Son las 10.15 horas de la mañana y hace ya un buen rato que Benamar Djellal Hammadi ha pasado por la meta, por la que siguen entrando corredores. El joven ha ganado la edición número XX del Cross del PestiñoCross del Pestiño, todo un acontecimiento que reúne a cientos de personas cada año en el pequeño pueblo de Vélez de Benaudalla, en la provincia de Granada.
La carrera es una manera más de dar proyección a los pestiños y los roscos de este lugar, que se han ganado la fama de ser los mejores de Andalucía “y puede que de todo el mundo”, apunta una vecina que acaba de hacer su pedido en el mostrador del obrador Conchita, reino absoluto de estos dulces antiquísimos y deliciosos.
“Obviamente para mí son los mejores, pero eso ha de decirlo el público, no yo”, confirma Conchita Pedrosa, la mujer que da nombre al negocio y que ha hecho famosa a Vélez de Benaudalla. No ha sido fácil conseguir hablar con ella. El obrador bulle de gente toda la mañana. A la clientela habitual del domingo hay que sumar las decenas de personas que han acudido a la carrera y que no se van a ir del pueblo sin su docena de pestiños, como mínimo.
El secreto de los pestiños de Vélez de Benaudalla
A la tópica pregunta sobre el secreto de su receta, Conchita responde que no hay secreto que valga: “Es una receta que conozco desde niña, me viene de mi madre. Mi único secreto es que tengo una buena clientela, un buen producto y una buena calidad”, subraya rotunda.
El despacho de dulces huele a matalahúva, a almíbar, a gloria. El pequeño mostrador da directamente al obrador, del que está separado solo por una cristalera a través de la que se puede ver todo el proceso de elaboración: desde el amasado hasta el toque de almíbar final (un proceso que se denomina enmelar). Da gusto ver el orden y la limpieza. “Me gusta que esté todo a la vista”, afirma la empresaria.
Conchita Pedrosa lleva nada menos que 38 años al frente de un obrador que nació de la nada. “Estoy muy contenta porque lo monté yo sola y, poco a poco, me he ido superando a mí misma y tengo un negocio en condiciones”, dice con orgullo y una sonrisa.
El relevo generacional está garantizado
El relevo generacional está garantizado porque su hija, Elisa Sánchez, trabaja mano a mano con ella desde hace años y se ocupará del obrador cuando su madre se jubile, “que va a ser ya”, puntualiza la pastelera entre risas. “Se seguirá llamando Conchita para siempre, eso no se va a cambiar nunca”, dice la hija que revela que incluso venden onlineonline: “Enviamos a Ibiza, a Francia…”.
Los pestiños y los roscos se consumen todos los días del año, pero hay picos de ventas en Navidad y en Pascua, además de en verano. “Nosotras estamos siempre a tope, no paramos. Abro todos los días del año”, asegura la pastelera.
Cuando se le pregunta cuántos pestiños elabora al año desorbita los ojos y hace un gesto con las manos como de algo inabarcable. “Pues hago 2.000 pestiños al día, así que imagínate... y otros mil y pico roscos…”. Pues toca hacer cuentas: Si multiplicamos esa cantidad diaria por 365 salen 730.000 pestiños al año y unos 500.000 pestiños.
¿Pero cómo es posible que se vendan tantos dulces en un pueblo de apenas 3.000 habitantes? La fama que han alcanzado lo explica. Mientras habla Conchita no paran de llegar los clientes. Fuera continúa la competición del Cross del Pestiño, ahora en las categorías infantiles. “Nosotras damos todos los premios de la carrera, todas las degustaciones”, explica Elisa, que presume de que “viene de gente de Málaga, de Jaén, de Almería... de todos los sitios”.
Mientras Conchita explica detalles de su negocio se escucha de fondo la voz de Javier Padial, que es su yerno y el encargado de animar, organizar y poner el toque de humor en la carrera, que cuenta con el apoyo del Consistorio, la Diputación de Granada y otros patrocinios.
Ganó con 12 años y repite triunfo con 22
Ganó con 12 años y repite triunfo con 22Benamar Djellal Hammadi, de 22 años y flamante ganador de la prueba, también tiene una historia que contar. Ganó esa misma carrera con 12 años y, ahora, convertido en atleta de alto rendimiento fichado por la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, no ha dudado en participar de nuevo. “Soy mediofondista, mis distancias son 800 o 1.500 metros pero aprovecho esta carrera como entrenamiento”, explica. Está preparando el Campeonato de España Absoluto, que es en septiembre, y le vienen bien estas carreras como entreno.
Los pestiños y los roscos no entran en la dieta habitual de un atleta de élite que tiene que vigilar cada gramo, pero hoy no piensa privarse: “¡Una vez al año no hace daño!”, dice con una gran sonrisa mientras saluda a sus dos hermanos pequeños (chica y chico) a los que también ha inoculado el virus del atletismo y van a correr en las categorías juveniles e infantiles de la carrera.
El origen de la expresión ‘esto es un pestiño’
El origen de la expresión ‘esto es un pestiño’Cuando se escribe la palabra pestiño, enseguida acude a la mente la acepción peyorativa que tiene el término. La expresión ‘esto es un pestiño’ para subrayar que algo es realmente malo o aburrido, parece ser que tiene un doble origen: por un lado, se refiere a lo laborioso, difícil y pesado que es hacer un pestiño y, por otra, al hecho de que un pestiño mal hecho es realmente desagradable de comer. Desde luego, si todos los pestiños fuesen como los del obrador Conchita esa expresión desaparecería de la lengua castellana.