Granada tendrá el año que viene un modelo de ciudad diferente. Al menos, esto es lo que piensan Jesús Quero, director gerente de la Fundación PTS, e Ignacio Molina, vicerrector del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada (UGR). Los años 2014 y 2015 serán puntos de inflexión en la historia del Parque y la capital granadina con la puesta en marcha del nuevo Hospital Universitario, las facultades de Ciencias de la Salud y Medicina, el edificio de servicios generales de la UGR y el nuevo Centro de Empresas, entre otros equipamientos. El funcionamiento de este entramado supondrá, según Molina, que al menos “20.000 personas se traslade diariamente al PTS”. Ello unido a la reforma de todos los servicios hospitalarios de la ciudad y de varios de los centros universitarios provocará un gran cambio en Granada y “en su forma de relación”, asegura el responsable de la UGR.
La provincia con unas de las tasas de paro más altas de España podría encontrar en este parque un balón de oxígeno. “La Universidad”, señala Molina, “supone el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de Granada y se espera que el PTS el año que viene genere el 3,2%, por lo que con la suma de los dos estaríamos hablando de que el 10% de su PIB estaría ligado a la industria del conocimiento y la investigación”. Un número nada despreciable si se tiene en cuenta que el Turismo, el gran motor de la economía granadina hasta la fecha, supone el 12%.
De lograrse estas cifras, lo que comenzó siendo el diseño de un hospital rodeado de facultades para transformarse después en un concepto innovador con la incorporación de las empresas “y la transferencia de investigación” se convertiría en un referente en el ámbito de Ciencias de la Salud. Los primeros datos arrojan signos para la esperanza con la localización de más de 70 empresas e instituciones, que han generado 1.600 puestos de trabajo, 850 de nueva creación de cualificación media-alta. De momento, hay 13 edificios funcionando, pero se espera que el año que viene comiencen a funcionar otros cuatro más y entre finales de 2014 y principios de 2015 los once restantes, que ya están en ejecución, como los universitarios, Ibermutuamur o el Instituto Mixto de Deporte y Salud. Los puestos de trabajo llegarían, asegura el vicerrector, “de las empresas”. Sólo en la construcción de los inmuebles ya existentes se han creado mil empleos en los últimos años.
El futuro, sin embargo, está muy alejado de los ladrillos. “Nuestro objetivo de creación de 10 empresas de base tecnológica al año”, apunta Molina, “se está cumpliendo sobradamente”. Además, cada uno de estos negocios, la mayoría Pin off (nuevas empresas que nacen de la Universidad) con una media de supervivencia del 80%, genera entre 3 y 20 empleos nuevos, la mayoría de gente joven.
Caldo de cultivo
Este es el caso de DestiNa Genomics, una empresa que ofrece sets y ensayos personalizados para el desarrollo de medicamentos y análisis de ADN. “Nosotros comenzamos en Granada hace un año como filial de una empresa existente en Edimburgo, que había montado el investigador Juan José Díaz Mochón”, explica su responsable financiero, Juan Enrique Cruz. En este caso, Díaz, que había estudiado en Granada, se marchó a Escocia, donde realizó una patente para la detección del ADN y allí montó una empresa. Con el tiempo regresó a Granada y con la colaboración de Cruz montaron una filial en el PTS gracias a la ayuda de Máster Diagnóstico (edificio en el que actualmente están ubicados) y una subvención que les cubre el 70% de los 240.000 euros que cuesta su proyecto. “Ahora somos nueve trabajadores y estamos en expansión”. Juan Enrique Cruz tiene en la actualidad 27 años y conoció a su socio tras realizar un máster en Gestión Científica. “Elegimos el Parque vimos futuro en sus instalaciones por la cantidad de empresas que existen, que son un caldo de cultivo en nuestro campo para compartir investigaciones, proyectos…”, explica el asesor.
DestiNa son pequeños si se compara con los Laboratorios Farmacéuticos ROVI, la empresa Servilens o Vircell. “Sin embargo, investigadores como estos”, apunta el director gerente de la Fundación PTS, “son los que van haciendo el Parque, generan empleo y luchan por su ciudad”. Este es el caso de Seplin soluciones estadísticas, una empresa que nació hace poco más de dos años y que ya cuenta con cuatro trabajadores y una persona en prácticas. LLenalia García, su fundadora y gerente, también se decidió por el PTS de Granada “ante las facilidades que ofrecían por ser una Spin off de la Universidad”. Ahora este negocio dedicado a ofrecer servicios estadísticos para la investigación y desarrollo empresarial tiene una amplia cartera de clientes, algunos de ellos ubicados en Europa. “La experiencia hasta el momento”, dice su responsable, también menor de 35 años, “ha sido buena”.
DestiNa y Seplin son dos ejemplos de empresas ligadas a la industria del conocimiento y la investigación ubicadas en los 65.000 metros cuadrados, que hasta la fecha tiene el PTS de Granada y que cuando esté terminado supondrá una inversión de 700 millones de euros (en la actualidad están ejecutados o en ejecución 577 millones). El futuro, “no se conoce”, apunta el vicerrector universitario, “porque con los recortes es cierto que algunas cosas peligran como el traslado de las facultades de Odontología y Farmacia, que estaba previsto para una segunda fase”. De momento, en enero se espera seguir ampliando con otros 350.000 metros cuadrados de terrenos ubicados en el municipio de Ogíjares, lo que significaría incrementar la superficie del Parque en más de un 50%. Y es que si el futuro, como dicen Molina y Quero, “tiene que pasar por apoyar la transferencia investigadora”, Granada parece que está en el camino.