El histórico acuerdo para desarrollar al fin la carrera profesional en Andalucía para los sanitarios se ha encontrado con una piedra en el camino. El pacto, alcanzado el pasado 22 de abril entre todos los sindicatos y la Consejería de Salud, no ha sentado del todo bien a una parte de los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que, a través de una plataforma, denuncian que genera “discriminación” entre trabajadores. En concreto, sus quejas se resumen en cómo se ha establecido el acceso a los diferentes niveles de la carrera profesional que son los que determinan que el trabajador cobre más o menos de este complemento salarial. Fuentes sindicales de la mesa sectorial creen que la plataforma basa sus protestas en “medias verdades”. Por su parte, Salud guarda silencio.
El malestar por este acuerdo nace de la Plataforma por una carrera profesional justa, surgida en julio de 2021 durante el primer pacto sobre este asunto e integrada por unos 3.000 trabajadores. Quienes forman parte de ella se alegran de que por fin se desarrolle este complemento salarial, pero apuntan a una serie de cuestiones que les parecen discriminatorias. La carrera profesional se creó en 2006 en Andalucía para que los trabajadores sanitarios, como ocurre en otras comunidades autónomas, pudieran percibir un extra mensual en función de los logros profesionales que fuesen acumulando con el paso del tiempo. Se trata de una forma de incentivar el desarrollo laboral de los trabajadores para mantener la sanidad pública a la vanguardia. Si bien el complemento se consiguió desarrollar para los niveles A1 y A2 de médicos y enfermeros, el resto de categorías han tenido que esperar 16 años para poder disfrutar de la carrera profesional.
Según cifras del Gobierno andaluz, 72.000 profesionales del SAS que aún no disfrutaban de este complemento podrán hacerlo a partir de mayo. Pero la plataforma afirma que, tal y como se ha planteado, la carrera profesional no beneficia a todo el mundo. Empezando por lo positivo, Gloria Salmón, portavoz de esta organización, aprueba que se haya dado el acceso a la carrera profesional “a todas las categorías” y que por lo tanto se pueda percibir este extra salarial desde el principio. Como era una reivindicación histórica, se felicita por ello. Por otra parte, también aplaude que el nivel I (el más bajo y por el que se percibe menos complemento) pase a ser remunerado cuando hasta ahora no se percibía dinero estando en él. A partir de ahí, los problemas se acumulan a juicio de la plataforma.
Una cuestión de niveles
Sobre los niveles, los que determinan qué experiencia acumula un trabajador y cuándo debe cobrar por ello de este complemento, la organización censura la apertura de una “vía excepcional” para el acceso al nivel II de la carrera profesional. Explican que el personal que tenga 10 años de experiencia acreditada alcanzará este nivel directamente, siempre y cuando tengan una plaza en propiedad. Como apunta Gloria Salmón, “aunque pueda parecer positivo, no lo es porque se produce una discriminación con el personal interino o eventual que lleven el mismo tiempo o similar trabajando”.
Según denuncian, la carrera profesional no contempla que estos trabajadores puedan acceder de forma excepcional a nivel II si no tienen plaza fija. Además, aunque uno de estos sanitarios consiguiese acceder al nivel I (que se otorgará como mínimo a todos los trabajadores, incluidos los eventuales) si tuviese 10 años de experiencia acumulada y se hiciese con una plaza en propiedad, tendría que esperar otros 5 para poder alcanzar el nivel II. Es decir, un eventual necesita 15 años para subir del nivel I al nivel II mientras que uno con plaza fija solo necesita 10. “El regalo ya no lo es tanto”, lamentan desde la plataforma.
Pero si hay un punto polémico para la plataforma y que señala directamente a los sindicatos de la mesa sectorial es el de la “vía excepcional” que permite el acceso a los niveles III, IV y V de la carrera profesional al personal A4 (farmacéuticos y veterinarios) y a los cargos de gestión y liberados sindicales que ya pudieron acceder a este complemento en 2006. “Situación que consideramos injusta, dado que margina al personal que realiza labores asistenciales fuera de los despachos”. Lo consideran injusto porque estos trabajadores deben acreditar las competencias que les permiten subir de nivel a través de la Agencia de Calidad Sanitaria Andaluza (ACSA), mientras que profesionales a los que señala la plataforma no necesitan hacerlo para que se les acredite su nivel. Dicho de otra forma, consideran que se han creado dos modos de acceder a la carrera que resultan discriminatorios.
En ese sentido, desde los sindicatos de la mesa sectorial niegan que vaya a ocurrir. José-Pelayo Galindo de CCOO o Rafael Ojeda del Sindicato Médico desmienten “categóricamente” dicho aspecto. Ambos representan el sentir del resto de secciones sindicales que acusan a la plataforma de mentir. De hecho, José-Pelayo Galindo afirma que hay “mala fe” en las intenciones de esta organización. Reconoce que hay aspectos que ellos tampoco comparten como que la ACSA sea tan restrictiva y tenga tanto peso para determinar el nivel y la categoría de los profesionales. “Dijimos que no nos parecía bien y quedamos en hablarlo, pero había que aprobar el acuerdo”, sostiene José-Pelayo Galindo, uno de los portavoces de la mesa sectorial. “En eso estamos en concordancia con la plataforma”.
“No hay dos modelos de acceso”
En lo que no coinciden es en que desde la organización se hable de “dos modelos de acceso” a la carrera profesional. “No hay dos modelos. Tú accedes solo con uno y dependiendo qué categoría profesional tienes se hace de una forma o de otra”. Matiza que al personal que no se le hace una acreditación de competencias (la que determina en qué nivel están) no se le hace “porque no se puede hacer”. Lo que se les hace es una “evaluación” de competencias porque se trata de profesionales de gestión y servicios, en los que están incluidos los liberados sindicales. No obstante, este aspecto aún no está desarrollado y debe hacerse a través de las comisiones de seguimiento que están previstas.
Al mismo tiempo, defiende que un delegado sindical no puede acreditar sus competencias porque “no está ejerciendo”, así que ha de pasar por la evaluación para que se le determine su nivel en la carrera profesional. Un aspecto que considera justo porque pese a ser sanitarios, estos delegados no están ejerciendo sus competencias en materia profesional. “Sin ir más lejos, yo he estado perdiendo unos 300 euros mensuales por no poder tener acceso a la carrera profesional”, señala Galindo. Por otro lado, recuerda que mientras que todos los trabajadores empezarán a cobrar su complemento desde mayo, y “los delegados sindicales no lo harán hasta enero de 2023”. Con lo que, si hay algún aspecto injusto, podría señalarse ese.
“Decir que somos beneficiados es engañar al resto del personal. Nosotros cobramos todos los conceptos que estamos cobrando en nuestro puesto cuando nos liberamos, ¿si no quién iba a querer hacer esta tan desagradable y poco agradecida función? Mismos derechos, ni más ni menos”, explica Antonio Macías de UGT. “Los liberados sindicales somos trabajadores del SAS a todos los efectos, simplemente hacemos otro tipo de labor que no es asistencial. Y como tal tenemos los mismos derechos y obligaciones que el resto de compañeros”. Por su parte, Victorino Girela de CSIF comparte el análisis de sus compañeros y lamenta que se estén vertiendo “medias verdades” para criticar el acuerdo.
En todo caso, desde la plataforma señalan más problemas con este acuerdo sobre la carrera profesional. En general, las quejas van dirigidas a que el pacto entre los sindicatos y Salud ha dejado fuera de la ecuación a aquellos trabajadores a los que no se les tiene en cuenta la antigüedad de facto para que puedan tener mejor posición en la carrera profesional y así cobrar un mayor complemento salarial.
“La búsqueda del reconocimiento de una carrera profesional en términos más asequibles puede ocasionar la huida de profesionales sanitarios a otras comunidades autónomas, para después pedir la homologación en Andalucía”, avisan desde la plataforma. “Desconocemos el interés de este Gobierno en seguir manteniendo una Agencia de Calidad Sanitaria para hacer acreditación a profesionales para la concesión de la carrera profesional que no ofrece servicio directo a los usuarios del SAS y que es heredada del gobierno anterior”.
En todo caso, fuentes sindicales recuerdan que la carrera profesional tiene que desarrollarse en sucesivas reuniones con Salud y que lo que se aprobó contó con “poco margen para la negociación”. Creen que la plataforma podría estar confundiéndose al comparar el pacto que se alcanzó en julio con el de ahora porque cambian algunas cuestiones, pero en esencia son lo mismo. Por su parte, el SAS no ha querido pronunciarse sobre esta polémica.