La semana pasada nos volvieron a catear en el PISA, como era de esperar. No se pueden arreglar problemas tan graves y de tanto calado en tan pocos años y sin hacer un esfuerzo económico especial para ello, como el que se hace, por ejemplo, para presentar una candidatura a unas olimpiadas.
Lo que más me llamó la atención el pasado martes fue cómo fue cambiando a lo largo del día el análisis de los medios de comunicación del citado informe, hasta llegar a la versión oficial del Gobierno de que ha sido una absoluto desastre. Porque sí, seguimos en mala posición respecto a la OCDE pero, respecto del informe PISA anterior, hemos mejorado en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, sobre todo en ciencias. Y se han recortado distancias con el resto de países. ¡Hasta habíamos superado a Suecia y EEUU!
Esos fueron los primeros análisis, hasta que la iluminada, otra, señora Gomendio sale a decir que eso es un ¿estancamiento? (me lo expliquen) y que la bendecida LOMCE vendrá en nuestra ayuda. Me reí cuando escuché a la señora Montserrat, pero se me congeló la sonrisa viendo que todos los medios iban cambiando sus análisis, haciéndolos converger a la versión oficial del Estado. No está bien reconocerle ningún mérito a los anteriores, ¿que no?
Y, ¿cuál es el nivel de matemáticas y comprensión lectora del autor de esta gráfica?
Empezando porque la UE con más puntos que España, ¡está por debajo! No pasa ná. Si se fijan, además, es que no tiene desperdicio, la diferencia entre España y la OCDE es de 10 puntos (pero han comenzado las barritas en 400 más o menos, para marcar más la distancia) que es la misma entre Andalucía y Murcia. Sí, efectivamente, Andalucía y Murcia se ven más cercanas que España y la OCDE, no sean mal pensados, no tiene nada que ver el signo político de nuestra comunidad, anda ya. Midan lo que mide la barrita de 12 puntos de diferencia entre Andalucía y España y la de 10 entre Murcia y Andalucía.... Con todo esto en la mano, el Gobierno se lanza a predicar que estos datos avalan la LOMCE. Nada nuevo bajo el sol.
Si quieren ver los datos correctos y que indican que hemos mejorado, aquí los tienen. Hemos mejorado poco, claro, pero hemos mejorado, hemos recortado distancias desde aquel informe del 2006.
Evidentemente, los resultados son malos, no voy a negarlo. Y para mí, el gran problema está en la comprensión lectora: si no se entiende lo que se lee, no se puede aprender nada, ni matemáticas, ni lengua, ni nada. No es un problema exclusivo ni de las matemáticas, ni de las ciencias. Rápidamente no faltaron, como guarnición a los análisis desastrosos del asunto, voces informando de la ansiedad que provoca a los estudiantes los exámenes de matemáticas. No lo dudo, está en el aire, forma parte del inconsciente colectivo y si no luchamos contra ello, así seguirá. Pero, francamente, más ansiedad debe producir el fuego eterno como castigo a la curiosidad sexual de un adolescente (me consta) y seguimos impartiendo, cada vez más, ese tipo de doctrinas en nuestras aulas.
¿Dónde está nuestro problema con las matemáticas? Pues, como ya he dicho, en la comprensión lectora, por supuesto: no sabemos leer. ¿En los profesores? Seguro, hay malos profesores de matemáticas, como hay malos peluqueros, malos abogados y hasta malos jueces. Y, posiblemente, habría que revisar los programas de las escuelas de magisterio ¿En los temarios? También, están anticuados e inciden demasiado en el cálculo sin enseñar estrategias de resolución de problemas.
Pero, ¿y en la sociedad? Por supuesto. España es un país anumérico y sin cultura científica. No se le da ninguna importancia a la cultura científica. Constantemente asistimos a errores básicos de matemáticas en la prensa y en las instituciones (informes del Tribunal de Cuentas, sorteos oficiales injustos...) y nos quedamos tan anchos. Estos errores no tienen transcendencia.
Sólo en un país anumérico se entiende que el Ministerio de Educación haga una convocatoria nacional y ¡ofrezca 2 puestos por comunidad autónoma!, sin tener en cuenta el número de escolares de cada comunidad. Son 2 puestos en una comunidad de 8 millones y medio de habitantes como Andalucía y otros 2 en comunidades autónomas de menos de 350.000 habitantes como La Rioja, por ejemplo. Por no decir que no entiendo cómo se resuelven en agosto las plazas para un campamento que se celebró en julio. Debe ser porque estudié en un colegio público...
Sólo en un país inculto científicamente se entiende la última del Ministerio de Sanidad sobre un timo tan denunciado por la comunidad científica como la homeopatía. Igual es que en el ministerio también andan mal de comprensión lectora y no saben quién coño era Avogadro. Pero entender que la homeopatía es un fraude requiere el tiempo de leer y entender, por ejemplo, este artículo, o si están cortos de tiempo, este gráfico más resumido.
Sólo en un país inculto científicamente se le da pábulo a una sor Citröen que se pasea por España con una campaña antivacunas irracional y peligrosa.
Hay que mejorar la comprensión lectora, las matemáticas y las ciencias de nuestros estudiantes, claro que sí, pero tenemos que empezar por nuestros medios de comunicación y nuestros gobernantes. En otro caso, no se puede.
NO SE PUEDE