La presencia de andaluces en la futura ejecutiva del PSOE -partido en el que la federación del sur supone más del 25% de la militancia- se notará porque Pedro Sánchez contará con los que se le han mantenido fieles en territorio hostil. De hecho, en la organización dan por segura la entrada de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que ha sido el lugarteniente de Pedro Sánchez en Andalucía durante su campaña.
Pese a que muchos sanchistas le reprochan que “tardara en dar la cara y lo hiciera tarde” para defender este proyecto, lo cierto es que es de los pocos que se jugaba algo porque entonces -y todavía- ocupa un alto cargo en el ejecutivo de Susana Díaz, como director de la agencia pública de Puertos de Andalucía. Ocurre que el exdiputado en el Parlamento de Andalucía no quiere conformarse con una vocalía -que en un principio le habría parecido bien para compatibilizarla con su vida en Sevilla- y aspiraría a una secretaría, donde a estas alturas hay demasiados codazos.
Otra de las fijas es la onubense María Luisa Faneca, sometida en su día a la máxima prueba de fidelidad porque fue la única de Andalucía que resistió cuando se produjeron las 17 dimisiones de la anterior ejecutiva de Pedro Sánchez con las que lo golpeó Susana Díaz para propiciar su derrocamiento. Le permite también a Pedro Sánchez incrementar la cuota femenina cuando el respeto a la paridad se le está complicando a la hora de planificar su equipo.
Otra mujer, la exministra Carmen Calvo, formará parte de esa ejecutiva, según fuentes del partido. Sonaba para la presidencia, pero para Pedro Sánchez la favorita es la también exministra Cristina Narbona. El caso es que el líder quiere contar con ella por ser una de las personas que más ha ido conociendo en los últimos meses y cuya trayectoria le ha convencido.
Son “los tres seguros”, según el entorno de Pedro Sánchez, pero “hay alguno más sobre la mesa”, e incluso podría producirse una carambola algo más complicada que hiciera que el futuro presidente del PSOE fuera el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano. El PSOE lleva casi 20 años presidido por un socialista natural de Andalucía: desde Manuel Chaves en 2000, a quien siguió José Antonio Griñán y, luego, Micaela Navarro. De momento, la que tiene la oferta en firma es la exministra Cristina Narbona, que todavía se lo está pensando porque no podría compatibilizarlo con el Consejo Nacional de Seguridad Nuclear que “no quiere dejar” según fuentes cercanas. Si dijera finalmente que no, él ganaría posiciones, pero no es fácil.
Esencialmente, Francisco Toscano tiene dos cosas a favor y dos en contra. Comenzando por su principal pero: es un hombre. Y Pedro Sánchez está todavía intentando armar una ejecutiva equilibrada, lo que le está costando. Con su intención de que José Luis Ávalos sea el secretario de Organización le quedaría una cúpula totalmente masculina si Francisco Toscano fuera el presidente.
Por eso, para que ocupe este cargo el alcalde de Dos Hermanas, que esta vez sí aceptaría un hombre que varias veces dijo que no a Manuel Chaves cuando el entonces presidente de la Junta de Andalucía le ofreció ser consejero, podrían pasar dos cosas, en caso de que siga siendo el segundo con más opciones tras Cristina Narbona y cuando, pese a que ha sonado Carmen Calvo, un buen número de los estrechos colaboradores de Pedro Sánchez le insiste en el alcalde de Dos Hermanas.
Una, que la secretaría de Organización fuera para Adriana Lastra, que con José Luis Ávalos es el otro pilar del núcleo duro de Pedro Sánchez, en lugar de la portavocía del grupo en el Congreso de los Diputados y dado que no son muy buenas sus relaciones con la mayoría de los socialistas en la Cámara Baja. Otra, que se creara una vicesecretaría general, con lo que la considerada cúpula pasaría a ser de cuatro personas y encajaría a Francisco Toscano en esa presidencia del partido.
Pero, junto a las complicaciones para encajarlo sin dejar de respetar la paridad en un PSOE que viene de estar presidido por una mujer, otro de los contras es que el nombramiento puede ser considerado “una provocación” en el PSOE de Andalucía tras la derrota de su líder, Susana Díaz, en las primarias y después de que la baronesa y el inminente secretario general hayan firmado un pacto de no agresión.
En el equipo de Pedro Sánchez hay quien le apunta que Francisco Toscano es “demasiado antisusanista” y encima es de la federación, y la provincia, de Susana Díaz.Francisco Toscano es “demasiado antisusanista” Ya hace meses se consideró un desafío que le montaran a Pedro Sánchez en Dos Hermanas el trampolín para que se arrojara a una piscina que sólo él y los suyos veían con agua. “No es que sea sanchista, es que no ha ocultado su oposición a Susana Díaz”, remarca un dirigente del PSOE-A en este sentido, que aprovecha para reprocharle su papel cuando era presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), “que se mantuvo dos años bloqueada dejando que la de Ángeles Muñoz [entonces alcaldesa de Marbella, Málaga, con el PP] la llevara a su antojo”.
Por el contrario, tiene a su favor que nunca ha ocupado un cargo orgánico, por lo que en el sanchismo lo ven como un hombre que puede representar esa cercanía a la militancia que ha sido la baza de la candidatura. Sólo ha sido alcalde de Dos Hermanas, encadenando mayorías absolutas desde 1983. Incluso actualmente tiene mayoría absoluta y es con Abel Caballero en Vigo el único de los regidores de las 50 mayores ciudades de España que puede presumir de ello.
Pero sobre todo, tiene a su favor que Pedro Sánchez quiere reconocer su lealtad, desde Francisco Toscano se fijó en él cuando era prácticamente un desconocido y lo invitó a una conferencia sobre economía en la que es la segunda ciudad más grande de la provincia tras Sevilla, hasta que apostó decididamente por su primera candidatura a la secretaría general del PSOE y todavía lo seguía viendo como líder cuando cayó en desgracia y fue de los que más lo animó a volver a intentarlo.
Podría ofrecerle -ha estado sobre la mesa- la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), pero sería quitar a Abel Caballero, declarado susanista, y abrir un nuevo frente en un momento donde es necesario cerrar heridas. Tampoco ven a la medida de Francisco Toscano otro puesto de corte municipalista como presidir el prometido Consejo de Alcaldes, porque saben que rechazaría algo tan forzado. “Es la presidencia del PSOE, un cargo de máximo honor y donde puede ser útil, donde puede reconocer su lealtad de manera justa”, remarca uno que conoce bien a Francisco Toscano.
“Todo está muy en el aire todavía y las ejecutivas se han montado otras veces en una noche mientras ahora van a ser varias semanas dándole vueltas”, apunta otro miembro del equipo de Pedro Sánchez, quien ve todavía perfectamente factible esta operación, pero matiza que no está cerrado. Insiste en no descartar a Carmen Calvo, por cierto también natural de Andalucía, y encima mujer, pese a que muchos no la ven para el puesto.