutos secos, con jamón, con determinados quesos y con algunas carnes blancas. “En los últimos años estamos intentando mostrar a los consumidores que el vino de Jerez no es sólo de aperitivo o para servirlo a los postres, sino que puede acercarse a la mesa. Pueden competir con esa clásica elección del blanco y el tinto. Aquí puedes coger un oloroso y hacer un maridaje perfecto con una carne o los finos con el marisco o con el sushi”, explica el enólogo.
El enoturismo es uno de los grandes objetivos de la compañía y se trabaja en mostrar la tradición, que los visitantes vean cómo las marcas salen al mercado, qué hay detrás y que al final tengan la opción de catar algunos vinos y recibir información de las singularidades de cada uno. Es un momento de un gran orgullo porque, como explica el director general de Bodegas Fundador, Rafael Rendón, “hay que destacar la magnífica labor que se realiza para preservar e impulsar el fantástico tesoro que guardan algunas de nuestras soleras”.
Dicen los entendidos que el vino más famoso de la actualidad presenta un color ámbar topacio, brillante, con ribetes dorados, con una complejidad olfativa, plena de aromas de madera fina y avellanas, muy evolucionado por su largo envejecimiento, muy seco y de larguísima persistencia. Merece la pena ir a probarlo a su propia morada.