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“El PCA va a impulsar que IU pierda la estructura de partido y que vuelva a su origen”

Ernesto Alba (Conil de la Frontera, Cádiz, 1982) es candidato a la secretaría general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), que culmina su congreso los días 30 de junio y 1 y 2 de julio, donde con toda probabilidad saldrá elegido como nuevo líder. Responsable de Acción Política de IU en el equipo de Alberto Garzón, este trabajador social que ha sido concejal de Servicios Sociales en su pueblo, se enfrenta a un congreso que será clave para su partido pero también para el futuro de una coalición de izquierdas que ha ido perdiendo fuelle en los últimos procesos electorales.

¿Qué plus aporta su candidatura con respecto a la de Miguel Ángel Bustamante?

Mi candidatura, sobre todo tras la integración de Elena Cortés, cuenta con un respaldo de los cuadros que provienen en su inmensa mayoría de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), como yo, más la experiencia del desarrollo del partido de los últimos años. La implicación de la UJC supone una regeneración dentro del partido, que hacía falta. Lo que defendemos es un proyecto muy concreto de ruptura democrática.

Elena Cortés ha renunciado a su aspiración de optar a la secretaría general. ¿Ha supuesto mucha negociación esta renuncia? ¿por qué se ha hecho?ha renunciado a su aspiración de optar a la secretaría general. ¿Ha supuesto mucha negociación esta renuncia?

El elemento clave de esta candidatura es la política y eso estaba aprobado en la primera fase del congreso. Es decir, nos hemos cohesionado en torno a una cuestión política que se refleja en los acuerdos que ya estaban en la primera vuelta del congreso: la estrategia de unidad popular, que ahora toca aterrizarla en Andalucía.

¿Entonces qué les separa tanto? ¿Descarta ese mismo acuerdo con Miguel Ángel Bustamante?

Vamos a intentar llegar a un acuerdo para una única candidatura hasta el final. Realmente, no hay diferencias políticas. Coincidimos en estrategia y objetivos. Las diferencias quizá están a la hora de aplicarlo y los ritmos... De ahí, mis ganas de llegar a un acuerdo. Él ha tenido una estrategia de presentarse desde el principio, lo que es respetable, pero no voy a dejar de intentar convencerlo.

Los que apoyan a Miguel Ángel Bustamente le achacan que usted sea el candidato de la cúpula, el impuesto en negociaciones de mesa de camilla...

No es real, pese a que sea un debate en las redes sociales. Tanto él como yo, en trayectoria, venimos de lo mismo, y hace un año, yo estaba en mi agrupación de Conil de la Frontera y él en la suya de Écija, y los dos nos encontramos en Madrid. Él en el Congreso de los Diputados y yo en la dirección de IU.

Insisten en la necesidad de superar IU. ¿Quieren hacer desaparecer las siglas?

La clave es aspirar a un espacio mucho más amplio que el nacido en los 80 en torno a las movilizaciones contra la OTAN. El devenir de IU fue convertirse en un partido, donde se han creado estructuras mucho más cerradas, en las que hay actores que han nacido luego que se quedan fuera. El PCA va a impulsar que IU pierda esa estructura y vuelva a su origen. Se trata de ver, especialmente con esos actores nacidos después del 15M, con qué herramienta construimos un poder donde todos quepamos para hacer frente a las élites política y económica. Y para crear ese bloque necesitamos una IU mucho más abierta y flexible y un PCA con voz propia.

Sea más concreto, ¿qué quiere cambiar de IU?

IU debe ser un espacio mucho más amplio. Primero, adaptando su estructura orgánica, que hoy es de un partido tradicional, a una mucho más flexible. Por ejemplo: vamos a proponer que el Consejo Andaluz de IU -máximo órgano en Andalucía de la federación- pase de ser un parlamento de mayorías y minorías a un espacio asambleario plural de activistas y partidos. En segundo lugar, hay que quitar las cuotas obligatorias como partido al uso. Hay que dejarlo en aportaciones o cuotas voluntarias. Eso va a tener una redefinición de los censos tal y como los conocemos, que deben ser más flexibles. También vamos a proponer cambiar la forma en la que se relaciona IU con el resto de partidos.

¿Cree por tanto que IU ha perdido su sentido?

Creo que IU ha cometido errores. Entre ellos, no reconocer la diversidad de actores que existían fuera. Cuando IU empezó, no había otros actores y se situaba sola a la izquierda del PSOE cabalgando en línea recta y sin mirar al resto. IU debe caminar hacia una nueva estructura donde tengan cabida esos nuevos actores. Otro reto importantísimo es reorganizar a su red de activistas, cuya militancia debe ser algo más líquida, ágil, sin burocracias.

¿Qué competencias quiere recuperar el PCA?

El PCA no puede estar subalterno a una organización como IU, como lleva tantos años. Debe tener capacidad de interactuar con el resto de actores con autonomía para poner al servicio de ese nuevo sujeto la cantidad de activistas que tiene, tanto en el mundo del trabajo como en los movimientos sociales y en los propios barrios en asociaciones de vecinos, etcétera.

¿Descartando ir a elecciones como PCA?

Hablamos de unidad de actores y no de aislamiento. De lo que hablamos es de la capacidad que debe tener el PCA como herramienta para poner a una gran diversidad de actores juntos para generar ese espacio mucho más amplio.

Pero en las próximas citas electorales, ¿habrá IU o una cosa diferente?

Si me habla de la marca, eso habrá que verlo y será lo que el proceso determine. Yo tengo muy claro que los procesos revolucionarios no los hacen las marcas, sino la gente. Un revolucionario tiene la capacidad de deberse sólo a su pueblo. En eso nuestro partido tiene mucha experiencia. El partido tiene en su ADN la capacidad de aglutinar el mayor número de fuerzas. En Andalucía, donde hay una debilidad fuerte de Susana Díaz, es la ocasión de crear la correlación de fuerzas necesarias para dar el salto.

¿Y los votantes que sólo se identifican con IU y que no lo harían con un PCA que puede generar rechazo sobre todo entre los jóvenes?

Nuestro partido no genera rechazo. De hecho, ha sido siempre una fuente de cuadros muy jóvenes. El partido va a ser lo que quiera si sus referentes están donde tienen que estar. Defendiendo los intereses de los trabajadores y de la gente más humilde. Y entonces no hace falta ni que saque la hoz y el martillo. La gente va a reconocer a sus activistas por su ejemplo y su trayectoria, porque están en sus barrios y en sus tajos. Es la preocupación que debemos tener. La marca y el reconocimiento llegan luego y no nos tienen que preocupar.

¿Cuáles son los objetivos después de este congreso?

Vamos a echar a andar la maquinaria de un PCA con solvencia y capacidad de aglutinar el máximo número de fuerzas. El partido tiene mucha historia y en los momentos más complicados, destrozado por el exilio, fue capaz de constituir CCOO, introducirse en el movimiento universitario... y convertirse en una referencia hasta llegar a la transición. En un momento como el actual, en una Andalucía desolada por el paro, la exclusión y la pobreza, el objetivo es recuperar ese prestigio entre nuestra clase.

¿Cree que ha habido subordinación a Podemos?

Es falso. Los que defendimos la coalición con Podemos hemos también diagnosticado errores, como fue por ejemplo la subordinación en muchos momentos al propio PSOE. Otra cosa es mantener la defensa de la capacidad que tenemos determinadas fuerzas de este país para crear un bloque rupturista. Y el que no lo quiera entender, por un lado, no tiene espíritu de transformar la realidad que le rodea y ser revolucionario. Y por otro, no tiene ansias de poder cambiar las condiciones de vida de la gente. Los niveles de pobreza de este país no dan para ponerse a pensar si estás subordinado o no o en una marca. Hay que ser más serios. Hay que ponerse al frente de los que están colisionando contra el neoliberalismo.

¿Entonces cree que los que hablan de esa subordinación intentan distraer del verdadero objetivo?

Puede ser. Hay intereses ocultos dentro del relato. Depende de quién lo diga.

¿Cree que en el que se presenta como “nuevo PSOE” con Pedro Sánchez cabría la posibilidad de un aliado en el futuro? Ya sea con IU, con IU y Podemos o con lo que conformen ustedes directamente como partido.

Se está dando un espacio de diálogo y se empiezan a mover las alianzas. Pero todavía forman parte de la voluntad que debe tener cada organización para ver cómo se va desarrollando lo que queda de legislatura en este país. Personalmente, no me fío del PSOE. Creo que a Pedro Sánchez se le ha hecho de repente un traje que no corresponde con el ADN que el PSOE viene demostrando en los últimos años. El PCE tiene un proyecto político que hemos volcado en IU. Si Pedro Sánchez demuestra que a la hora de ponernos de acuerdo de verdad, en torno a un programa para ver qué respuestas vamos a poner en lo alto de la mesa para satisfacer las necesidades de la gente...

¿Entrarían pues en alianza con ese PSOE?

Si en ese programa Pedro Sánchez es capaz, de en vez de satisfacer los intereses del IBEX 35 como ha hecho el PSOE hasta ahora, sino de la mayoría social, empezaremos a hablar. Si no, la experiencia nos dice que todo quedará en humo y en pose. Mi único criterio es la historia del propio PSOE. El propio Pedro Sánchez es el del artículo 135 de la Constitución Española. Es el que quería pactar con C's antes de la propuesta que le pusimos delante de un Gobierno a cuatro entre PSOE, Compromís, Podemos e IU.

¿Cree entonces que en ese viraje a la izquierda hay mucho de oportunismo para recuperar electores a costa de Podemos?

Quiero que me lo demuestren antes de aventurarme a opinar. De lo visto hasta ahora, creo que va a jugar a que tiene un perfil negociador, pero a mí me importan las propuestas.

Si en los peores momento de la crisis no consiguieron convencer a un electorado hastiado, ¿qué les hace pensar que es posible con una supuesta recuperación que se prevé en los próximos años?

Se va a volver a abrir una grieta. España no es una isla y forma parte de un espacio lleno de contradicciones y de intereses económicos que hemos conocido cómo nos los van imponiendo desde los distintos organismos internacionales. Tenemos una Europa que no responde a los intereses de los trabajadores, sino del capital, y se va a seguir retroalimentando con más exigencias de soberanía y de recortes. No hay procesos movilizadores como los que pudimos vivir el 15M, pero sí batallas muy concretas en los centros de trabajo, en los barrios y en la defensa de servicios públicos, y es por donde nos tenemos que seguir organizando para cuando se caiga el disfraz de la recuperación económica. ¿Recuperación? Mis colegas, ingenieros, abogados y médicos, están en el chiringuito desde por la mañana hasta por la noche para cobrar 30 pavos.

¿En qué medida lo que se decida en el congreso del PCA este fin de semana será determinante para IU como pulmón que son de la coalición de izquierdas?

Sin nunca rechazar el debate con otros actores y la cantidad de independientes que hay en IU, será determinante lo que salga de este congreso para la asamblea prevista para el mes de octubre.

¿Y qué papel esperan en el PCE teniendo en cuenta que la mitad de sus afiliados son andaluces?

Los objetivos son comunes: abogar por la construcción de una unidad popular para frenar las políticas de la élite de este país. Desde Andalucía debemos llevar por bandera la unidad desde la diversidad y la síntesis política para ser una organización realmente revolucionaria. Es nuestra responsabilidad.