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Puente Genil, el pueblo de las luces que alumbra la Navidad en medio mundo

Nueva York, Madrid, México DF… y Puente Genil. Cada Navidad, este municipio de la campiña cordobesa se codea con algunas de las principales ciudades del mundo. ¿Qué hace un pueblo de 30.000 habitantes con un alumbrado navideño más propio de las grandes urbes? ¿Por qué recibe miles de visitantes cuando llegan las fiestas? La razón hay que buscarla en la relación que desde más de siete décadas une al pueblo con Iluminaciones Ximénez, la empresa que ilumina la Navidad de la Quinta Avenida de Nueva York o de las tiendas Tiffany's.

Desde Puente Genil, Ximénez Group ha servido sus iluminaciones navideñas a unas 600 ciudades de 40 países de los cinco continentes. Este año, sus luces estarán en Barcelona, Madrid, Vigo, Málaga, Denver, Moscú, Chicago, la Piazza Duomo de Milán, Sidney o Londres, entre otros muchos lugares. Y también en Puente Genil, donde iluminan la Navidad desde hace 74 años. Muchas veces, en primicia: lo que los pontanenses disfrutan suele verse al año siguiente en alguna gran ciudad.

El pasado viernes, el pueblo estrenó la iluminación de 2019: un diseño de líneas rectas en zigzag en la Calle Don Gonzalo, una arboleda tradicional con mensajes navideños en calle Aguilar, un eje central con dos grandes estrellas fugaces en el Paseo del Romeral y un cielo de estrellas que caen aleatoriamente a lo largo de los 1,8 kilómetros de la Matallana. En total, 1.150.000 puntos de luz LED.

“Es una iluminación de gran capital”, comenta Mariano Ximénez, CEO de Ximénez Group. Por poner un ejemplo, la iluminación del Centro Histórico de Málaga capital, que lleva años alimentando una disputa algo berlanguiana por posicionarse como mejor iluminación navideña, cuenta este año con 750.000 puntos de luz.

Esta es la razón de que cada año visiten el pueblo miles de personas, aprovechando la parada del AVE o alguna excursión en autobús desde media España. “Hemos vinculado el nombre de Puente Genil a la iluminación”, admite Esteban Morales, el alcalde.

El primer pueblo de Andalucía con luz eléctrica

Dicen en Puente Genil que lo suyo con la luz viene de antiguo. Aquí llevan a gala que fuera el primer municipio andaluz en tener luz eléctrica, hace 140 años, gracias a que a Ricardo Moreno, un hombre con ingenio, se le ocurrió que el salto del río podía aprovecharse para algo más que para moler harina, y convirtió un molino en una turbina.

Aquello apenas dio para iluminar la Calle Don Gonzalo, donde está el ayuntamiento, pero convirtió Puente Genil en la segunda ciudad española en disfrutar de la luz eléctrica. “Eran veinte lámparas, que darían una luz muy triste y poco potente, pero era eléctrica”, comenta el alcalde.

Eran los días en que Puente Genil pugnaba por convertirse en la “Cataluña de Andalucía” gracias a las industrias harinera, oleícola y conservera. Esa efervescencia quedó definitivamente enterrada tras la Guerra Civil, y apenas sobrevivió una industria nacional, la del membrillo, que sigue dando lema al pueblo: “Donde el sol se hace dulce”.

Más de medio siglo después de aquel hito, otro hecho singular volvió a unir los caminos del pueblo y de la luz eléctrica y, curiosamente, algo tuvo que ver aquella turbina sobre el Río Genil. Francisco Jiménez Carmona había trabajado como lector de contadores, y su padre había sido empleado de la fábrica harinera de la primera turbina. Pues bien, en 1946 Jiménez ya tenía su pequeña tienda de componentes eléctricos y se le ocurrió iluminarla con unas pocas bombillas que formaban una estrella, a modo de reclamo navideño. Aquello gustó, y al año siguiente el ayuntamiento le encargó la iluminación de la calle principal.

Poco a poco, la empresa fue creciendo, iluminando ferias andaluzas, las Fallas, carnavales y navidades de media España. Con el nuevo siglo salió al extranjero, pero nunca dejó de iluminar la Navidad de Puente Genil. Hasta hoy.

De Puente Genil a “cualquier parte del mundo”

Según el alcalde, el coste para las arcas municipales de la iluminación navideña es de 50.000 euros, que se sufragan a través de un convenio con la asociación de comerciantes. A ello hay que añadir el consumo eléctrico, que ronda los 15.000 euros. Pero el valor para el municipio es mucho mayor, según Morales: “Prácticamente regalan el alumbrado. Lo que se coloca no lo puede pagar el ayuntamiento de Puente Genil”.

“Son instalaciones especiales que al año que viene pueden ir a cualquier parte del mundo”, asegura Ximénez, actual CEO y nieto del fundador de la empresa. “El presupuesto no tiene nada que ver con la instalación que se hace. Esto lo hacemos por la tradición que creó mi abuelo. Él iluminaba media España, y creía que su pueblo, donde está el 90% de la plantilla, se merecía una iluminación extraordinaria”. Puente Genil recibe un notable impulso turístico, y a la empresa le sirve para probar nuevos diseños, materiales y tecnología.

En este cuarto de siglo, muchas cosas han cambiado. Ximénez Group emplea unos 500 trabajadores y factura en torno a 40 millones de euros cada año. Dice Ximénez que la empresa “cierra el círculo de todo el espectro lumínico”. Es decir, fabrica componentes, los transporta y los instala. Además, Ximénez Group inició en 2008 un proceso de expansión internacional que la ha llevado por medio mundo, en muchas ocasiones de la mano de arquitectos y diseñadores de renombre que presentan sus propios proyectos.

Por ejemplo, para iluminar las tiendas Tiffany's reprodujeron la joya estrella para esas navidades. El trabajo con estas grandes marcas (también Oysho, Massimo Dutty o Svarowski) es una de las patas del negocio, que se completa con los grandes proyectos de ciudad, el uso doméstico y los centros comerciales. Ximénez explica que casi toda su producción se basa en luces LED, con las que han reducido el consumo energético en un 90%.

Las luces de la fama y el éxito, sin embargo, no han movido la empresa de Puente Genil, desde donde sigue iluminándose la Navidad de medio mundo. “Cada vez que vamos fuera llevamos la iluminación como tarjeta de visita”, cuenta el alcalde. Puente Genil sigue siendo el pueblo de las luces.